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~Lena~

Desperté y todo mi cuerpo ardía. Pero no de buena manera. Mire mis brazos y hoy se veían más rojo que ayer.

Todo me ardía, quería rascarme pero se que solo me haría daño.

-Amor. Llame a mi dormilona novia. Sentía las lágrimas a punto de salir.

- Kara. La movi y ella se movió, dijo algo y escondió su rostro de nuevo en la almohada.

- Cariño, me duele, despierta. Dije con voz de dolor. Kara enseguida se despierto.

-¿ Que pasa?¿ Donde te duele?. Dijo con rapidez, podía ver su preocupación.

-Me arde el cuerpo. Dije y ella miró mi cuerpo desnudo.

-Lena, dios me asustaste, si querías volver hacer el amor solo tenías que pedirlo. Dice y la miro sin entender.

-No quiero sexo, solo que deje de arder. Dije y comencé a llorar. Podía ser muy infantil cuando me enfermaba, o eso decía Sam.

-Calma amor, voy a pedirle alguna crema a Sam o Lucy. Se levantó y antes que yo pudiera decir algo salió de la habitación.

-Kara, ven ya. Grite, me levanté con cuidado y me puse una bata. Aún me ardía pero debía buscar a Kara antes que la vea Sam o Lucy.

Cuando salí de la habitación ya era muy tarde.

- Dios Kara ponte algo, este Yate no es una isla nudista. Dijo Sam. Pude ver a Kara mirar su cuerpo por primera vez. Ella corrió de regreso. Cuanso llegó junto a mi le pase otra bata. Podía ver su rostro rojo de vergüenza.

-Tranquila amor, le pidia pasar a cualquiera, aún no estabas 100 por ciento despierta.

-Sam estaba aplicando la crema a Lucy, creo su piel es igual a la tuya, muy sensible. Dijo.

Al entrar de nuevo al camarote de Sam, junto a Kara, Sam se veía preocupada. Lucy estaba acostada y llena de crema por todo el cuerpo.

-La próxima vez, vamos a un lugar frío, donde no tengamos que ver como sus pieles sensibles se afecten. Dice Sam al ver mi piel.

- Opino igual. Digo con media sonrisa, no quiero que por esto se dañen nuestras vacaciones. Sam le da la crema a Kara y le explica cómo usarla.

- Para evitar maltratar más sus pieles, hoy no salen más a cubierta, solo en la noche. Demanda Sam hago un puchero pero Kara asiente.

-Estoy de acuerdo. Dice mi novia. Al regresar a nuestro espacio, Kara me ayuda a quitar mi bata con cuidado que no roce mucho mi piel.

Sus manos con crema me dan alivio, Kara es muy cuidadosa, solo toca lo necesario. Cuanso termina me ordena intentar dormir de nuevo miestra ella boca algo para desayunar.

No sé si es por el cansancio pero me despierto con pequeños besos en mis labios. Sonrio.

Abro los ojos y Kara me muestra la bandeja. Insiste en darme el desayuno, y yo acepto feliz. Necesito que me den mimos cuando estoy enferma. Y parece que Kara lo sabe. Porque todo el día pasó a mi lado, acariciando mi cabello, dándome las comidas, y dejando pequeños besos en mis labios.

No vi a Sam y Lucy en todo el día. Pero por lo que escuchaba a Kara, ellas pasaron el dia como nosotras. Al llegar por fin la noche salimos a cubierta.

La brisa movió mi cabello de un lado para otro. Kara solo reía de mis intentos por peinarme.

- Amor, siéntate, te voy hacer una trenza. Hago lo que dice y aunque es algo difícil por la brisa Kara lo logra.

Tu Eres Mi CuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora