Summer Love → Lee Jeno

What are you doing here?

–¿Que haces aquí?–Jaemin frunció el ceño al abrir la puerta.

–¡Hola Haechan! Es un gusto verte. Oh, si gracias Jaemin, lo aprecio mucho.–La voz del muchacho retumbó.

–No, en serio ¿Que haces aquí?–Jaemin volvió a preguntar.

–¿Vas a dejarme pasar? Voy a quedar rostizado.–Señaló el sol que daba justo en donde el estaba parado.

Jaemin lo dejo pasar y el muchacho en frente de él observó la casa.–Woah, no ha cambiado en nada.

–¿Vas a responderme?

–Oye ¿Así tratas a todos tus amigos? Me dueles, la verdad.

Jaemin rodó sus ojos.

–Ya, bueno.–Haechan levantó sus manos.–Es que los extrañaba y quería venir.–Sus dos dedos índices se golpeaban.–Así que me escapé.

–¿Qué? Haechan, tienes que estar bromeando.

La mirada seria de Haechan habló por si sola, no mentía.

–¡¿Por qué hiciste eso?!

El grito de Jaemin hizo que Jeno y Yuna bajaran a toda velocidad.

–¿Qué pasó? ¿Se quemó el pollo de nuevo?–Jeno miró hacía todos lados sus ojos estaban levemente abiertos.

–Oh, hola Haechannie.–Yuna saludó con una sonrisa, su melena roja estaba toda despeinada y con sus ojos hinchados, acababa de despertar.–¿Haechan?–Preguntó borrando el rastro de sonrisa y cambiándolo por un ceño fruncido.–¡Lee Donghyuck!–Gritó para luego abrazarlo.

–¡Esto si es un recibimiento!

Jeno pestañeó varias veces pensando que aún estaba dormido.

–Jeno-ssi, ¿Estás tan impactado que no vendrás a abrazar a tu amigo favorito?

Jaemin se cruzó de brazos.–Yo soy su amigo favorito.–Comentó y luego miró a jeno.–¿Lo soy, verdad?

Luego de recibir a Haechan todos lo miraron.

–¿En serio te escapaste?–Yuna preguntó primero.

–Pues, deje una nota pegada en el refrigerador y mandé un mensaje a mi madre cuando me subí al autobús.

–Realmente eres increíble.–Jaemin negó con su cabeza.–Como sea, ya estás aquí hay que acomodarnos.

–¡Pido dormir con Jeno!–Haechan pidió.

–Ew, no. Roncas mucho.–Jeno negó.

–¿Por hay tanto alboroto?–La voz somnolienta de Jina llamó la atención de todos, estaba al final de las escaleras con su pijama, el cabello alborotado mientras frotaba su ojo.

Los ojos de Haechan se iluminaron y se levantó rápidamente hacia ella.

–Lee Haechan pero puedes llamarme el amor de tu vida.–Se presentó.

Jina lo miró con el ceño fruncido, estaba de rodillas como si fuera a pedirle matrimonio.

–No me interesa quien seas, quítate.

Haechan toco su corazón y se dejó caer en el suelo.–Es malvada, me gusta.

Jaemin rodó sus ojos.–Mejor almorcemos, Haechan levántate del suelo, te ves patético.

En medio del almuerzo Haechan se encontraba mirando a Jina comer.–Si sigue mirándome juro que sacaré sus ojos con la cuchara.–Ella miró a su primo pidiendo permiso.