Extra: - ilgop -

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ChangLix

Felix estaba acomodado en el regazo de Changbin, sus piernas alrededor del cuerpo del alfa para aferrarse más a él, mientras que sus manos intranquilas se fundían en las oscuras hebras del mayor para acercarlo, aún más si era posible, hacia él. Podía jurar que sus labios estaban hinchados y de un fuerte color rojizo, puesto que una vez sus labios chocaban contra los del alfa, le era imposible separarse de ahí. Y entonces, de un beso pasaban a ser dos, de esos dos después eran tres, y llegando al cuarto beso Felix se perdía en las sensaciones que Changbin le provocaba y su mente dejaba de funcionar para algo más que no sea besar y ser besado por su pareja.

Se sentía desfallecer con la boca contraria, amaba aquella sensación cuando con delicadeza y pasión entre los dos se besaban explorando hasta el último lugar, cuando su mundo solo se enfocaba en ellos para que todo estuviera correcto.

Y como le encantaba al omega, luego de separarse con un último beso bastante sonoro, bajo sus besos al cuello de Seo, dedicándose a esta zona en específico.
Unos cuantos botones de la camisa desabrochados junto con una respiración agitada, una lengua que se atrevía a probar una vez más las clavículas que lo volvían sinceramente loco.

Lo malo era que no podían permanecer así por mucho tiempo y eso era algo que los dos lo sabían. Tenían que cumplir con e compromiso que le hicieron a sus amigos, por lo que en cuestión de minutos debían encontrarse junto con los demás, después de todo iba a ser el día en que describirían si el ángel de Jisung y Minho sería una princesa o un príncipe.

La mayoría de sus amigos y tenían su apuesta realizadas, aunque otros como Seungmin y Hyunjin mantenían su opinión neutra, indecisos. Changbin por ejemplo tenía la certeza que sería una nena, pero Felix por el contrario decía que sería un lindo pequeñín.

Así que, cuando ambos sintieron las vibraciones de uno de sus celulares, detuvieron cualquier jugueteó entre ellos porque sabían que seguramente ya estaban llegando tarde. Pero, esa era una manía del omega, una vez empezaba un beso, no podía parar hasta tener unos dos más por lo menos.

Changbin no se quejó, nunca lo hacía, después de todo lo amaba tanto como su pareja.

Al mismo tiempo que Changbin posó sus manos dentro de la polera que traía puesta Felix, aunque técnicamente era suya, acomodando sus manos en la cintura con posesividad, el omega de igual manera adentró las suyas pero por detrás de su cuello, generando corrientes eléctricas al alfa por lo frías que se encontraban.

Lee Felix ama besar a su novio y siempre se encargaba de hacerlo como le gustaba a los dos.

El beso fue acabado, separándose tan solo un poco, pero un delgado hilo de saliva que compartían todavía lo unía.

-Ya debemos partir bebé- dijo Changbin abrazándolo aún más si era posible.

-Lo sé amor, no quiero que Hannie nos mate por tardar.

-¿Entonces por qué no te levantas? Sigues estando en sobre mi- le reclamó a pesar de estar a gusto con la situación.

-Eres cómodo- le comento con vergüenza.

-Mejor vamonos, mi amor.

Vaya sería la manera en que se enteraron que finalmente, Changbin le había acertado, y con una sonrisa que intentaba reprimir carcajadas, veía con entretención como Felix abría la boca inconsciente al escuchar que, afirmativamente, el bebé sería una linda niña.

. . .

Unos delicados golpes fue lo que escucho Changbin en la puerta de su pequeño estudio dedicado solamente para su persona.

Mantenía la vista fija en aquellas palabras que a simple vista parecían desparramadas en las líneas que tenía como base la hoja de papel en donde tenía algunas frases sueltas para la creación de una canción. La imaginación de aquel mensaje que transmitiría la música le había llegado hace ya más de una semana, pero rápidamente se marchó y quedó con una pista a medias.

Le exclamó a la persona que había ido a tocar su puerta un "Adelante" que a penas termino de decir, comenzó a cuestionarse si lo había dicho de manera fuerte y clara, pero su duda fue respondida cuando observó como su novio entraba con una sonrisa enorme.

-Felix amor, ¿Y esta visita? Supuestamente saldrías más tarde de tu trabajo- comentó dejando de lado aquellas partituras, viendo como el omega dejaba su mochila en un pequeño sillón que tenía en la habitación soltando una leve risa.

-Quería sorprenderte alfa- respondió sentándose en las piernas de su pareja, sintiendo como el mayor le brindaba múltiples besos en su rostro.

-Eres tan lindo, no debiste hacerlo.

-Aunque a decir verdad, llegue hace diez minutos, creo. Estuve hablando con Jungwoong.

-Ya lo imagino, ese chico es demasiado sociable; pero en fin, ¿Qué te parece una cita? Ir, no lo sé, algún café o restaurante- le ofreció plantando los últimos dos besos en la mejilla del contrario. Solían ser demasiado empalagosos los dos.

-¿Un café de mascotas?- preguntó Felix mirando con súplica a Changbin, aunque poco tuvo que hacerlo al recibir una afirmación casi al instante-. ¡Eres el mejor alfa del mundo!

-Y tu eres el mejor omega del mundo- le cito su mismo elogio-. Vamos ahora Yongbok- termino por molestarlo una vez sus piernas estaban ya libres, viendo como el menor le fruncía el ceño y le sacaba la lengua claramente ofendido por la manera en como le llamo.

-¡Oye, no me llames así!

. . .

Felix se encontraba sentado en su cama, apoyándose en el respaldo de esta hablando entretenido por la llamada repentina que habían hecho su mamá. Tenía a su alfa que estando acostado, se apoyaba en el, sintiendo a gusto los mimos en su cabello que el omega le brindaba, como también uno que otro chocolate que le era dado directamente a la boca.

La mejor forma de aprovechar su día libre para ellos era no hacer nada.

-Sí lo sé mamá, nunca lo he olvidado.

El omega llevo otro de los dulces a la boca del alfa luego de haber comido uno el. De la manera en como estaba acomodado podía visualizar a la perfección como el mayor abría la boca para comer el chocolate que le era ofrecido y aquello no podía hacerlo morir aún más de ternura. Su corazón parecía querer explotar por el simple acto del mayor que desborda tanta lindura, era demasiado.

Changbin estaba prácticamente quedándose dormido. Lee era demasiado cómodo y cálido en cada momento, sintiéndose a gusto; pero fácilmente podía desaparecer.

-¿Cómo qué vendrás la próxima semana a vernos mamá?

Solo bastaba de esa simple oración.

La mujer siempre había logrado intimidarme, incluso si era más pequeña que el, la mirada desafiante que le mandaba, imaginándose si tenía algún pensamiento de lastimar a su precioso hijo estuviera revoloteando en su cabeza, lo hacía estremecer.

Basto unos cuantos segundos para que Felix acabase con la llamada, dejando el móvil de lado para dirigirle su total atención a su novio.

-¿Mi suegra viajará a vernos?- le preguntó en un débil murmullo.

-Vendrá, y tú debes estar tranquilo. Mamá te acepta y nunca ha dicho lo contrario.

-Le he temido desde que la conocí, amor. No es que me desagrade o no la respete, solo no lo sé.

-Ya olvidalo, sigues siendo mi novio.

Y claro que lo era, pero Changbin está vez quería más.

Porque lo que si tenía en mente y que con certeza hablaría con su suegra era que ya estaba comenzando a idear una propuesta. Deseaba que Lee Felix fuera su esposo.

Detrás Tuyo [ Changlix ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora