8

2.8K 294 134
                                    

Horacio chillaba de dolor cada vez que sentía la electricidad recorrer su cuerpo o cada vez que recibía un puñetazo más en su rostro.

-Pen...pensaba que no...no ibais a por alumnos- dijo con dificultad Horacio debido al dolor. Un hombre con un trapo que le tapaba la cara se le acercó. Lo agarró del rostro. El hombre sonreía maliciosamente debajo del trapo.

-Tú no eres un simple alumno, Horacio, tú eres el botón que hará todo explotar.

-No le entiendo

-Es sencillo. Llevamos observando a todo el cuerpo de policía un tiempo. No hemos podido pasar por alto tu acercamiento a Volkov, como habéis estrechado vuestra relación. Si tú mueres, Volkov no se lo podrá perdonar a la rata de Conway. Queremos romper esa puta familia que presumen ser.

-No creo que pase eso.

-Lástima que no estarás con vida para comprobarlo, pero te aseguro que si.- el hombre dio una señal y de nuevo una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Horacio. Fue tan fuerte que lo hizo saltar en la silla.

[...]

-Gustabo contesta ¿Cómo sabes que ahí está Horacio?

-Me lo ha dicho Emilio.

Gustabo conducía a toda velocidad hacia el lugar que tenía marcado en el GPS. Ni si quiera se asustó al escuchar los gritos de Conway de lo concentrado que estaba:

-¡Capullo, idiota! ¡Puede ser una puta trampa! ¡Vuelve ahora mismo!

-Negativo. Si es una trampa ya cargaré con las consecuencias, pero si es verdad y no voy y por eso muere Horacio no me lo perdonaré nunca Conway.

Conway no podía negar que estaba orgulloso de Gustabo. Le gustaba cuando Gustabo actuaba así porque lo recordaba a él, tan defensor de los suyos, al menos de Horacio. Aún así Conway le pidió a la malla que cancelaran ir a la ubicación indicada minutos antes y que estuvieran atentos a nuevas órdenes.

-Necesitamos un plan, algo. No sabemos si Horacio está allí de verdad y si lo está no sabemos en qué condiciones, cuantos hombres hay, con que armas...no sabemos nada.- la desesperación se fue notando más y más en la voz de Conway a media que iba hablando.

-Tenemos que ir. Debemos ir. No podemos dejar solo a Gustabo, tenemos que salvar a Horacio- la voz de Volkov sonaba como un ruego- Por favor tenemos que salvarlo.

-Volkov mente fría, no mezcles tus asuntos amorosos con esto- le recriminó el super.- Bien, Greco, prepara a toda la malla, voy a hablar con Gustabo.

Gustabo aparcó el coche justo al lado del de Emilio. Este le indicó que no hiciera mucho ruido mientras se acercaba.

-Está ahí ¿lo ves?- le señaló un punto a unos km de distancia. Gustabo fijó la vista en ese punto y pudo distinguir la figura de su amigo, y de otros dos más delante de él. Ver cómo torturaban a Horacio le hizo sentir un odio hasta ante pocas veces experimentado.

-Lo están torturando. Tenemos que ir a por él.

-Ir ahora sería firmar tu propia sentencia de muerte, Gustabo- le advirtió Emilio.

-Gustabo ¿Me copias?- una voz sonó a través de la radio, era el super

-Si, te copio. Es seguro, no es una trampa. Estoy viendo a Horacio, está atado, lo están torturando Conway

-Vale lo primero calma- Gustabo había hablado demasiado rápido, Conway notaba el nerviosismo en su voz. Una persona nerviosa e impulsiva en estas situaciones era un peligro para él mismo y para los demás, y Gustabo reunía ambas cosas. -Necesito que me digas que ves, una descripción del lugar, cuantos hombres, armas. Toda información es valiosa.

Mi Comisario Bombón. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora