friends [HIATUS] || minhwa

0: "let's pretend"

0: "pretendamos"

Los labios de Seonghwa estaban fríos.

Sabían dulce por los caramelos dentro de su trago, y su aliento era denso por todo lo que había fumado. Seonghwa siempre estaba frío.

Era la segunda vez que se besaban, la primera fue solo un choque de labios, la segunda habrían de ser quince segundos, a la tercera tendrían "diez minutos en el paraíso", o sea, diez minutos encerrados en el armario de Yunho.

- ¡Quince segundos! Pueden separarse. - San rio mientras lo jalaba por el bode de su camiseta para que volviese a sentarse.

- Déjalos en paz, si quieren seguir que lo hagan. - Luego de decir eso Wooyoung estalló en carcajadas ¿Por qué? Quien sabe, solo estaba borracho y tal vez algo drogado.

- ¿Estás loco? Si lo besaba un segundo más me iba a comer. - Seonghwa volvió a atrapar el cigarrillo que le había quedado pendiente entre sus labios, con una sonrisa socarrona.

- Pff, no tengo tan mal gusto. - Los jóvenes, aún con la sensación de la boca del otro sobre la suya se rieron. ¿Por qué los labios de Mingi eran tan ásperos y esponjosos? El mayor pudo responderse cuando vio como Mingi arrancaba los pellejitos de sus labios con los dientes o con sus manos, limpiando con la lengua la sangre cuando ésta hacía presencia.

Eran solo ocho amigos jugando el juego de la botella. Ocho amigos de los cuales la mitad afirmaba ser hetero, mientras apretaban con fuerza la nuca del contrario al besarlo, como provocaciones entre alfas o solo un gusto culposo. La otra mitad, mientras tanto, no veía problema en el género, pero eran amigos, y eso si era importante.

O al menos para casi todos.

Cuando San giró la botella y ésta apunto a Wooyoung, éste acabo por al menor para colocarlo sobre sus piernas y darse un beso el cual todos decidieron ignorar. Ambos se gustaban y todos en esa sala lo tenían totalmente claro, pero Wooyoung siempre se esforzaba por tener a una mujer a su lado y nadie sabía por qué, pero bueno, aceptar que tu mejor amigo te gusta ha de ser complicado, si es que siquiera se gastaba en intentar aceptarlo. San mientras tanto tenía sus sentimientos en claro desde siempre, pero bueno, en una relación se necesitaba dos partes y San en la vida del menor siempre fue un tres.

La noche siguió entre risas al ver besos inimaginables y reacciones exageradas, de la cual la campeona sería ahora y siempre las arcadas de Jongho cuando vio que su botella apuntaba a Yunho.

Seonghwa giró la botella mientras prendía uno de los últimos cigarrillos en su caja, en cuanto se acabasen se uniría al resto fumando algo más fuerte, a pesar de que había bebido mucho y sabía que eso lo dejaría propenso a un mal viaje. El pelinegro se ahogó con el humo en cuando Hongjoong gritó en su oído "¡Diez minutos en el paraíso!" mientras rápidamente veía como Mingi exhalaba el humo del porro que había prendido Yeosang hace un minuto.