¡Dios!
El corazón me late demasiado rápido, El ascensor llega a la planta baja, me vuelvo a tropezar pero sigo caminando, prácticamente casi corriendo, aunque mis piernas parecen hechas de gelatina, al salir del edificio, mis pulmones se llenan de aire y mi corazón se enriza a calmar y a regularizar sus latidos, levanto mi rostro al frío aire del otoño y me refresca los pulmones.
Me tranquilizo y empiezo mi lenta marcha hacia mi casa, me vuelvo a poner los auriculares, y dentro de mis oídos se escucha a Adele a todo volumen. Mientras camino al subterráneo mi cerebro empieza a procesar lo que ha pasado a esta mañana.Jamás en mi vida me impacto alguien como Benjamin Masen y no puedo entenderlo. ¿Es porque será atractivo? ¿Educado? ¿Algo volátil? ¿Poderoso? ¿Rico? - la reacción de hoy creo que no tiene justificativo, y menos para mis contestaciones, creo que fui algo altanera con el, pero el solo pensar que puede llegar egocéntrico me molesta, pero cuando me dijo que quería mejorar aunque sea una pequeña población me tomo de sorpresa, bueno a digamos que él me tomo totalmente por sorpresa.
A medida que estoy por llegar al subterráneo empieza una lluvia torrencial en cual me mojo de pies a cabeza. ¡Grandioso! Me tengo que bañar sino me enfermare, y odio enfermarme, además no puedo parar de pensar en el, ¿Por qué será? Además creo que es imposible que un hombre como el se fijase en mi, es totalmente ridículo, mi autoestima no es la mejor cuando se trata de hombre, no me considero Cindy Crawford ni mucho menos, ni tampoco he tenido demasiados hombres en mi vida, simplemente porque me cuesta relacionarme con ellos, no porque me atraigan, sino que mi experiencia en el amor fue complicada y dolorosa.
Pero algo con Masen fue diferente, fue algo desafiante para mi, me gusto, no solo físicamente, sino también la seguridad de si mismo, en su cuerpo, en sus movimientos, en su manera de hablar.
¡Ya basta! Tengo que dejar de quemarme las cejas con el, es algo imposible, estoy exagerando con algo que no sucedió y no va a suceder, además cruzarme con el nuevamente, estaría temblando de los nervios, parecería una gelatina andante, y en esta ciudad es imposible. Finalmente llego al subterráneo, empapada.
Abro la puerta de casa, y veo a Gail sentada en el sofá, con el ordenador portátil, escuchando música y trabajando, las Kleenex y una taza de té.
- Hola Alex, pensé que volverías un poco más temprano, ¡Jesús! ¿Acaso te sumergiste en el Hudson? - Cuando me ve, totalmente mojada corre a buscarme una toalla, cuando vuelve yo me estoy sacando el abrigo que chorrea agua.
Se ríe mi situación, yo también sonrío ante su gracioso comentario.
Se ha largado a llover de manera torrencial, antes de que llegara al subterráneo - Le digo secándome los gotones, que me caen de cabello, espero no enfermarme.
- ¡Dios! Te tendrías que haber llevado un paraguas o un piloto, Alex, estas empapada.
- ¡No! ¿En serio? - Le contesto irónicamente, ante su comentario, y ella se ríe conmigo, ante esto.
- ¿Cómo te fue en la entrevista? ¿Cómo es?... Te debo una por cierto - Me pregunta ansiosa, empezó la inquisición de preguntas y respuestas, esto parece 60 Minutos Con Gail Thorne, veo que se ha estado comiendo las uñas por saber como me ha ido. Además, ¿qué le puedo llegar a contestar? ¿Qué le puedo decir?
- Me alegro de que haya terminado, me pareció algo desafiante, intimidante, lo bueno es que no tengo que volver a verlo, me pone muy nerviosa. Es muy intenso, centrado y muuuuy joven. Me encojo de hombros
Gail me mira con expresión cándida, yo la observo con una ceja levantada.
- Además, no te hagas la inocente, ¿Por qué no me pasaste una biografía? Me hizo sentir como una idiota por no tener idea de quien era.
Gail se tapa la boca con ambas manos.
- Alex, lo lamento... no lo había pensado.
Resoplo.
- En general ha sido amable, un poco formal y algo egocéntrico, típico de alguien que puede tener a todas las mujeres a sus pies. Pero cuando habla de trabajo, no suena como alguien de veintipico de años. Además, ¿Cuantos años tiene?
- Veintisiete. Alex realmente lo lamento, tendría que haberte contado un poco de el, pero estaba muy nerviosa. De acuerdo me llevo el grabador así empiezo a transcribir la entrevista.
- Pareces un poco mejor, ¿tomaste el medicamento? - pregunto para cambiar de tema
- Sí, y me siento mejor también.
Me sonríe agradecida, ya que yo fui a comprar sus medicamentos. Miro el reloj, veo que tengo bastante tiempo para ir a Magnolia, así que voy a bañarme.
- De acuerdo, voy a bañarme, antes de que me resfríe, comeré algo y me iré al trabajo.
- OK, preparare el agua para una sopa.
- Nos vemos en un rato.
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El contrato...
RomanceAlexandra Miles una joven de casi 23 años, con un pasado en el amor muy doloroso para recordar. Vive en Nueva York, con su mejor amiga Gail, trabajando en una de las pastelerías más reconocidas de la ciudad. Hasta qué un día todo cambia... Benjamí...