Una colonia, otra vez...

7, qué le hiciste!!?

Al día siguiente, la segunda y última parte de la reunion dio inicio.

Todos o la mayoria estaban intrigados por la ausencia de la colonia y el, al parecer, mal humor del español.

La ONU no dijo nada, supuso que el joven se sentía demasiado incómodo al ser vigilado por tantos pises, y empezó con la reunion.

Al terminar todos se despidieron y retiraron, los latinos se fueron junto con los anglosajones, algunos fueron retenidos para no ir a reclamarle y empesar una pelea con el español.

Un europeo sospechaba algo, pero no quería quedar como el malo, y no hizo nada, ni reclamo por la ausencia del menor ante su compromiso con este.

El español subió al auto y fue directo al aeropuerto rumbo a casa.

Se estaba atormentado en su interior, la noche anterior no durmió nada al pensar en lo que hizo.

Habia maltratado a su hijo, a Plata, de nuevo, cuando le dijo que no lo haría, lo hizo, se atormentaba con sólo pensar, recordar, las facciones del menor demostrando miedo, terror, y dolor.

Queria que el avión fuera mas rápido, queria llegar pronto y disculparse con su niño, esperaba que este lo perdone y vuelvan a ser como antes, como lo fueron en ese corto tiempo.

Al llegar a su territorio, las manos le temblaban y sus piernas no querían responder, junto valentia y emprendió el viaje hacia el Palacio con la esperanza que su hijo lo esperará para recibirle.

Eso era mucho pedir y lo sabía, sabia que sólo con encontrarlo, deberia conformarse.

Llegó, hay frente suyo estaba su casa, el Palacio, sus pasos eran lentos a comparación de lo que quería hacer.

Queria correr y entrar rapidamente buscando a su hijo, y al encontrarlo, tomar su cabeza y repartir besos por toda ella mientras de rodillas pedia disculpas.

Pero la realidad fue otra, cuando abrió la puerta, todo estaba exactamente igual a como estaba cuando el de fue, como si nadie hubiera estado en casa. Llamó al jefe militar y le preguntó, este le respondió que desde que se habia ido nadie salió ni entró, ellos tampoco, que todo siempre estuvo en silencio.

Con esa informacion se despidió del militar e ingresó al Palacio, su corazon latía con dolor, sus ojos querian dejar salir las lágrimas pero no lo hizo, dio unos pasos adentrandose más a la casa y corrio escaleras arriba.

Fue a su cuarto, esperando poder encontrarlo durmiendo, pero no estaba, la cama seguia igual a la mañana de hace dos días.

Corrió al baño, igual, busco en otras habitaciones y nada, se estaba alterando y se dio cuenta de la última puerta, la antigua habitación de Plata, con las esperanzas restauradas, se dirigió a esta abriendo la puerta.

Igual, sin señales de alguna presencia, tal cual estaban las demás, alarmado bajo y fue a su oficina, lo mismo, estaba entrando en pánico, sus lagrimas caian sin consuelo. Estuvo por gritar por su hijo pero vio una puerta semi abierta.

No lo habia pensado, jamas penso en ese lugar, ese lugar deberia ser un muy mal recuerdo para su hijo, no habia posibilidad de que estuviera hay pero aun así, se acercó a paso lento.

Las escaleras fueron alumbradas por la luz del corredor, no era mucho pero evitaría que caigas, hasta una pequeña porción del suelo.

A paso lento bajo por las escaleras, aun se negaba a pensar que estuviera hay pero algo le decia que si, tocó fondo y giro, buscando alguna señal del menor, se estaba por rendir pero...

Hay, detras de las escaleras, apenas alumbrado, vio la suela de un zapato, enfocó la vista y pudo distinguir una figura, era masculina pero joven, sus ojos se abrieron de la sorpresa y el terror. Corrió a él y se arrodilló a su lado.

Plata estba hay, tirado en el pisó, inconciente, con un posible caso de hipotermia, y pálido. Pudo contemplar el rastro de lágrimas que aun presentaba el rostro.

Eso lo destrozó, abrazo a su hijo y lloro unos minutos pero se detuvo al sentir el peso muerto sobre si mismo, lo cargo y subió a la sala dejándolo en uno de los sillones, la luz le dejó contemplar su estado.

Respiraba y eso era bueno, pero tenia espasmos por el frío que habia adaptado, lo cargo de nuevo y llevo al cuarto.

Lo colocó en la cama y quitó los zapatos, lo tapó y cubrió lo suficiente para que no empeore y acostó a su lado.

Volvió a llorar lamentando el estado del menor, apoyó su cabeza en el pecho del mas bajo y abrazo soltando sollozos.

A la mañna siguiente, fue el español quien se levanto antes, bajo y preparo el desayuno para ambos, lo estaba subiendo cuando sintio un golpe seco, apuro el paso.

Al llegar al cuarto vio la cama vacía, dejó el desayuno en la mecita de noche y rodeo la cama, su hijo estaba en el pisó abrazado a él mismo, se arrodilló junto a él con preocupación pero al querer tocarlo este se alejó.

Una clasica señal de miedo, España alarmado abrazo como pudo a su hijo, aun que este peleará por separarse, y lloro en su hombro pidiendo perdón repetidamente, el forcejeo frenó.

Plata, se habia asustado al encontrarse en la cama que compartia con su padre, quiso levantarse e irse pero calló al piso, estaba algo aturdido pero recordó lo que su padre le hizo, intento moverse al verlo acercarse.

Tenia miedo, terror, a que todo volviera a repetirse, lucho para que lo soltara, no funciono, pero paró al oírle, esas suplicas por perdon y sus sollozos sin control.

Dejo que proseguirá, en el fondo lo tenia muy presente, no se iria del lado de su padre, no sólo por su gente sino tambien por miedo.

Lo abrazo y dijo lo que el mayor esperaba.

- Te..te perdonó pa...

Susurró, el miedo presente y alerta.

- Gracias hijo...

Respondió, aun así el abrazo no rompió. Alzó al menor y subió a la cama, lo acostó y el sobre este, sin soltarlo, sin inmutarse.

Plata permaneció quieto, su padre lo tenia atrapado, sus latidos eran acelerados, no supo en que momento sucedió, pero sus ojos se cerraron y le dio la mano a su padre.

El desayuno fue olvidado y ambos se dejaron llevar por el cansancio, aun que recién hayan despertado, con sentimientos encontrados que le quitaron las energias necesarias, no se podia hacer nada.

No se ustedes.
Pero no me convense mucho el final.
Que opinan ustedes.

Saludos.