1 3

5.5K 726 672
                                    

Sin Nombre no los dejó seguir preguntando cosas acerca de él, pero después de terminar la cena se quedaron alrededor de la fogata un par de minutos más.

Luzu ya tenía al niño en brazos, gastando su última energía en jugar con el bebé. Raulito parecía tenerlo bajo la amenaza de "sí no me pones atención lloraré más fuerte".

Auron aprovechó y recargó su barbilla en el hombro del contrario. Miró a su hijo y el niño lo miró a él con curiosidad, o usó la extraña expresión que ponían los bebés frente a algo que llamaba su atención.

— Eres un mimado caprichoso —Auron le sacó la lengua. Raulito hizo un puchero y su labio inferior tembló.

— Dime cuál era la necesidad de eso, ¿acaso tienes tres años? —Luzu le regañó antes de bostezar y acariciar la mejilla del bebé para calmarlo.

Auron bufó y cerró los ojos. Quería quedarse dormido ahí mismo sobre su compañero junto al calor del fuego, quería olvidar que ese era la última noche que pasaría junto a Luzu.

Mañana llegarían a Karmaland, eso significaba que ya no vería más al castaño preparando la cena, alimentando a Raulito o enojado porque no podían ducharse con privacidad; ya no lo ayudaría con los caballos ni a recoger el campamento; ya no serían lo primero y lo último que vería en el día.

Auron tenía miedo de que regresando al pueblo volvieran a pelear y dejaran de hablarse por varias semanas. Así como solían hacer cada cierto tiempo.

Apretó los ojos intentando no pensar en eso. Tenía que encontrar una manera de romper ese ciclo de una vez por todas, pero por el momento no quería pensar en ello.

— Ay mi niño, vamos a quedarnos aquí unos cuantos meses más —murmuró suplicando el de piercings y se acomodó mejor en su lugar.

— Disculpa, ¿qué dijiste? —Luzu le respondió somnoliento, sin enterarse del comentario. Auron se despegó de su hombro y estiró los brazos hacia arriba.

— Nada, no es nada. Vamos a dormir de una vez.

Ambos miraron hacia el otro lado de la fogata cuando escucharon una ligera risa. El chico de armadura se cubrió la boca con el puño y carraspeó, volvió a mirarlos con una amabilidad genuina y se puso de pie con su casco entre las manos.

— Auron tiene razón, deben irse a descansar. Yo me quedaré aquí para hacer guardia.

— Pero también debes descansar —Luzu le respondió mientras se ponía de pie. Auron le imitó y entre los dos se usaron como apoyo para no tambalearse.

— Bueno, dormiré aquí. El refugio no tiene espacio para un adulto más —se colocó el casco-. No se preocupen, también tengo un saco de dormir y me acomodaré aquí afuera con mi caballo.

Luzu asintió con pocas ganas, aunque se preocupaba por el extraño no tenía ganas de insistir. Estaban por darse la vuelta cuando el niño comenzó a sollozar, y luego pasó a llorar. El castaño suspiró derrotado y echó la cabeza hacia atrás, a punto de hacer una rabieta.

— No puede ser... ¿estará así toda la noche?

— No tengo idea —Auron alzó una ceja mirando al niño, estaba rojo de hacer tanto esfuerzo en su berrinche. Exhaló despacio y se rascó la barba—. Sí alguien tiene que cuidarlo entonces yo me quedo. Tú ya lo cuidaste todo el viaje, algo tengo que hacer yo.

Luzu cerró los ojos y negó con la cabeza.

— Lo siento Auron, pero desconfío totalmente de tus habilidades con bebés. A mí aún me queda paciencia, y no conozco tu límite con un niño llorando toda la noche.

Single Dad [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora