Capitulo 12: Regalo de navidad (especial navideño parte II)

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Narra: Sally

Gracias a Ben, logre vivir una de las mejores noches de mi vida, estoy agradecida de poder volver a ver a mi padre y de volver a sentir el mismo calor que sentía cuando estaba con el.

En fin, recuerdo que estaba caminando por una calle oscura, y que nuestra única fuente de luz, era un faro con un foco casi quemado.

-¿Ben a donde vamos? (Dije yo cansada)

-es una sorpresa (dijo Ben moviendo sus manos)

Seguimos caminando hasta llegar a otro portal, de nuevo Ben recitó el conjuro de nuevo, y nos transportamos a un lugar muy diferente a donde estábamos.

Hacia frío, mucho frío, pero Ben estaba decidido a recorrer la zona, hasta encontrar lo que estaba buscando. Cuando por fin encontró lo que buscaba.

-Sally (me toma de la mano) -esta es la casa de tu madre... ahora puedes, despedirte de tu madre.

(Le doy un abrazo) -Ben, no puedo explicar lo agradecida que estoy. Me diste la oportunidad de estar por última vez con mi padre en mi época favorita, y ahora con mi mamá. No se como agradecértelo.

(Ben me da un pico en la boca) -no tienes que agradecerlo, ver tu sonrisa es más que suficiente... anda tu madre debe estar ansiosa de verte.

Me aleje de Ben y me acerque a la casa, era una casa de 2 plantas, de color azul, tenía muchas ventana; el patio delantero estaba muy bien cuidado, no tenía flores o cosas así; pero el césped parecía muy verde.

Llegue a la entrada y toqué la puerta

*toc, toc, toc.

No respondió nadie, pero si me abrió un niño pequeño, de cabello castaño claro casi Rubio; ojos azules y grandes, y estaba vestido con un uniforme de fútbol.

El pequeño se me quedo mirando, creo que mi apariencia sucia no le dio buena impresión; pero bueno era un niño pequeño.

-hola ¿quien eres tu? (Dijo El Niño, con una voz inocente)

-me llamo Sally, este... ¿play whit me?

El asintió con la cabeza, y nos empezamos a corretear en el patio, por alguna razón. No... sentía ganas de matarlo, esa inocencia que emanaba de él, al mirar esos penetrantes ojos azules me daba una sensación de paz y algo de culpa al mismo tiempo.

¿Quien era este niño? ¿Y por que me siento tan apegada a el?

En ese momento, un hombre cuyo pelo era también castaño claro, sale de la casa y se nos queda mirando...

-¿¡Clayton!? ¿¡Dónde es-... (se nos queda mirando)

El hombre se quedo sorprendido al verme jugando con su hijo, no era la misma reacción de Angélica; sino como cuando alguien ve a un desconocido y no le da una buena sensación.

-Clayton...

-¿qué papi?

-ven (le hace señas con la mano) -ven acá hijo...

-¿mi amiga nueva puede ir conmigo?

-no, no. Seguro que los padres de tu amiguita nueva la están buscando, creo que lo mejor será que se valla a casa

-¿y no se puede quedar e almorzar con nosotros?

-no Clayton no... ¡ven ya!

-voy papá

En cuanto el señor le grito a ese niño, una mujer de cabello muy corto salió salió de la casa, y empezó a reprimir al hombre.

-¿¡porqué regañas a Clayton aho-... (voltea la cabeza y se me queda viendo) -Dios mío...

Ben x SallyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora