Parte 9 Raro, no?

38 5 0
                                    

Después del instituto me voy siempre a la biblioteca que está a unas cuadras del instituto. Me dirijí allí porque encuentro paz al entrar, al agarrar un libro y al introducirme en las maravillosas historias que hay bagando por las estantarías con la esperanza de que las descubran. Es lo que necesito a veces, introducirme en alguna historia que me haga pensar en otra cosa que no sea vos y mi estúpida vida.

Al entrar ahí, siempre voy al sector de romance. Y encuentro cada libro hermoso. Pero esta véz, lo que encontré fue algo más hermoso que todos los libros juntos. Te encontré a ti, sentado leyendo un libro, no pude leer cual era, pero estabas todavía con el uniforme y con una campera y la capucha puesta. Estabas muy lindo. Lo admito.

Me quedé petrificada al verte. Te admiré por unos minutos y salí corriendo hacia mi sector de siempre. Me escondí y me puse a pensar en las cosas en común que tenemos, pero solo hallé una. El venir a la biblioteca y leer algún libro con las historias más fascinantes y que quisiéramos que nos ocurrieran a nosotros.  Estuve por unos minutos sentada, casi llorando; ya que no me gustaba que me vieran llorar salvo que estuviera sola en ese momento pero había gente asíque no lloré. 

Comenzé a leer un libro sobre unos amigos que se enamoran al cumplir los 14 años de la chica; cuando ella vuelve de Alemania a su antigüo hogar en Inglaterra. Ellos no dicen nada sobre su amor el uno al otro. Pero todos en el pueblo sabían que ellos tenían que estar juntos pero nadie decía nada, esperaban a que ellos se lo dijeran. Eran almas gemelas, les gustaba andar a caballo los días de lluvia, ir al lago y colgarse de los árboles como tales monos, comer semíllas sobre el techo de la granja del viejo agusíl del pueblo, robar unos cuantos dulces en el mercado y salir corriendo para no ser atrapados, estar entre ellos y hablar sobre cosas extrañas, y por sobre todo les gustaba enamorarse... La chica tuvo que volver a Alemania luego de estar allí un año con su madre. Ellos se despiden con un "te veré pronto" y un "adiós, te quiero amiga/o" como cualquier otra persona que piensa que lo va a volver a ver. La chica al cumplir los 16 años, calló de una carretera luego de salir de un bar con sus nuevos "amigos". Murió a la semana de estar internada en un hospital. El chico se estera de lo ocurrido y explota de tal manera que se quiere suicidar y se lamenta de no haberle dicho lo mucho que la amaba y que quería que estuviera con él. Todos en el pueblo lamentaban la perdida y lloraban junto al chico que secretamente la amaba , al igual que ella. El chico pudo formar una familia junto con otra hermosa mujer y tuvo dos niñas, pero el amor que sintió hacia su amiga nunca lo pudo tener hacia su esposa... Una triste historia, pero es lo que a veces ocurre en la realidad.

Al terminar de leer la historia me di cuenta que algunas lágrimas se escaparon de mis ojos y me las sequé rápido. Me hizo reflexionar sobre lo que siento por ti, pero no en que te lo diga... No me gustaría verme en el lugar del chico del libro en unos años y sufrir... o estar en el ról invertido, que yo muera y que tu sufras, pero después pienso que tu no me amas seguramente y que no te importa nada de mi, y en ese entonces todas mis imaginaciones basadas en el libro y todas las que inventé contigo, sobre que nos decimos todo lo que nos amamos y vivímos felíces para siempre, se esfuman como el humo de un incendio al ser apagado por los bomberos.

Estuve leyendo unos cuantos libros más hasta que cerrara la biblioteca, cuando escuche la voz de la bibliotecaria que decía:

-Ya vamos a cerrar niño, puedes venir mañana a la mañana si lo deséas...

Ahí fue cuando escuche tu voz...

-Oh, perdón, es que me atrapó este libro. Perdón en serio. Muchas gracias.- dijiste con tu timída voz.

-¿Le puedo hacer una pregunta señora...?-dijiste volviendo hacia la bibliotecaria.

-Oh, Magie, dime Magie- responde la anciana.

-¿Estuvo alguna vez enamorada de alguien que no la registra ni por casualidad? Alguien que no la conozca y que usted halla estado sumamente enamorada...-

-Si, de mi esposo... Él era como tú, un chico enamorado de una chica. Esa chica fui yo, sigo siendo yo por supuesto.- contesta la anciana riéndo.

-¿Cómo sabe que estoy enamorado?- pregustaste. A mi también me pareció raro el comentario de la señora.

-Porque muy pocos chicos como tú se sientan a leer ese libro en especial y se quedan hasta que cierren... Mi esposo hacia eso, cuando yo trabajaba aquí hace unos 30 años. Él venía y se sentaba en el mismo lugar que tú y cuando nos íbamos me acompañaba a mi casa. Un día me dijo que me amaba y que cuando estaba enamorado le gustaba leer ese libro que tienes en la mano e imaginar que eramos nosotros. Muy tierno, no?-

Lo sé, soy un poco chismosa, pero eras tu el que estaba hablando. Y no me lo perdería por nada.

-Así es...Yo estoy enamorado, pero esa persona de mi no.. Gracias por su tiempo señ... perdón, Magie.-

-De nada, niño y no creo que ninguna chica se resista a tu belleza... dile que la amas. Hasta mañana- se despidió Magie.

-Hasta mañana...- Juraría que te quedaste pensando en lo que te dijo Magie, la bibliotecaria. pero no tendría como saberlo porque estaba escondida atrás de una estantería.

Al minuto que te fuiste, me fui yo.

Cuando terminaste de charlar con ella me puse felíz por el hecho de que estabas enamorado, pero a la vez triste porque yo tenía el 0,0000001% de posibilidades de que fuera yo a la que amas. Pero dentro de todo, estás enamorado, y si a tí te hace felíz... a mi también. Aunque no fuera yo a la que amas...

Había llegado a mi casa y no había nadie.

Raro, no?

Me fui hacia mi cuarto y cerré la puerta con llave.

Raro, no?

Subí el volumén de la música en la computadora.

Raro, no?

Me acosté en la cama.

Raro, no?

Y de la nada estaba llorando por ti... otra véz. Como si nunca lo hiciera.

Raro, no?

Lo que no me atreví a decirte... Zayn y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora