ᵇᵒʸˢ ᵈᵒⁿ'ᵗ ᶜʳʸ ; ˡᵘᶻᵘᵖˡᵃʸ

tres

Como habían acordado los dos chicos se encontraron en el lugar, Borja llevaba esperando toda la mañana para poder ir al cyber, estaba ansioso, ya quería verlo, estaba más feliz de lo normal. Al verlo entrar sonrió y corrió hacia él, ni un hola le dijo cuando lo agarró de su camiseta y lo llevó a los puestos que había reservado, Raúl con una pequeña sonrisa se sentó en la silla y miró al muchacho

—Hola —sonrió y chocó su puño con el pelinegro, su sonrisa se podía notar a kilometros y de eso estaba seguro

—Hola —rió levemente y miró al mayor— ¿cómo dormiste?

A Raúl ya no se le veía tan tímido como antes, se le veía más cómodo con él, como si pudiera hacer lo que él quisiera. Por otro lado Borja  se sentía más feliz de lo normal, algo despertó su curiosidad en él ya que nunca antes un amigo le había preguntado eso, y pocas veces sus padres lo habían hecho tambien

—Joder —sonrió y miró hacia otro lado— bien, supongo que bien, ¿y tú? —preguntó sin mas

—Bien, me dormí feliz por lo de ayer —habló con una sonrisa hermosa en su cara

Un chico más grande al parecer se interpuso entre los dos, puso sus dos manos en ambas sillas y habló en un tono alto

—¿Qué cosa de ayer? —soltó una carcajada y le pegó una palmada en la espalda a Borja— ¿este niñito te ha chupado la polla que estaís tan contentos? —habló con un tono irónico y llamó la atención de los demás muchachos que se encontraban a su alrededor

—Isma.. —murmuró— no me vengas a tocar los huevos porque tú más que todos acá sabes que todos estos gilipollas te han chupado tu diminuta polla aunque sea dos veces por dos euros.

El sonido de los chicos murmurando se escuchó, todos estaban atentos, Isma era el más respetado ahí y nadie se metía con él, menos sus colegas. Raúl miraba perturbado la situación sentado en su silla, los otros dos se encontraban parados mirándose con impotencia

—Hijo de puta.. —susurró y rápidamente se acercó a Borja, con sus fuerzas lo empujó y una pequeña pelea se empezó a dar en el suelo del local, Raúl observaba con miedo, Borja sabía defenderse bien pero el contrario al ser mayor le hacía más daño aún— eres un puto maricón, ni un beso haz dado aún 

—Calla sopla pollas —gritó mientras tocaba su mejilla, su labio inferior empezó a sangrar y sus ojos humedos se encontraron con los del menor, el cual miraba al chico con miedo, quería acercarse a él pero no quería que lo molestasen

—Maricón, con Borja no te metas ¿eh? —exclamó el menor ahí, la mirada de Isma se centró en Raúl y rápidamente lo empujó con fuerza provocando que cayera al suelo de inmediato, se llevó un golpe en la mejilla casi al instante hasta que finalmente los encargados del lugar se acercaron y sacaron al muchacho del cyber. Todo el mundo miraba al par de amigos tirados en el suelo, el castaño al percatarse de eso se levantó rápidamente y bajó su mirada

—Raúl, vamonos —ordenó y miro al pequeño chico con lagrimas en sus ojos

El chico no se levantaba y miraba a su amigo con un ojo, tenía casi toda su cara tapada, tenía vergüenza, miedo, se sentía solo como un estúpido, al ver que el menor no se levantaba se agachó y tomó su muñeca. Le obligó a pararse

En silencio ambos caminaron fuera de su sitio favorito y Borja tomó su bici, se subió y observó a su amigo, lagrimas caían de sus adorables ojos y seguía tapando su cara, no podía dejar a un ángel tirado a mitad de camino. Bajó de su bicicleta y se acercó al pequeño

—Oye.. —hizo una pequeña pausa y suspiró— los chicos no lloran —sonrió y siguió hablando— te llevo a casa —dijo— yo te llevo.. —nuevamente subió  su transporte y esperó a que Raúl se subiera, a pasos lentos se montó en ella y se agarró del asiento de la bicicleta, Borja miró hacia atras y con su pie reteniendo que esta no se cayera tomó delicadamente las manos del pelinegro y lo obligó a sujetarse en él— agarrate bien ¿si?