2. Mister Americano

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-Es mi maquillaje.

-¿Eh? ¿Maquillaje?

-Sí.

-¿Vienes del trabajo?

-Exacto.

-¿Y fuiste con maquillaje?

Kakyoin decidió no responderle con palabras mas sí con una mirada tajante. Parecía que ese chico no podía procesar la idea de que un varón pudiese maquillarse. Sintió aquellos ojos bajar de su rostro hacia su camisa de pecho abierto y luego clavarse en sus zapatos con plataforma, casi como juzgándolo por falta de profesionalidad.

Se preguntó si sería como el típico chico popular y obtuso de las películas juveniles, de esos que hacen burla a las personas de gustos particulares. Tenía el perfil después de todo, atractivo y de ojos poco amables. Ni siquiera parecía considerar que estaba hablando con su mayor. Supuso que por más que tuviese rasgos de asiático en el rostro, no estaría informado sobre la relación "senpai-kouhai" existente en Japón. Lo miraba dándose todo el derecho a crítica.

Del otro lado, el recién llegado miraba a un menudo joven con los ojos embarrados como si de un metalero se tratara. ¿Era una de esas culturas urbanas japonesas o...? Ese no era el asunto. Aquel biólogo marino lo estaba mirando con ojos de que no se meta donde no le incumbía cuando le preguntó lo del maquillaje. Tal vez debería no tocar ese tema para no herir susceptibilidades.

-No me presenté. Mi nombre es Jotaro Kujo, tengo 22 años y, como ya debieron informarte, vine a hacer investigación científica sobre los Todarodes pacificus...

El mayor se tomó su tiempo para escuchar la presentación de este, cabeceando mientras trataba de no mirar los pectorales ajenos. Jotaro tenía el pecho muy grueso, divagó en su mente para luego tratar de no pensar en ello. Se excusó pensando que hace mucho que no tenía una cita, así que tal vez lo consideraba atractivo a falta de más opciones.

Pese a que a primera vista lo logró despistar, Kakyoin no iba a dejar que le tomaran el pelo en su propio territorio.

-Bienvenido, Kujo. Soy Noriaki Kakyoin, me encargo de la base mientras tu referente, el señor Polnareff, está de viaje.-su inglés impecable, que fue aprendido con naturalidad por parte de sus padres, le sirvió para dejarle en claro al joven que no era un desentendido.

-¿Y cuándo vuelve?-cuestionó Jotaro. Kakyoin captó completamente el mensaje, este chico no quería subordinarse a una persona como él.

-Eso es espontáneo. Por ahora se fue a la Patagonia, así que puedes esperarlo un buen tiempo.

-¿Entonces tú me llevarás a ver los calamares?

Jotaro le estaba consultando al pelirrojo como si fuese un bibliotecario que debía traerle algún libro y entregárselo en las mismas manos. ¿Ese era el concepto que tenía de su trabajo? No estaban en una serie de biólogos marinos, él no era un importante científico que llegaba a hacer una relevantísima investigación científica y Kakyoin no era su asistente. A los ojos de este último, Jotaro solo era un niño con esteroides pidiéndole jugar con sus calamares.

-El Todarodes aún no sale en agosto. Si Polnareff te indicó que vinieses con antelación es para que prepares tus instrumentos de medición y explores la zona antes de que empiece el otoño.

Kakyoin carraspeó para darle importancia a la orden que le daría.

-Tienes todo el día de mañana para terminar de asentarte y explorar la costa; y al siguiente día te asignaré el laboratorio de la base en el cual empezarás a trabajar.-anunció, simulando la grandilocuencia de un jefe mayor antes de proseguir su propio camino hacia el baño. 

Differences Are Good Bricks To Build Up A House; 「Jotakak AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora