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~Lena~

- Pero Lena no hay tiempo, puedes revertir después. Dice Kara con rapidez.

- No, Kara, aún me quedan un par se semanas, se que voy a encontrar la manera. Digo y ella no vuelve a decir nada.

¿ Como le explico que si lo hago puede incluso repudiarme a mi?. Eso no lo puedo permitir. En estos días  Kara se ha abierto a mi.

Me contó lo sus padres, ellos también van a pagar por lo que le hicieron.

Lo peor fue escuchar lo que le hacían. ¿ Como pudieron herir de esa forma a Kara?.

Ella lo único que genera es ternura. Le conté de mis padres. De mi adopción y la muerte de mi madre a los 4 años.

Con ella me siento bien, puedo dejar de ser la Lena fría y sin sentimientos que muestro al mundo.

Si Kara después de todo lo que le hieron es capaz de hacerme sonreír es lo mínimo que puedo hacer. Mostrarme tal cual soy.

- ¿ Que pasa sí se cumple el plazo y aún no has logrado revertirlo?. Pregunta y no tengo que pensarlo.

- Dejaría que me quiten todo y buscaría la forma de seguir investigando para salvar a Sam. Digo y ella niega.

- No puedes hacerlo Lena, tu me trajiste para eso, no puedes dejar que por mi tu amiga muera. Dice y mira al suelo.

- No sería por ti Kara. Me acerco y tomo sus manos. Hasta el momento es lo único que me deja tomar.

-Yo  prometí no hacerte daño, y lo voy a cumplir, no quiero que me odies como a eso degenerados. Digo y ella me mira.

- No eres como ellos Lena, y yo jamás te voy a odiar. Dice y niego.

- La cura puede hacer que me odies, que no permitas que te toque, que no quieras verme. Digo y con miedo toco sus mejillas. Ella cierra los ojos y me acerco.

Cierro los ojos y con suavidad beso su labios.

Es tan suave y hermosa

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Es tan suave y hermosa. Sus labios se mueven y sigue mi beso.

No hay prisa, solo quiero hacerle saber todo lo que siento por ella.

Cuando me separo ella abre los ojos y la miro asustada.

- Lo siento Kara, yo. No termino de hablar por que ella vuelve a unir nuestros labios.

Ahora ella lo hace más fuerte, intento separarme pero ella me abraza y no me deja.

- Kara. La llamo pero ella sigue sus besos. Baja a mi cuello y siento como chupa. Va a dejar una marca.

- Kara, cariño. La llamo, pero parece que estuviera en trance.

Cuando comienza a quitar mi camisa me aparto con un poco de fuerza.

- Aunque quisiera que me hagas el amor, no es el momento Kara. Le digo y ella me ve roja.

Ella no vuelve hablar mientra me acomodo mi ropa. Me acerco y ella se aleja.

- ¿Kara?. La llamo y ella llora.

- ¿ No quieres porque estoy usada?Yo era virgen Lena, te lo juro, pero ellos tomaron todo de mi, yo yo. No dejo que termien de hablar.

- Tranquila Kara, a mi no me importa que no seas virgen, me da rabia que te tomaron a la fuerza, pero no es por eso que te detuve, quiero que cuando lo hagamos sea especial, no aquí, en ese laboratorio.

- Tal vez en una linda playa, podemos viajar este fin de semana, o puedo llevarte al lugar que más te guste. Digo y ella sigue llorando.

- Sabes yo nunca lo he hecho con una mujer, sería mi primera vez, solo quiero que sea especial para las dos. Vuelvo a hablar.

- Tu lo harías especial, solo por ser tú. Dice y la abrazo.

- Cariño, hoy tengo que ir a la oficina, necesito firmar algunos papeles, ¿ Quieres ir conmigo?, yo se que es aburrido pero me gustaría. No me deja terminar de hablar por que besa.

- Estaría encantada. Dice y me sonríe. Yo también lo hago.

- Si vas a hacer para callarme  voy hablar mucho. Digo y ella me sonríe.

- Antes de salir de la mansión la llamo.

-Cariño, en la empresa no soy la Lena que conoces, tal vez sea un poco fría y arrogante.

- Tranquila, creo que se de que hablas, al principio eras así

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- Tranquila, creo que se de que hablas, al principio eras así.

- Si, lo siento, desde siempre he sido así. Digo y ella me sonríe.

- Me gusta. Dice y se sonroja.

-¿En serio?, tal vez sufras de síndrome de Estocolmo. Digo en broma pero ella deja de sonreír.

- Créeme que eso no es, tu jamás me has tenido secuestrada, no lo he sentido así, me has llavado al cine, a restaurantes, a pasear, puedo hacer todo lo que quiera dentro y fuera de aquí, no como ellos. Dice y la abrazo.

- Lo siento, no pienso lo que digo.

- Tranquila. Dice pero veo la tristeza en los ojos.

-¿ Y sí al salir de la oficina hacemos lo que quieras?. Le pregunto y ella me ve sorprendida.

-¿ Lo que quiera?. Dice y asiento.

- Podemos ir al cine, al restaurante que quieras, al parque de aquella vez, solo tienes que decir lo que quieras hacer y eso haremos.

- ¿ Podemos ir al gimnasio?. Pregunta y yo la miro sin comprender. De todos los lugares a los que podíamos ir y Kara escoge un gym.

- Si, hace mucho que no hago ejercicio, y me gustaría ir. Dice y me hace esa mirada a la que no puedo decir que no.

- Esta bien, pero debemos comparar ropa. No creo tener nada de hacer ejercicio. Digo y es verdad. Siempre he sido floja para salir a correr y ni hablar de ir a un lugar lleno de gente sudada.

- Gracias, ahora vamos a esa oficina tuya. Dice y me da un beso.

Al llegar pongo mi pose de hierro y miro a Kara. Ella me sonríe y baja del carro.

Camino con mi andar de ejecutiva, y no saludo a nadie. De vez en cuando miro a Kara y ella se ve impresionada por todo.

Cuando llegamos a los ascensores. Uso mi llave y nos lleva directo a mi oficina.

- Definitivamente me gusta esta Lena incansable, sí trabajará contigo me intimidatorias. Dice Kara una vez el ascensor comienza a subir.

Tu Eres Mi CuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora