Capítulo 17

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Saray POV

Mi vista estaba nublada.

-¿Por qué lo has hecho? - me gritaba el profesor.

Ágata miraba al suelo con una mezcla de sentimientos, yo la miraba a ella satisfecha.

Flashback

Se hizo de noche, Alicia estaba en el baño, y Axel dormía plácidamente en su cama, al lado de la de su madre adoptiva. Ágata estaba en su habitación, ajena a todo lo que pasaba.

Con mucho cuidado, intentando hacer el menos ruido posible, me adentré en los pasillos del monasterio. Mis dos manos hacían presión sobre mi abdomen, donde llevaba escondida la pistola que el profesor nos dejó para las emergencias. No oía nada que viniera del exterior, en mi cabeza solo retumbaban los latidos de mi corazón, que aceleraban con cada paso que daba, temiendo no hacer lo correcto. Pero en el fondo lo sabía. Sabía que tenía que hacerlo. Sentía que mi órgano vital se me saldría en cualquier, porque una gran presión en mi pecho hacía que tragar saliva fuera la labor más difícil.

Abría la puerta del baño, que desgraciadamente, chirrió muy sonoramente. Allí dentro estaba Alicia, que me miraba con aires de superioridad, pero ella estaba totalmente desarmada y en pijama. Con la cara aún mojada de habérsela lavado.

Saqué mi pistola y cerré la puerta con el talón de mi pie.

-No puedes hacerlo, soy madre. - entonces pensé en Axel, para quien esta maldita torturadora suponía una figura parental - sé que no lo harías. Te he estudiando a fondo, "los hijos son sagra'os" - se burló imitando mi voz.

-Sabes que puedo hacerlo - dije, aunque no estaba tan segura.

-Te van a quitar la custodia de tu bebé, que todavía no ha nacido. - ¿cómo coño se había enterado de eso? - tengo todos los registros de quienes entran y salen de la cárcel; no estás en el mundo de la droga y has tenido un vis a vis íntimo con un hombre gitano que nunca antes había ido a visitarte. No pierdas tu tiempo intentando engañarme.

Apreté el gatillo reuniendo todo el valor del mundo. La sangre salpicó al espejo de al lado, dejando unas pocas gotas color carmín en el reflejo, que mostraba la asustada cara de Ágata.

El cuerpo de Alicia yacía en el suelo, con un agujero de bala en la frente.

Fin del flashback

Había empezado a sofocarme, y poco a poco a ser consciente de lo que acababa de hacer. Había matado a alguien. Yo me metía siempre en peleas, pero de los asesinatos siempre se ocupaba Zulema o algún conocido suyo, me tuve que sentar en el suelo para no caerme mareada.

Ágata se acercó a mí y me ayudó a levantarme, mientras el profesor se movía de un lado a otro nervioso. Estábamos los tres solos en el baño, con un cadáver tirado en el suelo. Supe que tenía que hacer algo, por lo que amarré el cuerpo por los hombros y tiré de él hacia una puerta que daba directamente al exterior. El profesor siguió mis pasos, pero vi que no tenía experiencia deshaciéndose de muertos.

-Tenemos que enterrarlo - dije firme. - no hay otra opción.

-Sería muy sospechoso si encontraran un cadáver enterrado al lado de un monasterio, nos pillarían enseguida. - descartó el profesor.

Los tres nos miramos entre nosotros y la misma idea atravesó nuestras cabezas; teníamos un gran acantilado que daba a un riachuelo. Nadie bajaba ahí y se descompondría en cuestión de días. No fue muy complicado limpiarnos las manos, pero había una tarea que costaría más hacer: ¿qué le iban a decir a Axel?

Entraron de nuevo al monasterio, y reunieron a todos para explicar lo que había ocurrido.

-¿Pero cómo has podido matarla? - exclamó muy furiosa Raquel. Ellas dos eran rivales, aunque se habían conocido desde siempre, por estar juntas formándose para policías. Se llavó las manos a la cara en signo de desesperación, porque antes de atracadora era madre, y ella no soportaría que la mataran, tan solo por Paula. De hecho, más de una vez se había replanteado dejar su trabajo para mantener fuera de riesgo a su hija, pero nunca lo hizo porque amaba mucho lo que hacía.

-Vale, vale... Calma - dijo Palermo. - si ya está muerta, no hay nada que podamos hacer. 

-Pero joder... ¿Es que no piensas dos segundos antes de disparar? - todos me lo reprochaban, menos Palermo que pensaba en cómo arreglarlo, y Ágata, que quería a su hijo más que cualquier otra cosa en el mundo.

-¿Qué ha pasado? - preguntó la inocente voz de Axel entrando por la puerta.

-Pequeño... Tenemos malas noticias; unos malvados se han llevado a tu mamá. - alcé la voz porque sentí que nadie más estaba en la obligación de hacerlo. El pequeño entristeció ante mis palabras, sin entender lo que pasaba - ahora nosotros te vamos a cuidar. - pero yo sabía que él era demasiado joven para comprender eso, por eso se lo explicaríamos cuando creciera.

Se marchó a su habitación arrastrando sus piernas, y no lo volvimos a ver hasta que después de la cena, Nairobi decidió entrar para ver qué tal estaba.


Nairobi POV 

Suavemente, entré a donde estaba mi hijo, quien se encontraba tumbado en el colchón, sin ganas de hablar, supuse.

-Axel... ¿qué te parece si hablamos? - él se alzó de hombros y puso morritos. - mira... sé qué es que te quiten a tu mamá, y por eso vamos a hacer lo que podamos para juntaros, ¿vale?

-Vale. - me miró como si estuviera decepcionado. - es que... mamá dice que los malos pueden matar.

-Bueno... es verdad, pero ¿tú sabes decir quiénes son los malos y quiénes los buenos?

-Hmmm... no. Pero mi mamá es buena. Es la mejor. - mi corazón se encogió. - pero vosotros también sois, nos habéis dejado dormir aquí. En casa mamá se pasaba el día llorando. Es que papá se fue al cielo y por eso está triste, aunque yo nunca le conocí. - entonces sus ojos se cristalizaron y se abrazó a mí como un koala. Con la mano llena de anillos y más joyería, le acaricié la cabeza como en los viejos tiempo. Apoyó su cabeza en mi pecho se durmió encima de mí, al fin tenía un poco de alivio entre toda esa tormenta de emociones. Tanto él como yo.

Sus leves ronquidos hicieron que me levantara en medio de la noche, y tras comprobar que él seguía aferrado tan fuertemente a mí, mi cuerpo tuvo dos reacciones; una enorme sonrisa se formó en mi cara a la vez que mis ojos derramaron dos de sus lágrimas. Esto se parecía tanto a la vida que llevaba antes de atraco... Aunque tenía mi hijo, y me faltaba todo lo demás, ahora era al revés. Bueno, él estaba ahí, pero ya no me quería.


Entre rejas ~ NairobixSarayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora