—¿De dónde vienes? ¿Qué traes ahí? ¿Y por qué esa cara de funeral? —preguntó Narcisa a Draco que venía ingresando a la suite, cabizbajo y taciturno. Dejó la revista de modas que estaba leyendo sobre el sofá y se acercó a su hijo.
—De afuera, un vino... y sí, vengo de un funeral... del mío —respondió con mal humor.
—¡Ja, ja, ja! ¡Viste a Hermione con su novio! —de verdad que no pudo evitar reírse en la cara Draco. Eso era algo que debía enmarcarse. Sí era su madre, pero merecido se lo tenía.
—¿Novio? ¿Es novio de ella ese tipejo? —preguntó al fin, mirándola con el entrecejo fruncido.
—Bueno, si lo que viste te dejó así... entonces, claro que es su novio.
Draco hizo un mohín negativo mezclado con asco, para luego dejar la botella y las copas sobre una mesa de arrimo al lado de un gran florero.
—¿Los niños siguen durmiendo? —preguntó tratando de desviar el tema, pero estaba claro que su madre no abandonaría así como así la burla a la que inevitablemente sería sometido.
—¡Uf, sí! Cansadísimos de jugar.
—Eso es bueno —opinó quitándose la corbata. Luego caminó hasta el balcón, necesitaba aire fresco. Suponía que unos pisos más abajo estaba su exmujer pasándola de lo lindo con «ese»... Y, como era de suponer, Narcisa llegó a su lado. Advirtió que ella había descorchado el vino y servido un par de copas.
—Ten. ¡Salud! —invitó luego de entregar la copa a su hijo y elevar la suya.
—Salud, no sé por qué —apoyó Draco bebiendo un sorbo.
—Por la noche de lujuria de Hermione.
Draco escupió el vino y Narcisa largó una carcajada.
—¿Duele, no? Sí, sí que duele... ¡Ay!, hijo, no soy malvada, pero de verdad que gozo viéndote así. ¡Merecido te lo tienes! ¿Qué pretendías esta noche? ¿Visitarla con este vino caro, brindar y «aquí no ha pasado nada»? ¡No sueñes! Y no hagas el ridículo, darás lástima. Recuerda que tú fuiste quien lo estropeó todo.
Draco puso la copa semillena en la mesita del balcón, luego dio la espalda a su madre y apoyó sus brazos en el barandal intentando fijar su vista en las luces de los barcos de la bahía. Narcisa era muy afectiva, pero cuando se lo proponía, podía llegar a ser desagradablemente insoportable.
—Draco, es hora dar vuelta la página, ella en su mundo y tú en el tuyo —sentenció al cabo de unos segundos.
—Cuesta.
—Sí, claro que te costará. No será fácil. Nada lo es. Para otra vez recuerda que el amor lo debes cuidar, como a una delicada planta. Si no lo riegas, si no lo mimas, se muere. Ya tienes la experiencia de haber perdido a la mujer de tu vida por una estupidez, por dártelas de súper hombre y mira... aquí hecho migajas, sabiendo que tu mujer... exmujer, digo, está en brazos de otro. ¡Salud, Hermione! —repitió con la copa en alto.
—¡Mamá, ya basta!
—¡Ja, ja, ja!
Narcisa ingresó a la habitación realizando una especie de baile, llevándose la copa de vino y la botella, al parecer su madre seguiría festejando el verlo hecho trizas.
¡Demonios que le dolía! Y ella, en ningún caso, le era infiel, simplemente estaba rehaciendo su vida... esa que él se dio la tarea de estropear.
¿Cómo se habría sentido él, si los papeles hubiesen sido invertidos, es decir, ella la infiel y él, el engañado? De seguro no habría soportado. Inspiró fuerte intentando tragarse el nudo que se había formado en su garganta y dio un fuerte golpe al barandal.
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No Se Amaban
Fanfiction"El enamoramiento llega de repente arrasando con todo a su paso, sin importarle nada ni nadie. El amor, en cambio, tiene un caminar lento para instalarse en tu alma, haciendo a ese ser un complemento de ti... y, lo mejor de todo, te hace feliz. Si...