Santo Dragon Emperador de la Muerte

El Angel de Kuoh

Ángeles, los primeros hijos del Dios Biblico; aquellos que nacieron para proteger a la humanidad como sus guardianes, velar por todos los seres vivos a través de su guía para que cumplan las normas de su Padre Creador y por ultimo ser los brillantes caballeros que lucharían contra la maldad del mundo. No obstante, no todos los ángeles han sido buenos siguiendo lo que su padre les enconmendo; algunos de ellos pecaron y cayeron del Cielo para volverse seres que se llenaron de oscuridad hasta volverse el primer demonio y otros mas que siguieron ese camino, otros en cambio solo perdieron su santa gracia transofrmandose asi en los ángeles caidos quienes nunca mas podrían regresar a su hogar natal, también habia aquellos que seguían llenos de Gracia pero sin embargo eran ángeles neutrales por lo que no se escabullían a hacer tales cosas sino que tenían sus propias misiones por lo cual no tenían razones reales para salir del Cielo.

Todas aquellas personas dentro de la Iglesia sea la Catolica, Ortodoxa o Protestante lo sabia; los ángeles eran reales al igual que los demonios sin embargo los exorcistas siempre se encontraban con dichas criaturas sobrenaturales y sobre todo a los demonios pero lo que estas dos personas veían, era el primer ángel que veían con sus propios ojos. Tanto la chica peliazul con el mechon verde asi como la chica pelo castaño claro y brillante con coletas no podían creer la imponente imagen frente de ellas. Ellas eran devotas al Señor, a su palabra y a sus doctrinas pero tal como aprendieron del apostol San Tomas a veces necesitas ver para creer y aca estaba un ángel justo en frente de ellas dos. Sus ocho alas blancas era sinónimo de cuatro pares es decir que era un ángel de mucho poder y rango dentro del Cielo pero que aun le esperaba crecer mas para estar casi al nivel de un Serafin, algo que tenso mas a estas chicas pues sin duda esta figura estaría por incluso mas arriba del Papa y sus palabras ordenes que cumplir. Aun asi habia algo que carcomia la mente de una de las dos enviadas por la Iglesia y era el nombre del ángel lo que la impacto. Aunque con un nudo en la garganta, respiro profundamente y se aventuro a decir las siguientes palabras...

"Angel sama, usted dijo que su nombre es Hyoudou Issei? Es usted de aca de Kuoh y de ser asi como un humano se hizo un ángel?" –dijo nerviosa de haberlo ofendido.

"Si, mi nombre es Hyoudou Issei, un humano de Kuoh que fue reencarnado como ángel por Azrael sama, soy su alumno como ángel de la muerte, sobre como reencarne no tengo permiso para hablar de ello. Aun asi me pregunto como me conoces" –quitandose la capucha revelando su rostro con pelo blanco y profundos ojos rojos.

"Issei kun soy yo, Irina Shidou, me decias Shidou kun antes actuaba mucho como un niño pero en realidad siempre fui mujer. Aun asi recuerdo que eras castaño de ojos color miel, que ocurrió?" –comento con duda la chica .

"Eso paso durante un entrenamiento en el Cielo convine mi poder sacro con mi otro poder y una explosión causo un cambio en mi, sin embargo es un gusto verte de nuevo y trabajar contigo Irina. Tambien contigo como sea que te llamas. Michael sama me pidió que las cuidara y ayudara mientras estuvieran aca pero también me dejo algo en claro. Estoy aca para vigilarlas; el Cielo esta actualmente en una tregua con el Infierno para mejorar sus relaciones pues como Dios dijo hay que perdonar a otros pues están buscando que el perdón aliviane el dolor y lleve a todos un brillante futuro por lo cual las debo poner en cintura para que no ofendan a los demonios de este territorio, pues la seguridad de las hermanas de las Maou también se me confirió por ahora."

Las dos exorcistas estaban muy sorprendidas por las palabras que habían oído, acaso habían escuchado alguna vez paz entre demonios y ángeles. Parecia una artimaña pero veían esas alas blancas por lo que sin duda era un mensajero del Cielo pero era tan difícil de imaginar una tregua asi entre ambos bandos. Cuando escucharon que menciono la voluntad de Dios acerca de sus palabras pasadas sobre perdonar a los otros como a ti mismos, ellas se lo sabían, entre los diez mandamientos el primero era como el mas sagrado de todos pero llevarlo a este nivel era algo que solo Dios y sus ángeles al parecer creían. Lo que ellas no sabían es que Issei menciono a Dios como una forma de ponerles correa a estas dos para que no se desbocaran como caballos salvajes, aunque Dios estaba realmente muerto pues estas chicas no tenían que saberlo por lo que hacer esta omision no estaba mal.