Destino o Casualidad // Posie //

XV

La respiración de Josie era pesada, con los ojos cerrados. Sus espalda recargada sobre la puerta, mientras Penelope le besaba el cuello, descendiendo por lo largo de el. Hasta su clavícula. Una leve mordida en su hombro izquierdo, una mano de Penelope. Desciende por el muslo de Josie, parando en el inicio de su trasero. Sintiendo lo suave que es, la esencia que desprende la gemela es dulce. Deliciosa, mientras que con la otra libre. Lleva las manos de Saltzman sobre su cabeza. Deteniendo las. Esto pone más inestable a Josie, cuando sus ojos se cruzan con los verdes. Logra apreciar el deseó de la niña, sus pupilas dilatadas.

El centro de Saltzman palpita, su piel quema. La forma en la que Penelope controla, manda y es exigente. La pone cada vez más. Si la morena con sólo verla respirar es sexy, ahora imagina lo doble de sexy que debe de ser cuando se trata de la intimidad.

Chupa ligeramente sobre el pulso de Josie, dejando una marca rojiza. Poco apreciable, sólo de cerca lo puedes ver. Las piernas de la gemela tiemblan, sus músculos se contraen. Necesita, quiere más de ella.

Pero Penelope pide permiso para seguir con la acción, no quiere pasar los límites. Por más que las dos estén demasiado entregadas, solas. Calientes, en una habitación que no es siquiera de ninguna, a punto de desvestirse. Con miles de desconocidos del otro lado de la puerta.

-Quiero esto.- Josie lame su labio. -Lo he deseado desde que te vi por primera vez.- después de eso. Ella fue la que tomo el control.

Deshaciendo se de la blusa de Penelope, para después besar su boca feroz mente. Llevándola hacia la cama, en pasos torpes e inestables para las dos.

En cambio, la morena la detuvo cerca de un mueble. Llevo sus manos a sus piernas y la levanto, subiendo la. Quedando en medio de sus piernas. Josie jadea sobre su oído. No le importa si es demasiado rapido, ella lo desea aquí y ahora. Pasea sus manos por el abdomen mercado de la morena, algo llama su atención y creé que es un tatuaje. No lo puede ver por completo, pues el mezclilla cubre la mayoría de el.

Penelope hunde sus dedos en el cabello de la gemela. Para después jalarlo hacia atrás. Demasiado caliente para Josie, sentir ese dolor placentero.

Esta demasiado sumergida en el placer, que no le importa nada más. Pero algo en su mente, la hace querer parar. ¿Es muy rapido tener sexo?. ¿Debería esperar más tiempo?. No tienen mucho de conocerse pero Josie sabía la atracción que siente. Además, a esto venía.

Venía a reclamar lo suyo, no es que Penelope ahora le perteneciera. Ni nada por el estilo. Pero Josie la quería, tenía sentimientos que estaba segura que con el tiempo se irían fortaleciendo. Y también estaba segura de que Penelope sentía lo mismo. 

-Josie.- trata de parar. -Creo que no es buena idea. Alguien puede entrar y tú...tú tienes novio.

-Terminamos.- entre besos.

Eso la toma por sorpresa. -No sabes lo felíz que soy en estos momentos. Pero aún así creo que no es buena idea.- retrocede un poco, viendo los labios hinchados, rojos. Su cabello desordenado.

No es que ella no desea que pasé.
Pero la morena creé que debe de respetarla, primero salir a un lugar juntas. Hablar. Disfrutar de la compañía de la otra y ya después tener relaciones.

-No quiero hacerlo y después escuchar que vengas a decir. Que fue un error, un experimento.

-Me gustas Penelope.- fue sincera.
-Nunca creo poder decirte eso, tal vez es muy rápido, pero me gustas mucho. No se que hiciste conmigo pero, no has abandonado mi mente desde que te vi. Te has adueñado de ella y me siento estúpida por que jamás he tenido estos sentimientos por nadie.- toma los costados de su cara. -Y tengo miedo de salir lastimada. Por que eres la primera y única chica que me hace hacer cosas.