I
Izuku.
Las puertas se cerraron, todo fue oscuro por un momento hasta que una luz roja sale de las esquinas. «Lo siento» Dije al aire. El agente me habló en un tono despectivo.
—Entra ahí de la forma fácil, será mejor para ambos. —Encendió un cigarrillo y se relajó manteniendo ojos atentos en mi persona.
—Lo siento Eri... No sé si pueda cumplir mi promesa —dije para mis adentros; con frío, me acurruqué en la solitaria cápsula que en algún momento llevó villanos dentro.
Tiempo luego me despertó el ruido de afuera. El vehículo se detuvo, las puertas se abrieron haciendo un sonido de descompresión. Ahora mismo, el agente que me vigilaba tenía el cañón de su arma detrás de mi cabeza, cuando le dieron permiso para sacarme, este la golpeó.
—Andando, te recomiendo que salgas lentamente, manos arriba y sin movimientos bruscos.
Pensé que era otro de sus comentarios, pero, la verdad, era un consejo que debía seguir, si es que no quisiera terminar como vehículo de Latinoamérica. Un hombre mayor, en traje, hablaba a través de un altavoz, está sentado en una silla de playa con un habano en su otra mano y un guardia sostiene una sombrilla para protegerlo de la lluvia, mientras que el resto, me apuntaban sin siquiera pestañear.
—Ni un solo movimiento, 4587, o abriremos fuego.
El auto de Endeavor llega, deteniéndose frenéticamente, enseguida sus pasajeros bajaron con claras necesidad de obtener respuestas.
—¿Qué significa esto, Sakai? Teníamos un acuerdo. —Nezu caminó hacia el sujeto de traje, ignorando por completo a los hombres armados—. Necesito revisar de nuevo cuáles eran los términos del acuerdo, acaso ¿Ya no quieres tu parte?
Endeavor y Snipe se pararon detrás del director Nezu. La incómoda sonrisa no desapareció del rostro del alcaide, peor aún, se carcajeó en un tono de alta clase, elegante, o quizás altanera.
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Boku No Hero: Dishonored
Fanfiction«El hombre no es nada más que su proyecto, no existe más que en la medida en que se realiza, no es, por lo tanto, más que el conjunto de sus actos, nada más que su vida». ― Jean-Paul Sartre »-Nada ha sido igual desde entonces. Las contiendas bélicas...