cuatro

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[⚠leAn hasta el final, es importante⚠]

—¡Lo encontré! —exclamó el menor frente a la pantalla del computador y llamó la atención de Borja, este se encontraba en un mundo completamente distinto, lleno de colores y no había absolutamente nadie— teletransportate —indicó el muchacho a lo qu...

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—¡Lo encontré! —exclamó el menor frente a la pantalla del computador y llamó la atención de Borja, este se encontraba en un mundo completamente distinto, lleno de colores y no había absolutamente nadie— teletransportate —indicó el muchacho a lo que el castaño hizo caso a su orden 

—¿Qué cosa— preguntó haciéndole caso en lo que le había dicho su amigo, ambos miraron el mundo asombrados, recorrían el lugar hasta que Raúl dejó quieto a su personaje

—¿Te das cuenta de lo que hemos descubierto? —habló con intriga hasta que notó que el personaje de su amigo, un chico con capucha y de jeans, estaba literalmente rozando narices con su personaje, de inmediato volteó su cabeza para mirar a Borja, este lo miraba fijamente con una pequeña sonrisa traviesa—¿qué haces? —rió y golpeó el hombro del chico a su lado— tonto

Borja pudo sentir las mariposas en el estómago que tanto hablaban en las películas, rió levemente y suspiró mirando las pantallas

—¿Y si vamos a mi casa? —preguntó— ya jugamos mucho ¿no crees?

—Solo llevamos veinte minutos —dijo y miró al mayor a los ojos, usualmente quería irse a casa temprano y él no sabía la razón de eso— pero si quieres nos vamos

—Es que.. prefiero jugar allá —se excusó observando a Raúl

Y no sabía el porqué, solo quería estar hablando con Raúl, solo ellos dos solos como la última vez que quedaron en su casa, un tiempo a solas podía valer oro, cada segundo contaba en este instante, apagaron los artefactos y salieron del lugar, montándose en la bicicleta de Borja, ambos se dirigieron a la gran casa del chico, el viento pegaba en sus caras, era un día helado, el invierno se estaba acercando y las nubes también, entraron con prisa a la casa y corrieron a la habitación, Borja juntó la puerta, algo que pocas veces hacía y ambos procedieron a sentarse en la gran cama.

—¿Qué quieres jugar? —preguntó Raúl como si fuese el dueño de esos juegos

En un poco tiempo se habían convertido en mejores amigos, se veían casi a diario y Borja se sentía cada vez más raro

—¿Haz dado un beso? —preguntó de la nada, eso le comía la cabeza por las noches, tal vez no era el único que nunca ha dado un beso

Los ojos del menor se abrieron y sonrió levemente, se acercó más al muchacho y bajó su mirada

—¿Estás enamorado? —habló inocentemente mirando a Borja a los ojos, los nervios empezaron a matar al castaño, era como si su muerte se aproximara

—No —lo negó y se quedó mirando las pequeñas manos de Raúl, sabía que estaba mal— creo que no —agregó finalmente

—Yo nunca me he enamorado ni he dado un beso, pero suena lindo hacerlo ¿no crees? —dijo mirando a su amigo, de inmediato se dio cuenta de lo nervioso que estaba, pero no quería decirle nada 

ᵇᵒʸˢ ᵈᵒⁿ'ᵗ ᶜʳʸ ; ˡᵘᶻᵘᵖˡᵃʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora