Noche de Cacería

Capítulo 24.

Wei Ying despertó, pero en esta ocasión el alfa no estaba en la habitación, por lo que entró en pánico de inmediato y soltó un pequeño chillido llamando a Lan WangJi. Sólo fue cosa de segundos para que el Lan apareciera y abrazara al omega, podía sentir el miedo a través del lazo, aunque ahora poco a poco iba mermando ya que estaban juntos.

—Tranquilo, aquí estoy, no pensé en que fueras a despertar tan pronto—habló Lan Zhan para darle un suave beso en la frente a Wei Ying.

El omega sólo se aferró con fuerza y respiro del aroma de su compañero. Cuando recupero la calma se alejó un poco y levantó el rostro parea verle, el Lan seguía tan apuesto como siempre.

Lan Zhan alzó la mano y acarició la mejilla del menor.

—¿Te duele mucho?—preguntó por el notable golpe. Sentía su sangre hervir de sólo ver que alguien había lastimado a su omega.

Wei Ying negó: —Estoy bien, tú eres el que tiene más heridas...—de nueva cuenta le abrazó tratando de evitar las zonas dañadas—. Lan Zhan te extrañé tanto, temía tanto por ti—sus lágrimas empezaron a salir.

El alfa también le sujetó con fuerza. —Ya pasó todo—con su pulgar retiró las pocas lágrimas que habían.

Unos golpes en la puerta les hicieron despegarse y mirar al recién llegado.

—Espero no interrumpir—era Xiao XingChen.

—No, adelante. De hecho ambos te debemos las gracias—dijo Wei Ying.

—No hay porque, no podíamos dejarlos a su suerte.

Un nuevo hombre ingresó a la habitación.

—Ambos lucen mejor—dijo el alfa recién llegado cargando a la niña en sus brazos—Creo que no nos hemos presentado de forma adecuada aún, mi nombre es Song Lan.

—Un placer, mi nombre es Wei WuXian, él es mi pareja Lan WangJi—presentó el omega. El Lan hizo una corta reverencia.

—¿Pertenecen al clan Lan? Escuché que hubo un ataque en la montaña en la región GusuLan—dijo Song Lan.

—Sí, pero ya todo terminó—afirmó Lan WangJi.

—En ese caso pueden permanecer aquí hasta que se encuentren mejor—comentó amablemente Xiao XingChen.

—Gracia, tomaremos la oferta—sonrió felizmente Wei Ying.

Pasaron dos días en los que Lan Zhan fue atendido de sus heridas, que si bien no estaban sanadas lucían mucho mejor y podrían regresar a su hogar.

Wei Ying era revisado por XingChen. El omega tocaba su vientre inspeccionado si su estado era óptimo para transformarse y viajar, pues la pareja había decidió partir mañana mismo de vuelta a su hogar, no querían preocupar más a sus familiares que seguro seguirían buscándoles. Pero el viaje sería algo largo y Wei Ying no quería que Lan Zhan cargara con él, después de todo seguía herido.

—Todo luce bien, no creo que haya ningún problema, sólo asegúrate de no exigirte demasiado y descansar cada cierto tiempo.

—Sí, de nuevo gracias por todo—. Algo inseguro volvió a llamar al omega: —Xiao XingChen.

—¿Sí?

—¿Por qué permaneces con tu familia aquí? ¿No es muy peligroso para ustedes?—usualmente los lobos solían estar en manadas, era más seguro.

—Tal vez tengas razón y sea un poco arriesgado, pero a veces siento que es todo lo contrario. Aquí mi familia se mantiene lejos de los problemas y quiero que siga así.