Sleep together

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Otra noche cae y otra noche donde Jina habla hasta por los codos y Jeno trata de no dormirse.

–¿Puedo pedirte algo sin sonar como un pervertido?–Jeno preguntó.

–No vas a pedir lo que creo que yo estoy pensando, no? Porque sí es así gritaré.

–Iba a decir que duermas conmigo, solo dormir.

–Uhm, eso.

–Pequeña pervertida, ¿Qué es lo que ha estado imaginando esa cabecita tuya?

Jeno se rió en la oscuridad.

–Podríamos juntar las camas.–Jina rápidamente cambió de tema.–Dormiriamos en teoría juntos pero a la vez no.

–Mhm, sí.

Ambos se pusieron manos a la obra moviendo las mesitas de noche que tenía cada cama para luego mover las camas al centro de la habitación.
Cuando terminaron ambos se acostaron nuevamente.

La luz que entraba por la ventana dejaba ver apenas las facciones del otro, Jeno podía observar los ojos de Jina, quien estaba mirando cualquier cosa menos su rostro.

–Bien, ahora a dormir.–Murmuró Jeno volteandose para darle la espalda.

–Pero...

Jina se quedó callada, no podía seguir interrumpiendo las horas de sueño de Jeno, era demasiado cruel hacer eso y él era demasiado bueno con ella.

–Buenas noches, Jeno-ssi.

A la madrugada Jeno se despertó sintiendo un apretón en su cintura. Se alarmó pensando que tal vez tenía algún especie de espíritu alrededor pero se calmó cuando vió el rostro relajado de Jina.
Miró su teléfono, a penas había pasado una hora desde que se durmió y ella ya estaba dormida.

Y estaba en su cama.

Jeno corrió los cabellos estorbaban el rostro de Jina y admiró la belleza de esta. ¿Cómo alguien podía verse como un ángel? Transmitir tanta paz y alegría a su vida monótona. Jina se había convertido en alguien importante mientras en este tiempo.

–Bonita.–Murmuró para luego acomodarse mejor y dormirse nuevamente.

Al mediodía se despertó con la misma imagen, Jina abrazándolo mientras dormía. Tenía el cabello hecho una locura pero Jeno pensó que era lo más lindo que sus ojos habían podido apreciar.

Se puso nervioso cuando la vio fruncir el ceño y sus labios. Estaba despertando, ¿Debería mantenerse casual? ¿Empujarla? ¿Hacerse el dormido?

No pudo pensar por mucho ya que los ojos oscuros de Jina estaban observándolo.

–¿Por qué estás en mí lado?–Murmuró. Su voz era más grave en la mañana y eso la hacía más guapa.

–Error. Tú estás en el mío.–Le respondió.

Un sonrojo en Jina empezó a crecer provocando que Jeno sonriera.

–Lo siento, lo siento, lo siento.–Se alejó y se sentó de rodillas para hacer unas cuantas reverencias. Dejó que su cabello cubriera su rostro sonrojado.

Jeno se rió levemente para luego revolver su cabello. Luego de eso se levantó para entrar al baño.
Jina ahogó un grito en la almohada. Estaba avergonzada, pero por su parte había dormido de maravilla. Se sentía genial.

Para el desayuno estaban los cinco, Jeno en frente de Jina compartían miraditas de vez en cuando, y Haechan podía notar eso.

–Yah, ¿Van a decir que pasó con ustedes o seguirán haciéndose ojitos?

Summer Love → Lee JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora