Capítulo #8: Casi una escena romántica

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Estabamos a punto de besarnos en la enfermería, pero la Señora Pomfrey nos descubrió justo antes de que Scorpius pusiera sus labios junto a los míos, fue realmente incómodo, me separé de él bruscamente pero olvidé que tenia mi mano sobre la suya.

-Oh.. ¡Joven Potter disculpe no quería interrumpir!

-¡No! Ósea, no es lo que usted piensa y..yo..

-No te preocupes Al, recuerda que tienes mi confianza. -Dicho esto salió de la sala de enfermería.

-Siento mucho haberte humillado Al.

-¿Tu? ¿Humillarme? No te preocupes, al fin y al cabo estoy acostumbrado. -Rei ante mi propio comentario

-Si.. ¡Siento mucho todas las veces que te hice sentir asi!

-No pienses en eso ahora, lo mejor será que descanses Scorpius, no quiero que te sientas mal luego por precipitarte por mi culpa.

-No es tú culpa Al, enserio que debo disculparme. Creo que la mayoría de las veces que te he visto llorar han sido por causa mia y me partía el alma hacerte caer en el salón, lanzarte hechizos para ridiculizarte, lo lamento mucho, enserio que sí Al, necesito que me perdones.

-Té perdono Scorpius ahora sólo descansa para que te recuperes pronto ¿Quieres que me vaya para que puedas dormir un poco más?

-¡No! Me refiero a qué, sí por favor te puedes quedar un poco más conmigo, sí mo te molesta por supuesto.

-Claro que me quedaré cuidandote Scorpius, ¿Enserio creíste que te dejaría sólo? No lo haré Scorpius Malfoy, lo prometo.

-Eres tan dulce Albus Severus Potter, qué aveces quisiera comerte a besos, sin importar lo qué el Colegio Hogwarts tenga que decir.

Con dicho comentario me sonroje excesivamente.

-Scorpius iré por algo de comer, ¿Quieres algo?

-No... No tengo mucha hambre.

-Pero no has comido nada desde el almuerzo, necesitas energía y asi te recuperarse mas rápido.

-Siempre he admirado tu actitud Al, esta bien, tráeme algo... Pueden ser...

-Ranas de chocolate -dijimos al mismo tiempo y ambos reímos

-Estoy seguro de que en el gran banquete hay muchas regreso en un segundo- me acerque a su cara y le di un suave beso en la mejilla, dentro de mi se produjo un choque eléctrico y estoy seguro de que dentro de Scorpius también, lo note en su cara.

Scorpius quedó perplejo ante mi acción, así que me sentía un tanto valiente, y decidi ir al Gran banquete a traer ranas de chocolate para... ¿mí chico? Aún debo pensar muy bien lo que haré.

Recogí unas cuantas Ranas dé chocolate y las llevé a la sala de Enfermería para Scorpius y para mí, ya que no habiamos cenado nada.

Cuando regresé, su cara de felicidad era notable. Me acerqué levemente y Scorpius intentó sebtarae en la camilla, pero decidi no permitírselo ya que podría lastimarse, mientras comíamos las ranas dé chocolate, decidi que era oportuno romper él hielo y hacerle la pregunta que me atormentaba

-¿Scorpius, tú que quieres de mí?

-¿A qué te refieres Al?

-Me refiero a, me quieres o sólo querías humillarme denuevo, porqué no creo que ni tú, ni Ian, quisieran algo serio con un perdedor como yo

Senti la mala vibra.proveniente dé mí, baje la cabeza y me dispuse a oír lo que Scorpius tenía para decir.

-Al, yo... Te amo. Es duro de decir, por que, ambos somos chicos y bueno, tu entiendes. No sé Ian, pero yo sí siento algo por ti Al, algo muy fuerte.

Me sonroje y Scorpius sé sento en la camilla, justo a mí lado, alzó mi barbilla y me miro a los ojos.

-Perdóname por hacerte sentir mal, con mis palabras. Mañana es Víspera de Navidad y nada me haría más feliz que pasarla contigo.

-Scorpius yo...

-No hace falta que digas nada Al. Creo que podrías llevarme a mí habitación, dile a la Señora Pomfrey que ya me siento mejor.

-Pe...pero Scorpius.

-Llévame a mí habitación Al, no quiero que me veas así.

Lo llevé hasta a su habitación, sé apoyaba en mis hombros, y bueno, fue algo difícil pero cuando lo dejé en la puerta pensaba que me basaría devuelta pero no fue así, creo que estoy tomando esto muy mal, y necesito concejos.

Me dirigí denuevo a la Sala de enfermería y ahi estaba ella, la mujer con el corazón más grande que conozco, al verme hizo una mirada pícara y no pude evitar sonreír avergonzado.

-¿Y bien Jóven Potter, como pasó su noche?

-Señora Pomfrey necesito su concejo.

-Dime de que sé trata cariño, y yo puedo ayudarte, con mucho gusto lo haré.

-Creo que Scorpous y yo...

-Aww cariño que dulces, siempre supe que encontrarás al chico ideal, sabia qué Scorpius estaba haciéndote daño por algo en específico, nadie le haría daño a esta cosita tan dulce así por qué así.

Diciendo esto jalaba mis mejillas de manera precipitada.

Asenti con la cabeza y le agradecí por todo. Ire a descansar y bueno, no tuve Baile Navideño, pero no todo sucede como esperamos.

♣ Una historia asombrosa a través de la Magia ♣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora