5, Vamos!! es nuestra oportunidad

801 56 29
                                    

Cuando el español se sentó en su lugar observó a su hijo, que se alejaba cada vez más.

Los lugares eran asignados por filas, estos iban de arriba hacia abajo, la entrada y salida estaba en la parte baja por lo que cuando alguien ingresaba debía subir las escaleras dependiendo su lugar en el continente.

Eran cinco filas de arriba a abajo, separados dependiendo la organización, los del norte arriba y los del sur abajo, central al medió en los americanos, estaban en la primera fila junto a la salida, primero los latinos y despues los demás en orden.

En la segunda fila estaban los europeos, estos se dividían de oeste a este, siendo los del oeste los de arriba y el éste los de abajo.

La tercera fila tenia a los asiáticos, ellos se ordenan igual que los europeos, pero los del este eran los de arriba y oeste abajo.

La cuarta fila era ocupada por los africanos, que se ordenan por llegada, dejando de lado las formalidades por los asientos estando los norteños con los centrales o los del sur, ellos eran mas libres.

La quinta y ultima fila era ocupada por los oceánicos que se dividían con los del norte arriba y los del sur abajo.

En la segunda fila, tres individuos resaltan, además del español.

Uno por la insistente y aterradora mirada que le enviaba al español, otro por la sonrisa risueña que mandaba a la primera fila y el ultimo por su mirada fulminante al anterior nombrado pero tambien por sus bobas y pequeñas sonrisas que se le escapaban al ver a alguien.

El español estaba distraído, no apartaba la mirada de su hijo quien ni caso le hacía.

ONU habia proseguido con la reunion, todo era tranquilo y silencioso, algo nuevo es sus reuniones, de rato en rato dedicaba su mirada a la primera fila, más precisamente, a la colonia latina. Le era tan raro encontrarlo prestandole atención a lo que decia y no que este murmurando lo aburrida que es o de querer irse, los demas americanos tambien estaban callados, algo sorprendente, y algo tensos.

Le inquieta pero siguió hablando, de temas políticos y económicos, hasta que noto la incomodidad de la colonia y la poca atención que le prestaban.

Golpeó el reporte que estaba leyendo sobre su escritorio, toda la atención volvio a él.

- Me disculpo si mis reuniones son aburridas, pero estos son temas graves, deberian prestar atencion siquiera...

Les retó, ya estaba cansado de lidiar con tantos paises y que sólo la minoria le prestará atención, estaba por seguir recriminado sobre sus comportamientos, para nada maduros, si no fuera por una mano levantada.

- Que sucede joven Estados del Río de la Plata...

Dijo mostrando verdadera atención y suplica para que este no hiciera nada malo.

- Me disculpo señor ONU por mi intromisión...

Empezó, pidió un permiso silencioso para levantarse y se acercó al ente, este se puso algo nervioso por el porte que presentaba la colonia.

- Que sucede para que te tengas que disculpar...

Hablo al tenerlo a su lado.

- Me disculpo por el comportamiento de mi padre y por lo que provocó mi presencia....

Le hablo sereno con un pequeño toque, en su tono, arrepentido.

- Si quiere puedo retirarme de la sala, para así usted pueda proseguir con la reunion...

Hablo bajo, solo para ser escuchado por la organización.

- Eh no, no hay necesidad joven...

Su nombre era algo largo y el lo entendió.

Una colonia, otra vez... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora