I
Izuku.
Pestañeé unas veces antes de volver a mis sentidos, mareado, y con la percepción de la realidad distorsionada. Imágenes difusas se sobreponen unas tras otras antes de poder descifrar donde me encuentro.
Bostecé al toparme con el cristal de la ventana, el cual tuve que limpiar con el dorso de la mano, ya que estaba empañado. Me sequé la frente perlada, tenía calor, a pesar de que el invierno tiene sus días de estar presente.
Una canción se reproducía con bajo volumen en bucle, ¿La conocía? Juraba haberla escuchado en algún lado, pero a su vez la desconocía, en especial la letra, que decía algo...
«La litera que rodea mi cuerpo, aplastando cada pedacito de hueso
The berth surrounding my body, crushing every bit of bone»
Abrí un poco la ventana, lo suficiente para dejar entrar la brisa.
La temporada se cernió sobre todo el país con festejos, comidas y decoraciones propias de estas fechas. No resultaba extraño encontrarse con alguien con barba postiza y ropas rojas simulando ser el bonachón de los regalos. Las personas se desplazaban de un lado a otro, ya fuera por compras frenéticas o compromisos, el mundo estaba vivo, el bullicio lo evidenciaba con creces.
«La sal, se cuela por los poros de mi piel abierta
The salt, it seeps in through the pores of my open skin»De manera personal, me cautivaba observar los pormenores navideños impregnados en cada rincón de la ciudad. Aportaban un toque artístico y colorista que evocaba el devenir del tiempo.
La temperatura no se quedaba atrás. Desperté esta misma mañana con los dedos crispados, si planeaba salir por la puerta de mi hogar, casi obligado por mamá, tendría que utilizar ropa abrigada para la ocasión. Froté mis manos, una de ellas al descubierto y la otra protegida por uno de los guantes que mi madre se empeñó en tejer como obsequio adelantado.
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Boku No Hero: Dishonored
Fiksi Penggemar«El hombre no es nada más que su proyecto, no existe más que en la medida en que se realiza, no es, por lo tanto, más que el conjunto de sus actos, nada más que su vida». ― Jean-Paul Sartre »-Nada ha sido igual desde entonces. Las contiendas bélicas...