3, Despierta

892 65 29
                                    

El español seguía durmiendo, con un brazo envolviendo el torso de su hijo, su cabeza en la almohada.

El menor de los dos empeso a despertar, se sintio desorientado al contemplar la habitación y mas al sentir un calor corporar ajeno, se iba a levantar pero una punzada en la cabeza trajo de vuelta sus recuerdos.

Fue como si estuviera reviviendo todo su vida en un segundo, pero las ultimas horas fueron peor, recordo como abandono su libertad para pasar a ser una colonia de nuevo, su colonia, la colonia de su padre.

Cubrio sus ojos con una mano, esta se empapo de lágrimas, solto unos sollozos que calló con ambas manos, no queria despertar a su padre por temor a que este le reprendiera por llorar, pero no evito el escapar de algunos de sus sollozos.

El español dormia plácidamente hasta que siente un pequeño movimiento a su lado, supuso que Plata se estaba levantando, pero se alteró al oir unos sollozos, abrió rapidos sus ojos dejando atrás cualquier pizca de sueño y se fijó en su hijo, este le habia dado le espalda mientras temblaba por el llanto, posó una de sus manos en su hombro que provocó que este temblara más.

Se estaba alterando en el pensar que tal vez se haya lastimado por el cambio de bandera, lo sacudio un poco para que despues girará y ver su cara.

Ver esa expresión, de miedo y terror en el menor, le rompió el alma, lo abrazo y fue correspondido en el instante, se aferró a su pequeño que manchaba de lagrimas su camisa, acarició sus cabellos empesando a tararear una vieja nana que les cantaba a sus hijos cuando se asustaba. De a poco el llanto y temblores involuntarios del americano, fueron mermando hasta callar.

España se separó un poco de su hijo para ver su rostro, era tal cual fue en sus tiempo como Virreinato del Río de la Plata pero muy diferente a la vez.

- Oh mi Plata, que pasa, te duele algo...

Le preguntó con cariño y preocupacion en su tono.

- Pa...padre..yo....

Apenas pudo articular palabras, estaba con miedo de que su padre le rete por hablar como tartamudo que cerró sus ojos con fuerzas.

España parece que entendió el reaccionar de su hijo, suspiro y acarició de nuevo su cabeza.

- Plata, no tienes por que seguir teniendo miedo.... de mi, se que antes me equivoqué pero e cambiado chaval...asi que por favor..empesemos de nuevo...

El español reconoció sus errores pasados y hablo con la ilusión de que su hijo lo perdone.

Plata penso en lo dicho por el mayor, no le vio el sentido a negarse ya que no tenia opción pero le vio un sentido a lo dicho.

- Esta bien padre... Podemos intentarlo...

Le respondió, su vos era grave y seria al igual que su mirada, ya no se veia como un niño, ahora parecia mas maduro con actitud de alguien de su edad.

España sonrio y lo abrazo fuerte, dejándole sin aire, pero fue correspondido.

- Vamos crío, hay que ir por el desayuno...

Dijo mas animado el español.

- Vale pa...

Respondió con un acento español muy pronunciado, como si siempre huviera hablado así, a España le sorprendio y alegro.

Se levantó y fue hacia el ropero, sacó dos mudas de ropa y las dejo en la cama.

- Aquí tienes tu ropa crío, a cambiarse...

Hablo, su sonrisa no se iria por nada al ahora tener a su hijo de vuelta, o al menos a uno.

Estados del Río de la Plata o Estados de la Plata, o solo Plata, se levantó y agarro su cambio de ropa luego vio la otra.

Una colonia, otra vez... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora