Lo que no me atreví a decirte... Zayn y tu

Parte 12 ¿Cómo?

¿Sabes? Ayer estuve devuelta en la biblioteca ya que ya habíamos terminado las clases, pensando en si tu y yo tendremos algún futuro... Ya que después de leer un libro que me hizo reflexionar sobre eso, me invadieron todas preguntas sobre un futuro. Uno nuestro o uno tuyo o uno mío.
La historia trataba sobre dos ancianos que cuando eran jóvenes se amaban con todo su ser. Ellos estuvieron juntos hasta que terminaron la universidad, luego terminaron. Porque se dieron cuenta que no podrían estar más juntos ya que sus vidas les gritaban caminos en los que ningún de los dos estaban incluidos como pareja o matrimonio o solo amigos. Siguieron con sus vidas aunque les costara mucho, el hombre tenía una estación de radio en New York y la mujer tenía un consultorio de médica psicóloga también en New York. Sus caminos, aunque les gritaban que no podían estar juntos los llevaron a reencontrarse 20 años después de haber terminado la universidad en la misma ciudad que habían soñado ir a vivir juntos como una familia con un hijo o hija pero sin saber que el otro se encontraba en la misma ciudad. No cabe duda de que aunque estuvieron separados pero todavía con el sentimiento de amor, no podían dejar de pensar en el otro, en que estaría haciendo, en si formó una familia, en si le pasó algo, en si todavía lo o la recuerda. En si todavía recuerda la hermosa pareja que fueron y que hubieran seguido siendo. Estaban enamorados todavía. Luego, la historia termina en que ellos ya envejecieron y que sus hijos los llevan a un geriátrico en New York y se encuentran en el. Ya habían asumido sus vidas sin el otro, y siguieron adelante. Hasta que una mañana la mujer se despierta y ve a alguien acostado en el sillón de al lado de su cam en la habitación suya del geriátrico. Lo mira detenidamente, mira sus ojos, su boca, sus pómulos, mira todo su rostro. Entonces, comienza a llorar. El hombre se despierta. Y ella pregunta:
-¿Noah? ¿Eres tú?-
El hombre no pronunciaba palabra alguna y en ese momento él la agarra de la cara y la besa. Ellos pensaron que nunca más iban a volverse a ver, que nunca iban a poder estar juntos devuelta. Hasta que se encontraron a los 80 años en un geriátrico. El hombre luego de que termine el beso le responde a la mujer:
-Si, soy yo Clara... Te amo y siempre lo hice...
La mujer le responde:
-Y entonces, si me amabas ¿por qué no me viniste a buscar?-
-Porque creía que tu ya no me amabas... ¿Ya no me amas?-
-¿Cómo no te voy a amar? Fuiste la persona que más amé en el mundo.-
-Te amo Clara...-
-Te amo Noah...-
Ellos estuvieron juntos como la pareja que nunca pudieron ser después de terminar la universidad hasta el momento de partir.
¿Quién diría que se iban a encontrar y a volver a estar juntos luego de muchos años? Terminé de leer el libro y admito que lloré un poco. Creo que todos los libros que leo son para llorar, pero me gusta imaginarme esas historias contigo...
Que somos felices y que nos casamos, que tenemos hijos, que somos amigos y que después nos enamoramos al encontrarnos en la universidad. Todas esas historias me gusta imaginármelas contigo porque en mi cabeza, en mi imaginación es en el único lugar que podemos estar juntos...
Estaba pensando sobre lo del futuro cuando la anciana Magie me dijo que la acompañara a una estantería.
Yo la acompañe y ahí te volví a ver. Sentado leyendo, lo que para mi era el mismo libro que estabas leyendo la otra vez. Me quedé petrificada en el lugar. La anciana me miro y sonrió y luego me llamó para que la siguiera. La seguí y paramos enfrente tuyo, yo estaba nerviosa, tropecé con unos libros que estaban tirados, me agaché para juntarlos y te miré de reojo y en ese momento tu me miraste y te sorprendiste. Yo me levanté rápido y me di vuelta. Magie me dio un libro para que leyera y yo le agradecí y salí corriendo para el lado de las estanterías viejas, en las que a veces me oculto para que nadie me vea llorar con las historias que leo. Sentí tu mirada en mi espalda cuando salí corriendo y escuché que salía de tu boca mi nombre...
-________!-
Fue hermoso escuchar que pronunciaras mi nombre... Pero, ¿cómo lo sabías?...
Continúa...