De malas noticias y negatividad.

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I'll always miss you, like the stars miss the sun in the morning sky.

28 de Junio, 4.39 a.m.

A las cuatro y treinta y nueve de la madrugada, un gritó rasgó la noche en el hospital Memorial de Chicago, en la habitación 529, exactamente.

Kairi Cooper pegó un salto de la butaca en la que, a duras penas, había conseguido dormirse, y corrió a coger la mano de su novio, Dorian James, quién había emitido aquel grito.

"¡Dorian, Dorian! ¿Qué pasa?" exclamó ella, asustada ante la expresión de su novio.

"El...pecho...Kai." dijo el chico, como pudo.

"¿Te duele?" preguntó Kairi, sin saber qué hacer.

El chico esbozó una pequeña sonrisa. "No...me...hace...cosquillas." ironizó.

Kairi, entre las lágrimas, rió histéricamente. "Tan sarcástico como siempre."

"Kai, te quie..." La voz del chico se desvaneció, seguido de un pitido agudo, y una línea recta en la pantalla frente a Kairi.

La chica, presa del pánico, salió corriendo al pasillo. "¡Mi novio!" chilló. "¡Una parada cardíaca! ¡Por favor, ayuda!"

Ante el grito de Kairi, vinieron cuatro enfermeros y dos doctoras, y entraron corriendo a la habitación. "Permanece fuera." dijo el enfermero de cabello cano.

Y entonces cerraron la puerta, excluyendo a Kairi de la posible muerte del amor de su vida.

La chica, con su cabello suelto completamente alborotado, y con tan sólo la camiseta de Bowie de su novio, comenzó a aporrear la puerta de cristal de la habitación tan fuerte que pensó que la rompería. "¡Abrid la puta puerta!" gritó, completamente fuera de sí misma.

Intentó ver algo a través de las cortinas, pero lo más que llegó a ver era a una doctora intentando reanimar a Dorian, mientras los otros hablaban rápido, agobiados.

Los brazos de Kairi no podían aporrear más la puerta, y entonces sus rodillas cedieron, dejando a la chica sentada, con la espalda contra la pared blanca frente a la puerta. "Dorian." susurró.

5.05 a.m.

Kairi pensaba que si no le decían nada en menos de un minuto, se volvería completamente loca. Entraban y salían doctores, y enfemeros, pero nadie le decía nada, y si intentaba entrar o pasar, la empujaban.

Finalmente, la primera doctora que entró, al salir de la habitación, se dirigió a Kairi. "¿Eres la novia del chico?"

"En realidad, soy su prometida, Kairi Cooper." contestó ella, abrazándose a sí misma. "Él...no tiene más familia."

La Doctora Evans (ponía en su placa plateada) asintió. "Ha tenido un paro cardíaco." dijo ella, con tono serio. "Ha estado clínicamente muerto durante tres minutos, pero hemos conseguido reanimarlo."

Kairi suspiró, sintiendo que podía volver a respirar, sintiendo que ese nudo en su garganta y zumbido en su cerebro se iba. "Es su segundo fallo cardíaco en una semana." susurró, con lágrimas rodando por sus mejillas. "No le queda mucho, ¿verdad?"

"¿Puedes soportar la verdad?" preguntó la Doctora Evans.

"Sé que lo voy a perder, que voy a perder a la única persona que me importa en este mundo, así que quiero saber cuándo." dijo, cruzándose de brazos.

"Siendo sincera, señorita Cooper, siendo optimistas..." la mujer vaciló, sin querer decirlo. "Una semana, siendo muy positivos."

"¿Y siendo negativos?" preguntó Kairi, temiendo la respuesta.

"Siendo negativos, se podría morir ahora mismo."

Smoke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora