EL FINAL SIEMPRE SORPRENDE,
aunque esté escrito desde el principio.La Chica Loca Enamorada me dejó allí en la plena soledad de mis pensamientos y solo una pulsera de elefante. Que era mía. Y que hace mucho ya la había dado por perdida. Sin embargo, con el propósito de desaparecer me dejé caer sobre las sillas de espera. No preferiría quedarme aquí, con la presencia de la muerte dando sus vueltas de regocijo. Y aún así, me quedé.
En la espera. Y en mi mente resonando aquellas palabras de tanto sentimiento oculto entre sus letras. De tanto anhelo desesperado por ser liberado. Y me culpo. Me culpo por ser tan idiota. Tan imponente e indiferente ante las miradas de enamorada, de La Chica Loca Enamorada.
Me dejé llevar por la incrédula idea de que ella no me gustaba. No por su forma de ser. No por su cuerpo. Su cuerpo era la menor importancia. No por algo superficial o estético. Si no, porque nuestras personalidades no eran muy parecidas al igual que nuestros gustos.
Yo, pensaba que al menos algo deberíamos tener en común, pero no.Pensé una y mil cosas que le podría decir. Que podría hacerle con tan solo dos minutos. Ahora mismo con esto que le está ocurriendo solo pienso en regalarle un beso. Un beso tan profundo y cálido. Tan satisfactorio que le bastaría con solo uno. Sin embargo, La Chica Loca Enamorada se quedaría con las ganas de uno más. Otro, otro, otro y otro más.
Las personas pasan como si la vida dependiera de ello. Ahora mismo deseo su cuerpo sobre el mío como en aquella noche en aquel auto. Y debo confesar que me siento una estúpida por dejarla así. Me siento tan mal por poner aquella cara, aquel semblante por un acto tan suplicio como aquel.
NUNCA VAS A ENTENDER
cuánto amor me costó
DEJARTE IR.Sus labios tan amables, suaves y bestiales sobre mis pechos. Tanto, que me surgían las ganas de besar cada una de sus esquinas. Meter mi lengua en lugares diferentes. Y que me suplique por más. Qué arrase conmigo y luego me esté abrazando con el más mínimo cariño e inocente amor.
Al contrario de aquel añorado sueño. Solo fue la respuesta de un rostro que apenas le dedicó una mirada de lástima.
Una mirada que ni valía la pena ser nombrada una mirada.Con aquel desagradable y desgarrador recuerdo en mi mente, me incorporé para caminar y dirigirme allí. A dónde ella se encontraba suplicando por unos minutos más de vida; mis pasos no alcanzaban así que comencé a correr cada vez más rápido.
Mis pechos saltaban y llamaban la atención de cualquier muchacho que se encontrará allí. De cualquier inepto viejo que estuviera pasmado en una silla de ruedas y allí en ese mar de miradas estaba yo. Corriendo por La Chica Loca Enamorada que ignoré desde que nos conocimos.
Al llegar, abrí la puerta y sin la menor importancia de que alguien se encontrará allí, me acerqué y la besé tan bestial y húmeda que no lo vió venir. El piercing que en ese instante tenía en mi labio inferior chocaba con las succiones que me regalaba. Nuestros labios en un arcoiris de colores tan tardíos y locos. Nuestras lenguas y en la forma que danzaban juntas como si toda su vida estuvieran separas una de la otra. Y en como nuestros cuerpos encajaban a la perfección.
Me subí. Pasé mi pierna al otro lado y creo que supe al instante que la humedad que brotaba de mí era notoria en la mente de La Chica Loca Enamorada. Cómo si nuestros cuerpos se movían en sintonía, rozándose entre sí.
Y allí, en ese mismo instante. Dejé de besarla para sonreír. Para mirarla y bajarme con debido respeto. Cuando volví a mirarla, La Chica Loca Enamorada me miró con una sonrisa de pensar y lástima y luego dejó de respirar. Su pecho ya no subía y bajaba como cuando nos besábamos.
The End.
Finish.
FIN.•••
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La Chica De La Pulsera De Elefante © ✔️
Short StoryLa Chica De La Pulsera De Elefante. Alguien tan misteriosa. Alguien tan sarcástica, pero graciosa a la vez. Su cabello de rulos oscuros. Sus ojos ocultos detrás de cristales por su tan poca visibilidad. Sus labios gruesos, y húmedos a lo que alguna...