17

1.2K 115 8
                                    

~LENA~

El fin de semana pasa,  Samantha vuelve a casa con su hija Ruby. Kara y yo hemos aprovechado para conocernos más. Ahora que no tengo que investigar la cura para Sam tengo más tiempo.

-¿ Quieres ir a la empresa?. Le pregunta a Kara, cuando la veo lista para salir.

- Sí, me aburro estando sola. Dice.

- Sabes que hoy va a ir tú papá, ¿ Estas segura que quieres ir?. Le pregunto un poco preocupada por ella.

- Sí, tú me prometiste que nadie me va alejar de tí. Dice confiada.

-Lo sé, pero aún tengo un poco miedo, él es tu padre, puede converserte para que te vayas con el.

-Eso nunca. Dice y me besa.

Sus labios me generan un poco de tranquilidad. Él no podrá llevarse a Kara si ella no quiere.

- Esta bien, pero no te alejes mucho de mi. Digo y tomo su mano.

- No pensaba hacerlo. Dice y sonrio. ¿ Donde estuvo Kara toda mi vida?.

Llegamos a la empresa tomadas de las manos. Todos nos ven sorprendidos. No saludo a nadie como de costumbre. Pero puedo escuchar algunos murmullos.

Cuando llegamos a la oficina suelto su mano. Kara me sonríe y besa.

Con la misma rapidez se aleja de mis labios y se sienta en el mueble de la oficina.

-¿ Y eso?. Digo sorprendida.

- Quería darle un beso a mi novia antes que comenzará a trabajar. Dice con sus mejillas rojas. Me encanta que aún se sonroje.

- Podrías darle más besos a tu novia justo ahora. Digo con un puchero. Voy a su regazo y me siento. Acario sus dorados cabellos. Me acerco y beso sus labios. Es tan hermoso sentir su respiración agitada.

- Espera. Dice cuando estoy a punto de quitar su ropa.

-¿ Porque?. Digo mientras dejo besos en su cuello.

- Aquí no. Dice. Puedo sentir su cuerpo tenso. Me separó y veo sus ojos.

-¿ Estas bien?. Le pregunto preocupada. Desde lo de James no la había visto tan tensa. ¿ James? Ahora recuerdo, Kara nos vio en esta oficina.

- ¿Te sientes incómoda por lo de James?. Le pregunto un poco asustada.

Ella asiente y veo sus ojos tristes. La abrazo y escondo mi rostro en sus cuello.

-No me gustó, te lo juro, no me forzó ni nada, pero simplemente no era con él con quien quería estar. Ella beso mis cabello.

Ninguna dijo nada más, ella solo me abrazaba, y yo en ocaciones dejaba pequeños besos de disculpas.

Escucho mi teléfono, y sin desearlo me aparto de Kara. Veo que es mi secretaria.

- Señorita Luthor, él gobernador Danvers está aquí. Miro a Kara y ella parece que lee mi mente porque asiente.

- Déjalo pasar. Digo y cuelgo.

Entra un hombre de no más de 50 os. Su actitud arrogante es lo primero que llama mi atención. Él mira toda mi oficina y ve a Kara. Se acerca pero hablo antes que intenté cualquier cosa.

- Señor Danvers. Digo y el vuelve su vista. Sus ojos son casi del mismo color que los de Kara. Pero no está ésa inocencia que tanto me gusta.

- Luthor. Responde y se sienta frente a mi silla. Miro a Kara y ella se ve asustada.

-¿Que necesita? Digo directo. No me gusta ver a Kara tan asustada.

- Lo único que quiero saber es ¿ Que hace mi hija con usted?, ella estaba en un tratamiento. Dice y veo como aprieta sus puños.

- ¿ Sabes en qué consistía el "tratamiento"?. No intento ocultar mi enojo.

- Pues claro, yo mismo di mi autorización. Me levanto de la silla y él hace lo mismo. Intenta intimidarme con su altura pero no me dejo.

- ¿ Dio su autorización para que varios hombres la violaran?. Digo con voz dura.

-Daños colaterales. Dice y no puedo creerlo. Él desgraciado sabía y aun así dio su autorización.

- Salga de mi oficina. Grito.

- No sin mí hija, ella debe volver a ese lugar, solo podía salir cuando estuviera curada. Dice y se acerca a Kara.

Corro y dejo a Kara detrás de mí. Él me ve y luego a Kara.

- Mi novia no va salir de aquí. Digo y él me ve sorprendido. Siento la mano de Kara apretar mi brazo.

Miro de reojo y no se ve tan asustada como antes. Tal vez hasta se ve decidida.

-¿ Novias?, están enfermas las dos. Dice con asco.

- Él único enfermo es usted. Digo y veo como entran los de seguridad.

-Saquelo de aquí. Digo. Mis hombre lo toman de los brazos y lo sacan. Escucho sus gritos de amenazas.

Me vuelvo y Kara me abraza, esta llorando, acaricio su espalda para tranquilizarla.

- Ven. Digo y esta vez me siento yo en el mueble y la pongo sobre mis rodillas.

- Tranquila Cariño, ya no está. Digo y ella sigueb ollosando.

- Él sabía. Dice cuando está más tranquila.

-Desgraciado. Digo con rabia.

-¿ Cómo pudo dejar que me hicieran eso?. Pregunta.

- No lo sé cariño, pero ya se fue, y nadie va a volver hacerte daño. Digo.

-Gracias a tí.  Dice ya un poco mejor.

-Nadie se mete con un Luthor. Digo y le limpio sus lágrimas.

-¿ Que pasa si regresa?. Pregunta.

-Voy a prohibir sus visitas a esta empresa, y en la casa nadie puede entrar sin mi autorización. Le digo.

- Gracias lena, por protegerme. Dice y me besa.

- De nada Cariño, sabes que haría lo que sea por ti.

Seguimos basándonos. Hasta que decido que mejor es volver a la mansión. No creo poder trabajar después de este mal rato.

Cuando estamos esperando a Hank fuera de la los laboratorios un carro negro polarizado nos asusta.
Bajan varios hombre y pongo a Kara detrás mío. Ellos vienen y apartan a Kara. Siento algo en mi nariz e intento respirar, la tela huele fuerte y todo se vuelve negro.

....

Despierto y veo mis manos amarradas, estoy en una camioneta y a mi lado un hombre elegante.

-Ya estamos por llegar, disculpa los métodos, pero ya esperé mucho por la cura.

-¿ Cura?. Digo y veo que entramos a un ¿castillo?.

-¿ Donde está Kara?. Preguntoncon miedo.

-¿Quién? Mis hombres solo tenían órdenes de traerla a usted. Dice y me tranquiliso un poco.

Tu Eres Mi CuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora