Summer Love → Lee Jeno

I like you a lot

Jeno sintió cosquillas en su mejilla provocando que arrugue su nariz. Pero estaba tan cómodo que no quería abrir sus ojos.

–Quieta, Jinnie.

Sintió una mordida en su cuello que lo hizo abrir rápidamente sus ojos.

–¿Qué carajos? ¿Por qué me mordiste?

Los ojos de Jina lo miraban fijamente.–Quiero ir al baño.

–Pues ve, la puerta está allá atrás.–Contestó cerrando sus ojos nuevamente.

–No puedo si me sigues abrazando, suéltame antes que orine la cama.

Jeno los abrió y confirmo lo que Jina decía, estaban abrazados o mejor dicho él la estaba abrazando.

–Lo siento.

Jina corrió literalmente al baño y se encerró allí ni bien Jeno la soltó. Los ojos del pelinegro se volvieron a cerrar, sentía mucho sueño, y a juzgar que aún no se veía claridad podía decir que era plena madrugada.
Un peso se posó sobre su pecho y un agarre suave en su cintura.

–Buenas noches.–Un beso en su cuello fue dado por la muchacha a su lado, haciendo que Jeno abriera sus ojos sorprendido por la acción.

Esa muchacha iba a acabar con su corazón.

–Necesito tu ayuda.

–No voy a tener la charla de adultos contigo, aún estás pequeña para eso. Vete.

Jina le dió un golpe en la cabeza a su primo.

–¿Y así tratas a tus mayores?

–¡Ya! ¡Escúchame!

Jaemin apoyó su cara sobre su mano.–Sueltalo, cuéntale a Jaemin-oppa que sucede.

–Primero, no te llames oppa a ti mismo, es desagradable y me da vergüenza ajena. Segundo ¿Cómo le dices a alguien que te gusta? ¿Cómo te confiesas?

–Uh...–Su primo golpeó su mentón con su dedo.–Pues no lo sé.

–¿Acaso no lo hiciste con Yuna?

–¿No lo sabes? ¡Ella hizo todo!

Jina se golpeó la frente con su palma. Todos tenían razón cuando decían que Yuna era la que tenía los pantalones en la relación.

–Iré con Yuna.

–¡Espera Jina!–Jaemin la tomó del brazo provocando que ella se fuera.–¿Realmente te gusta Jeno?

Jina sonrió bajando su mirada.–Sí, saca lo mejor de mi. Él hace... Él me hace sentir bien, me gusta estar con él, es tranquilo, algo torpe por momentos y se sonroja fácilmente, es simplemente adorable y todas esas pequeñas cosas hacen que me guste más.

Jaemin dejó un beso en su frente.–No sabes cuánto me alegra escucharte decir eso. Aquí entre nosotros te voy a confesar algo.

La menor frunció el ceño cuando su primo le dijo que se acercara.–¿Qué sucede?

–Jeno es algo lento, bueno, nunca tuvo una novia así que no te pongas loquita si se queda callado o algo por el estilo, simplemente lo está procesando en su cabeza y tratando de no desmayarse.

–¿Cómo es qué sabes tanto?–La sonrisa de Jina creció.

–Ser amigos por tantos años tiene sus frutos, no crees?

Luego de la charla con Jaemin, Jina busco por toda la casa a Jeno pero lo encontró en el jardín sentado en el columpio que había.

Jina se sentó en el que estaba vacío haciendo que él pusiera su atención en ella.