Summer Love → Lee Jeno

Hidden kisses

–¿Jeno?–La voz de Jaemin sonaba por la casa.

Él se separó torpemente de Jina quien al parecer se negaba en dejarlo ir.–¿Si?–Gritó él en respuesta.

–Iremos con Yuna y Haechan por comida, ¿Quieres algo?

–Mhm, ¡ramen!–Sintió como Jina dejaba besos cortos en su mandíbula y mejilla haciéndole cosquillas.

–¡De acuerdo! ¡Dile a Jina que volveremos rápido cuando se despierte de su siesta!–Gritó antes de salir.

La puerta se escuchó y con ellos el motor de auto.

–Probablemente tarden mucho...

Jina sonrió.–¿Películas y papas fritas?

–Acepto.

Ambos se pasaron en el sofá viendo el stand de los besos, por petición de Jina quien estaba más que enamorada del actor principal.
Al finalizar Jina sonrió aplaudiendo porque los personajes terminaran contentos.

–¿Vemos la dos?–Jina preguntó con ojos de cachorrito.

–Los chicos han de llegar, ya pasó mucho tiempo.

–Oh, vamos. Hasta que lleguen veamos la dos. ¿Quieres?

Los ojitos de Jina lo terminaron de convencer.

–No comprendo los celos de ella... Ni el porqué él le miente.

Jeno fruncía el ceño a medida que pasaba la película.

–¿Pero por qué esa muchacha se comporta demasiado amistosa con él? ¡No debería! Cualquiera podría entender que ella se está muriendo por él.

Jina se reía por los comentarios del pelinegro y dejó un beso en su mejilla.

–Eres adorable.

Los besos entre ellos ya se habían vuelto costumbre, pero aún no se daban besos en frente del resto. Ya que o Haechan armaría alguno de sus escándalos o Jaemin terminaría tirándole una tostada en la cabeza por besar a su primita, Yuna simplemente los felicitaria.

Eran... Besos a escondidas, y para qué negarlo, Jeno estaba más que encantado con la chica del cabello largo y oscuro. Se había dado cuenta que Jina había comenzado a dormir mejor desde que duermen prácticamente en la misma cama.

Sacando las patadas que ella da cuando duerme, todo está más que bien.

Jina por su parte sentía cosas que nunca antes había experimentado, Jeno para ella significaba tranquilidad, un hombro dónde podía recostarse, alguien con quién charlar y que la escucharía sin importar qué, sacando el hecho de que Jeno era guapísimo, se sentía atraída por él.

–¿Tengo algo en el rostro?–Preguntó el muchacho.

–¿Eh?

–Llevas un rato mirándome, ¿Ocurre algo?

La sonrisa de Jeno fue creciendo hasta que sus ojos formaron ese «eye - smile» tan peculiar en él, y que a Jina le gustaba.

–Nada, solo pensaba que eres guapo.

La nariz de él se arrugó, sonriendo, evitando la mirada de Jina. Se estaba sonrojando y Jina pudo apreciar sus mejillas coloradas.

–¡Ya llegamos!–El grito de Jaemin sonó acompañado de la cerradura siendo abierta.

Jina se separó rápidamente de Jeno, prácticamente tirándose en el otro sofá, lejos de Jeno.

–¡Jina mí amor! ¡Te he extrañado!–Haechan se acercó a querer abrazarla pero Jaemin le tiró con su calzado.