♣ Una historia asombrosa a través de la Magia ♣

Capítulo #5: El Sombrero Seleccionador, y más de una elección

Luego de que todo el salón se burlara de mi entretenida caída, provocada por Scorpius Malfoy, la directora McGonagall me pidió acompañarla hasta el Gran Comedor, allí se encontraba el Sombrero Seleccionador.

Una vez entramos la Directora McGonagall cerró las puertas, al parecer estaba metido en un grave problema.

-Muy bien joven Potter, te estaras preguntando la razón por la que te he traído hasta aquí.

-Sí... Señora McGonagall, de hecho sí.

-Curioso como tu padre, eres tan adorable. Muy bien, te he traído hasta aquí por que tengo una pregunta muy importante que hacerte, ¿Estás listo?

-C...Creo que sí.

-Muy bien, el Sombrero Seleccionador te ha puesto en la Casa equivocada, y sé muy bien qué el error no lo has cometido tú, pero de ser así, quisiera preguntarte sí, ¿te sientes cómodo estando en Slytherin o... Prefieres ir a Gryffjndor y hacer nuevos amigos?

-E...enserio que esto no me lo espera, honestamente no sabía por qué estaba en Slytherin pero... La verdad no estoy muy seguro no si podre responder a esto ahora Señora McGonagall.

-No te preocupes dulzura, sólo tomate tu tiempo, y avisame pronto, antes del Baile Navideño sí es posible.

-Por mí parte quería disculparme contigo niño, espero que no estés molesto conmigo-agregó el sombrero, siendo la primera vez que hablaba.

-No, por supuesto que no, un error lo comete cualquiera.

Diciendo esto, la Directora McGonagall me llevó denuevo hasta mi clase donde todos me miraban al entrar, era realmente incómodo.

Al terminar la clase Scorpius me seguía de cerca y eso me preocupaba, aún más sí venía sólo.

¿Qué quería de mí? ¿Por que me hace daño? ¿Será qué descubrió mi secreto?

¡Eso no puede ser!

Lo mejor que se me ocurre es irme a mí habitación y no salir de allí hasta mañana.

Scorpius me seguía de cerca y decidi por dejar de evitarlo y enfrentarlo como él posible Gryffindor qué puedo ser.

-¿Qué necesitas Scorpius?

-Bueno, ¿qué tenemos aquí? Un Potter.

-Malfoy, deja de seguirme de una vez por todas.

Diciendo esto me voltee y segui caminando rápidamente hasta llegar a los pasillos para las habitaciones y cuando pensé en haberlo perdido, Scorpius Malfoy me había tomado del brazo y no podía soltarme hasta qué me dejó de espaldas en una pared y éste se acercó demasiado a mí rostro

-Estamos solos Al.

-Ya lo sé Malfoy, ¿Vas a herirme? ¡Hazlo! Me has hecho tanto daño Scorpius, has arruinado mi año escolar, ya nada de lo que hagas puede lastimarme, sí planeas hacer algo, hazlo de una maldita vez por todas

No pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. Vaya Gryffindor que soy.

-Tienes ina idea errónea de mí Albus, ¿aún no comprendes por que te molesto tanto?

-Sí lo comprendo Malfoy, me odias.

-No, claro qué no te odio, te... Te quiero mucho Al, y me preguntaría sí quisieras ir baile Navideño conmigo.

¿Scorpius estaba realmente diciendo esto?

Sus mejillas estaban algo coloradas igual qué las mías, y cabe mencionar que era realmente atractivo, rubio, alto, sus ojos verdes atrayentes, realmente cualquier chica estaría más que gustosa de ir al Baile con él. ¿Por que me dice eso a mí? ¿Sabrá mi secreto?

-No bromees conmigo Scorpius.

Él soltó su agarre y simplemente sé quedó allí parado.

No pude evitar sentirme mal por él, de algún modo le quería, por más cosas malas que me hubiera hecho, no lo podía dejar allí, derrumbado, su mirada estaba ida y estaba algo raro, como sentimental y eso era raro de ver en Scorpius.

-No bromeaba Al, enserio quiero que me acompañes al Baile.

-¿Por qué yo? Me refiero a ¿Por qué un chico y no una chica?

-.Por qué así lo quiero yo Al, ¿no comprendes que cada vez que te molestaba era para atraer tu atención, para sentir tu mirada, para que tuvieras el valor dé apuntarme con tu varita? Pero no, tú nunca lo hiciste, tu temblabas de miedo al Verme y por dentro me derrumbaba que tuvieras esa reaccion conmigo pero, entiendo sí prefieres no ir conmigo o quizá alguna chica ya te invitó, no importa, al menos ya lo sabes, y sí quieres divulgarlo, por mí no hay inconveniente, mí vida no tiene sentido alguno.

No supe que responder y dejé de mirarlo a los ojos y entré a mí habitación.

¿Qué rayos acaba de pasar aquí?