Capítulo 26.

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El vapor de la habitación volvía el ambiente más cálido, además de que el agua de la bañera salpicaba por todas partes.

Los gemidos del omega hacían eco resonando en las cuatro paredes, logrando excitar más al alfa.

—¡Ahh! ¡Lan Zhan espera, no tan fuerte! Lan Zhan...¡Ah!—Wei Ying tenía la vista nublada y apenas se podía sostener de las orillas en la tina, el alfa a su espalda entraba sin piedad en él. Sólo después de unas estocadas más no pudo soportarlo y terminó corriéndose el menor.

Lan Zhan entró unas cuantas veces antes de venirse en el interior del omega. —Wei...Ying...—gruñó mientras su nudo se hinchaba en el interior del omega.

—Ngh nunca me acostumbraré a esto—dijo el menor cerrando con fuerza sus ojos. Si de por si el tamaño del Lan no era pequeño, una vez que se hinchaba su nudo  sólo terminaba estirando más la pequeña entrada.

Dando leves besos en la espalda el alfa le relajó—Ya pasará.

—Lo sé, lo sé—el omega se dejó mimar mientras recobraba la respiración.

Se supone que hoy sería la ceremonia y habían entrado a tomar una rápida ducha... no había sido tan rápido como pensaban.

Después de quince minutos el alfa por fin pudo salir del interior cálido de Wei Ying.

—¿Estás bien?—preguntó viendo cómo le temblaban las piernas al menor.

—No, creo que tendrás que llevarme al cuarto en brazos—hizo un puchero.

Lan Zhan no dijo nada, sólo volvió a lavar ambos cuerpos y tomó una toalla para secarse y colocarse una bata. Después con otra toalla seca envolvió el cuerpo más pequeño del omega y lo tomó en brazos.

—Lan Zhan vamos tarde, dijiste que sólo sería una vez y terminaron siendo tres—picó la mejilla del alfa con un dedo.

—Tu culpa, tú iniciaste—dijo serio.

—¡Pero tú lo terminaste!—le gritó algo ofendido.

Lan WangJi sólo desvió la vista.

En el cuarto ambos se pusieron una túnica blancas sencilla, ya que serían arreglados por separado. Con paso algo rápido Lan WangJi acompañó a su pareja hasta la habitación donde sería arreglado por otros omegas.

—Te veré más tarde—informó besándole suavemente los labios.

—Ahí estaré—sonrió el chico.

La puerta de una habitación fue abierta—¡Ya estás aquí, ya es tarde! ¡Entra rápido!—dijo una de las omegas al ver a la pareja.—HanGuangJun le pedimos que usted también se apure—dijo inclinando su cabeza.

—Mn.

Antes de irse dejó un último casto beso en la frente de Wei Ying. El omega apenas reaccionó cuando ya era empujado al interior del cuarto y desvestido a gran velocidad.

—¡A trabajar!—todos los omegas de la habitación empezaron a arreglar una parte de Wei Ying, mientras unos se encargaban del vestuario otros hacían el peinado y otros el maquillaje y accesorios.

—¿En serio? ¿No pueden contenerse ni un momento?—dijo un chico mientras negaba con la cabeza y miraba unas marcas frescas y rojizas en el pecho blanco de Wei Ying—Que bueno que la túnica cubrirá esto.

WuXian rió un poco nervioso, no le molestaba que otros vieran las huellas que Lan Zhan dejaba en su piel, pero el joven no dejaba de regañarle, diciendo que debía concentrarse.

—¿Cómo sientes las túnicas?—preguntó una chica.

—Están bien—respondió algo distraído Wei Ying.

Noche de CaceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora