1.1 Venciendo a mi Primo

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Lunes, 20 de Enero, 2020. 9am.
Me acababa de despertar en mi último día solo en la casa del interior. Estaba allí porque debía cuidar la casa toda la semana. Hoy estaría solo casi todo el día, ya que mi tío llegaba esta noche.
Me levanté de la cama y me vi al espejo: soy gordo, de estatura media y piel blanca, con cabello marrón rebelde y ojos marrones claro. Pensé en ir a desayunar, pero primero fui a lavarme la cara y despertarme del todo.

Después de desayunar le escribí a mis primos, Manuel y Miguel, si podían venir para jugar un rato y no aburrirme. Me respondió Miguel y me dijo que si, así que los espere.

11pm.
M: ¡Samuel! - gritó desde el portón - ¡Ya estoy aquí, abre!
S: ¡Hola Miguel! - salude mientras me dirigía a abrir el portón - ¿Y Manuel?
M: Está ayudando a mi tío Tony en algo, no se - respondió, entrando a la casa.

Al entrar pude verlo bien, llevaba un suéter blanco y un pantalón corto rojo con cuadros. Miguel es gordito, de piel oscura y baja estatura (me llega a la mitad del pecho), cabello negro seco y ojos marrones oscuros.

M: ¿Te acabas de levantar? - preguntó viendo mi ropa.
S: Me levanté hace rato, pero no me quise cambiar aún - respondí mientras buscaba el control de la tv.

Hacía frío por lo que aún llevaba mi pijama: un pantalón largo gris, un suéter negro y boxer elástico azul, el cual sobresalía un poco del pantalón. Viendo esto Miguel aprovechó para ponerse detrás de mí y jalarlo con toda su fuerza.

S: ¡Hey! ¡Hey! - grité sintiendo como el boxer se metía entre mis nalgas.
M: Esto es por lo de la otra vez - dijo riéndose y jalando con fuerza.

Aunque no se había metido completamente, podía sentir el boxer rozándome mientras Miguel jalaba y me movía por toda la sala. Sin dejar de reír soltó mi boxer y echo a correr.
Me arregle el boxer y lo busque por la casa. Lo encontré en mi cuarto escondido en el armario.

S: Ya verás - dije de forma amenazante.
M: Samuel, no me hagas Calzón Chino - suplico mientras lo sacaba del armario.
S: Yo también tengo que vengarme - dije riendo y volteándolo para jalarle el calzoncillo.
M: ¿Por qué no jugamos Piedra, Papel o Tijera? Así podrás vengarte - propuso corriendo y sentándose en mi cama.
S: Mmmm o podría hacerte el Calzón Chino ya mismo - dije acercándome a él.
M: No, juguemos - dijo algo asustado - Si ganas me haces un Calzón Chino Atómico.
S: ¿Y tú calzoncillo soportará eso? - pregunte, escéptico.
M: Si. Ya Manuel me hizo uno ayer - afirmó.
S: Bueno, te creeré. Juguemos. - cedí - Pero si no es cierto, será un Calzón Chino Colgante en el parque, donde todos te verán.
M: Trato hecho - respondió, con una risa nerviosa.
S: El primero que gane tres veces - dije sentándome a su lado.

Nos preparamos. Pusimos las manos al frente de cada uno. Nos miramos y empezamos.

Ambos: Piedra... Papel... o Tijera.

Primera Ronda - S1-M0
Saque piedra y Miguel sacó tijera.
Segunda Ronda - S1-M1
Saque Piedra y Miguel sacó Papel.
Tercera Ronda - S1-M2
Saque Papel y Miguel sacó Tijera.
Cuarta Ronda - S2-M2
Saque Piedra y Miguel sacó Tijera.
Quinta Ronda - S3-M2
Saque Papel y Miguel sacó Piedra.

S: ¡Gane! - grité levantándome - Ya sabes que significa.
M: Si ya se - dijo desanimado - Pensé que te ganaría.

Miguel se levantó y se puso delante de mí, aceptando su derrota. Se quitó el suéter y se bajó el pantalón, dejándome ver su trusa amarilla. Agarré su trusa y estaba listo para jalar, pensando si lograría hacerlo Atómico.

M: Manuel logró hacerlo ayer - dijo de pronto - Deberías hacerle uno también a el
S: ¿Por qué debería? - pregunte sin soltar su trusa.
M: Porque yo lo digo - contestó con otra risa nerviosa.
S: ¿Ah sí? - dije riendo, pensando que no era mala idea - Si jugamos otra vez y me ganas, se lo hago.
M: Dale - dijo feliz.
S: Pero si pierdes - empecé pensando cuál sería su castigo - te daré 5 nalgadas mientras te hago Calzón Chino.
M: Si gano yo te daré 5 nalgadas y te hago Calzón Chino - replicó mirándome.
S: No, no, ya dijimos que pasaba si tú ganabas - le recordé.

Sin darle tiempo a replicar le jale el calzoncillo amarillo con todas mis fuerzas. La trusa se le metió entre las nalgas instantáneamente haciendo que soltara un gemido y diera un salto. Empezó a reír como loco al igual que yo mientras jalaba la trusa y lo alzaba, dejándolo en el aire unos segundos.

S: ¿Estás listo? - pregunté.
M: No, no - dijo riendo y con miedo.

Lo baje y empecé a jalar la trusa hacia arriba. Miguel soltaba pequeños gemidos de dolor mientras su trusa le llegaba al cuello. Poco a poco lograba que siguiera subiendo, lo único que pensaba era que el calzoncillo resistiera, algo que hasta ahora lograba.
Seguí jalando hasta que la trusa le llegó a la cabeza. Estaba cerca de lograrlo. Jale más y empecé a moverla sobre la cabeza, parecía que no iba a poder, que la trusa no resistiría. Con un poco más de fuerza logré ponerle la trusa sobre la cabeza, completando el Calzón Chino Atómico.
Me reí todavía más fuerte mientras veía a mi primo moverse dando vueltas con la trusa amarilla entre las nalgas que parecía hilo dental y en la cabeza que no lo dejaba ver.
Lo dejé así un tiempo hasta que decidí que era suficiente. Le quite la trusa de la cabeza y él se la arreglo, se vistió y empezamos a jugar otra vez.

Ambos: Piedra... Papel... o Tijera.

Primera Ronda - S1-M0
Saque Tijera y Miguel sacó Papel.
Segunda Ronda - S2-M0
Saque Papel y Miguel sacó Piedra.
Tercera Ronda - S2-M1
Saque Tijera y Miguel sacó Piedra.
Cuarta Ronda - S3-M1
Saque Tijera y Miguel sacó Papel.

M: ¡No! No es justo - dijo molesto.
S: Ya, ya, perdiste - dije dándole la vuelta.
M: Pero quiero que le hagas el Calzón Chino Atómico a Manuel - contestó volteándose para mirarme.

Lo miré pensando en lo que decía. Miguel era el hermano menor de Manuel y era más pequeño que él, por lo que normalmente Manuel le hacía muchas bromas y Miguel no podía vengarse tan fácilmente.

S: Okey Miguel - respondí a su súplica - Le haré el Calzón Chino Atómico a Manuel.
M: ¿De verdad? - preguntó emocionado.
S: Si y lo voy a grabar para que lo veas - le prometí - Pero ahora debes pagar la apuesta.

Feliz por la promesa, Miguel se quitó el suéter y pantalón, se puso de espaldas frente a mí. Lo moví hacia la cama y me senté, puse a Miguel sobre mis piernas y agarré su trusa. Esta vez se la jale suavemente y pude ver como se metía poco a poco entre sus nalgas. Cuando había entrado completamente la jale más fuerte, haciendo que llegará al cuello.
Sin aviso le di una nalgada en la nalga derecha. Miguel soltó un pequeño gemido.
Le di la segunda nalgada en la nalga izquierda y la tercera en la derecha, haciendo que soltara un pequeño grito.
Decidí darle más fuerte así que la cuarta nalgada se la di con fuerza en la nalga izquierda. Miguel gritó y se movió, pero no pudo escapar por el Calzón Chino. Estaba disfrutando tanto esto que no quería darle la última nalgada, empecé a reírme y Miguel también. Así que le jale más la trusa hasta que logré hacerle el Calzón Chino Atómico otra vez.

M: ¡Me lo hiciste otra vez! - gritó sorprendido - ¿Cuantas veces se lo harás a Manuel?
S: Ya verás primo - respondí riendo - ¿También quieres que le dé nalgadas?
M: ¡Sí! - dijo emocionado.

Sin aviso le di la quinta y fuerte nalgada en la nalga derecha. Gritó y empezó a sobarse las nalgas cuando lo dejé levantarse. Se acomodó la trusa y vistió. Salimos del cuarto y fuimos a la sala a hablar más. Nos pusimos a jugar videojuegos mientras planeábamos como hacerle el Calzón Chino Atómico a Manuel. Tuvimos muchas buenas ideas, pero debíamos esperar para concretarlas.
Se hizo de noche y Miguel tuvo que irse. Ahora solo me queda esperar a mi tío y el día que pueda humillar a mi primo Manuel.

Historias de Calzón Chino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora