Capítulo 29.

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Una pequeña lagrima caía por el fino rostro de Wei Ying, además de que una sonrisa adornaba su rostro.

—Al fin...—susurró el omega mirando el estanque de loto en su máximo esplendor.

Después de casi dos meses por fin estaba terminado, fue más cansado de lo que pensó, pero el resultado valía totalmente la pena. Agradecía de toda la ayuda que tuvo y que por sus constantes cambios de humor terminaba moviendo algunas cosas a última hora, pero nadie se quejó y fueron pacientes con sus pedidos.

—¿Le gusta como quedó?—preguntó MianMian.

—¿Que si me gusta? ¡Me encanta!—irradiaba felicidad por todas partes—¡Quiero mostrárselo a Lan Zhan cuanto antes!

—Podría ser ahora en la hora de la comida—opinó el joven omega Yen.

Wei Ying asintió—Me parece bien, quiero que sea lo más pronto posible.

Casi como si el omega lo invocara uno de los guardias se acercó.

—Joven WuXian, el líder HanGuangJun acaba de llegar y le está buscando—dijo con prisa pero con voz clara.

—¡Perfecto!—dijo emocionado mientras desaparecía del lugar.

—¡Joven WuXian espérenos!—gritó Yen.

—¡No corras!—dijo MianMian.

Con prisa WuXian empezó a buscar al alfa, los otros dos omegas le seguían de cerca, sólo hasta que llegaron a la entrada del comedor Wei Ying pudo encontrar la figura que tanto buscaba.

Sin perder tiempo corrió hasta abrazarle—¡Lan Zhan!

Lan WangJi tomó con facilidad el cuerpo más pequeño y lo sostuvo con fuerza, por detrás podía ver a los acompañantes de su pareja que parecían estar respirando con fuerza y algo agitados.

—HanGuangJun—ambos omegas se inclinaron levemente a manera de respeto.

Lan WangJi también inclinó su cabeza y después miró a su pareja—Wei Ying no corras, tienes que ser cuidadoso con tu embarazo—le dijo el alfa como si estuviera regañándole pero su voz era tranquila y suave.

El omega sin evitarlo puso los ojos en blanco. —Lan Zhan no seas extremista.

A pesar de empezar su quinto mes de embarazo su vientre aún lucía relativamente pequeño, al principio se preocupó de que casi no creciera, pero después la doctora le tranquilizó diciendo que no obligatoriamente tenía que crecer en demasía su vientre, con eso el omega se relajó y pronto descubrió que gracias a que su vientre seguía pequeño podía moverse con total libertad, aunque se agotaba bastante rápido. Obvio que Lan WangJi siempre estaba con los nervios a flote por las acciones de su inquieta pareja.

—No soy extremista, sólo me preocupo por ti y por el cachorro—los ojos dorados miraban fijamente al omega.

Wei Ying sonrió por esas palabras y no se contuvo con las ganas de besarle, algo que Lan WangJi no rechazaría. El cálido aliento del Lan junto con el envolvente aroma del sándalo siempre relajaban a Wei Ying.

Los otros dos omegas que estaban por detrás de WuXian sintieron el calor en sus mejillas al ver la escena tan afectuosa, por lo que desviaron la vista.

El omega se separó y dijo con evidente emoción—¡Lan Zhan quiero llevarte comer a un lugar! ¡Vamos ahora!

El alfa se mantuvo callado, parecía meditar su respuesta. —Tal vez ahora no, pero podemos ir después.

En un instante el buen humor de Wei Ying se esfumó. —Pero yo quiero llevarte ahora—. No tenía dos meses preparando su sorpresa para que el alfa se negara.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora