Capítulo 31.

26.9K 2.9K 1.1K
                                    


La frescura del agua hacía que el calor en las plantas de los pies del omega disminuyera.

Wei Ying se encontraba recargado en Lan WangJi mientras sumergía los pies en el agua del estanque. El alfa tocaba una canción en el guqin con maestría y de vez en cuando lanzaba miradas al omega que parecía disfrutar el momento.

Una mueca en el rostro de WuXian hizo que el alfa dejara de tocar.

—¿Te volvió a patear?—preguntó Lan WangJi.

El omega asintió—Hoy está muy inquieto, jamás se había movido tanto—su cachorro siempre había sido muy bueno, pero el día hoy había despertado a Wei Ying desde temprano con algunos dolores, leves, pero molestos, y lo que iba del día seguían constantemente—Si esto fue lo que tuvo que pasar Jiang Cheng en todo el embarazo lo compadezco.

—Más tarde pediré a la doctora que te revise—dijo el alfa.

—No es necesario Lan Zhan, sólo son unas pataditas, de seguro el pequeño A-Yuan está cada vez más emocionado por salir—comentó con diversión el omega, pero también se podía percibir el amor impregnando en sus palabras.

—Por eso mismo, está a días de nacer, debemos estar al pendiente—dijo el Lan.

La preocupación del alfa hacía sonreír al omega—Está bien, si tanto insistes...—la verdad no quería preocupar al alfa, pero parecía que aumentaban los dolores conforme pasaba el tiempo.—¿Y si me consigues nísperos?—preguntó el omega.

—Mn—asintió el alfa—Te llevaré a la habitación primero—dijo Lan WangJi.

Con cuidado ayudó a Wei Ying a incorporarse y a ponerse su calzado nuevamente, también le arregló la túnica para después acariciar el vientre y darle un corto beso en los labios. A paso lento empezaron a regresar a su recámara, sus manos entrelazadas se mecían suavemente y en la mitad de camino cuando se toparon con más miembros de la manada Lan WangJi pidió que les llevaran nísperos a su habitación y que si más tarde podían llevar el guqin que había dejado en el estanque.

Una vez que pudieron adentrarse en sus aposentos el alfa de nueva cuenta ayudó a WuXian para que pudiera recostarse en la cama. Minutos más tarde los nísperos que habían pedido habían sido entregados al igual que el guqin.

El omega sonreía contento de poder comer la fruta que pidió, incluso se divertía al ver como la canasta de nísperos reposaba en su vientre sin perder el equilibrio, era como una mesa a los ojos de Wei WuXian.

—¿Todavía queda sopa dulce?—preguntó WuXian metiéndose una jugosa fruta a la boca.

El alfa negó—Iré hacer más—dijo besándole la frente a su pareja—Una vez que termine traeré a la doctora.

Wei Ying bostezo—Entonces yo tomaré una siesta en lo que te espero—comió dos frutas más.

Lan WangJi se quedó a su lado pacientemente hasta que el omega estuvo satisfecho y se acurrucó para dormir. El alfa retiró la canasta con los pocos nísperos que quedaba y cubrió el cuerpo del omega con una sábana, en el proceso acarició el vientre abultado, después rozó el fino rostro de Wei Ying, quien aún en la inconsciencia de su sueño sonrió e inclinó la cabeza en dirección del tacto, buscando más calor. Para el Lan podrían pasar cientos de años pero siempre disfrutaría de ver al omega, apreciar sus facciones como si no se las supiera de memoria.

Unos minutos después Lan WangJi se retiró y pidió a los acompañantes del omega que estuvieran al pendiente, sólo sería un rato en lo que preparaba la sopa e iba en busca de la doctora.


Wei Ying podía oler el perfume de las flores de loto, se encontraba sentado junto a su alfa frente al estanque mirando los peces nadar de un lado a otro, como ya parecía costumbre sintió un dolor en su vientre. Ignoró la molestia, pero el dolor sólo parecía ir en aumento, incluso trató de sujetarse la parte baja para ver si el dolor disminuía.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora