10. Story of my life

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-Pues perdimos la observación de esta mañana.-Suspiró Kakyoin, ya acabando de apilar los libros de bitácora y secándose la frente con el dorso de la mano. Al mismo tiempo, Jotaro colocaba la última caja de materiales en el estante más alto. Por fin acababan sus tareas del día de inventario.

El pelinegro bajó de un salto de la escalera; aún se le veía enérgico, pensó Kakyoin cuando le devolvió la mirada y se topó con las esmeraldas brillando de expectativa.

-Aún le sobran horas al día.

Salieron de aquella oficina para pasar por el laboratorio, donde estaba de más decir cómo el usual corro de chicas esperaba a que el extranjero se desocupase.

-¡Jojo, Jojo!

-¿Nos acompañas al centro, Jojo? Iremos por un café.

Y Kakyoin estaba dispuesto a dejarlo a merced de sus amiguitas, pero sintió la pesada mano en su hombro deteniéndolo de su camino. El convocado giró sobre sus talones.

-Chicas, chicas, por favor. Soy un hombre centrado y tengo que avanzar mi tesis.-Hizo el gesto de apaciguarlas con los brazos extendidos, cosa que le pareció ridículamente presumida a Kakyoin. Sin embargo, no era para menos. Las vio hacer un puchero grupal al ver marchar a Jotaro junto a él.

-No tienes que presionarte, aún hay tiempo. Además, puede que el cupo de embarcaciones ya esté lleno a esta hora.

-O puede que no. Y nunca me has llevado a navegar en la tarde, debe verse precioso...-Respondió el joven cuando cruzaron la puerta de salida, señalando el cielo y la relajante coloración dorada que empezaba a tomar.

-Te ves con mucha determinación, ¿motivado por terminar de una vez?

-Ay, ¿por qué siempre te lo tomas de esa forma?-Rezongó el chico-Simplemente estoy motivado, córtalo ahí.

Si bien a Jotaro solía entretenerle la lengua mordaz de su compañero, le resultaba algo molesta esa especie de obstáculo que este solía establecer entre ambos por ocasiones. Era como cuando intentaba morder un pedazo de carne y Kakyoin le recordaba todo el proceso desde la planta procesadora hasta el vientre de la puerca que parió aquel lechón. No le permitía disfrutar el momento.

-Además si no omitimos la observación de hoy, el sábado podemos hacer la maratón de Black Mirror que propusimos hace más de una semana...

El gesto de Kakyoin tembló cuando Jotaro volvió a asomarse por su hombro.

-Y discutimos todo el tiempo que te dé la gana.-Dijo, casi en un susurro.

-Estoy bastante cansado y apenas podré mantenerme al volante... pero me apunto.-el pelirrojo le señaló el módulo a Jotaro-Ve por un par de chamarras, por favor. Te espero en el puerto, si no hay espacio, te aviso por WhatsApp.

-Genial, ¿no quieres algo de comer?

-Un termo con café es suficiente, gracias.

Así que Jotaro se encargó de recoger todo lo que el otro le pidió; como no le llamó para cancelar los planes, apuró sus pasos. Seguro de que sí tendrían chance de navegar aquel día.

Se encontró a Kakyoin recostado en la silla de la caseta, rellenando los datos sobre el clima en su extravagante cuadernillo de bitácora. Cuando este lo miró de reojo, se levantó para indicarle qué embarcación usarían; empezarían la inspección.

Esto, tal como Kakyoin se lo había prometido, era un proceso que ya podía llevar a cabo con la misma practicidad de su tutor, ya sin dudar por no tener el folleto de instrucciones a la mano. Solo tuvo que devolverle un gesto al otro al concluir con la revisión de su parte. Asintieron y se refugiaron en la zona de manejo para poner en marcha la nave.

Differences Are Good Bricks To Build Up A House; 「Jotakak AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora