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- En verdad te ves muy hermosa con ese vestido - alagó el príncipe a la rubia.

El rey, el príncipe y Lucy se encontraban en una lujosa habitación, con varios cuadros familiares del estilo barroco. Cortinas rojizas con unas cuerdas además de varias estatuas que decoraban aquella habitación.

La luz del sol entraba por las ventanas iluminando todo el lugar además de dar un toque cálido al lugar.

- Valla ¿En verdad piensa eso? Yo no suelo llevar éste tipo de ropa - dijo la blonda con una sonrisa nerviosa en su rostro.

Una gota de sudor cayó por su cien. Al menos ese vestido no era cómo los pomposos vestidos de princesa que se veía obligada a usar anteriormente en su hogar.

Soltó un suspiro.

- La verdad es que con un rostro y cuerpo cómo el tuyo es normal que todo te quede bien - rió el rey de manera bromista tratando de aligerar el ambiente.

La rubia rió nerviosa, podía notar a simple vista de que algo allí no estaba bien, esas dos personas parecían querer algo de ella así que prefirió mantenerse alerta y también olfatear el ambiente para asegurarse de que no había nada malo.

- ¡Padre! Debería actuar de una manera más formal con ella - le recriminó el príncipe a su propio padre pegándole un leve golpe en su nuca al rey.

Lucy rió ante aquel acto, se podría decir que el maduro en aquella relación de padre e hijo. Trató de ocultar su risa colocando su mano sobre su boca.

- No, de hecho para mi es mucho más cómodo hablar de una manera menos formal - dijo con una dulce sonrisa la blonda enarqueando levemente su espalda hacia delante apoyando sus codos sobre sus rodillas.

Eso hizo que los pechos de la maga celestial resaltarán, aunque ella lo hizo de manera inconsciente ambos hombres si fijaron en ello.

- Esta bien, por cierto Lucy, me gustaría pedirte un favor - dijo el rey con una afable sonrisa en sus labios.

- ¿Un favor? - preguntó la rubia volviendo a ponerse recta en su lugar al mismo tiempo que juntaba sus manos sobre sus rodillas.

La expresión de la blonda era de duda total, mostrando confusión en su rostro. El rey y el príncipe con una leve sonrisa en sus labios asintieron.

- Así es, ésta noche se celebrará el gran despertar de la princesa del sol - explicó el príncipe bajando levemente su cabeza con una leve sonrisa tranquilizante en sus labios.

- y.... ¿Yo que tengo que ver con todo eso? - cuestionó la maga celestial colocando su mano sobre su pecho al mismo tiempo que enarqueaba sus cejas con duda.

El rey apuntó detrás de la blonda indicando que mirara detrás de ella. La rubia enarqueó sus cejas con duda. Giró su cabeza y allí vio a que se refería. Abrió sus ojos de par en par con sorpresa y entre abrió su boca.

Unos hermosos tapices se veían allí, con un aspecto antiguo pero bien cuidado. En los tapices en el centro se veía a una mujer extrañamente similar a la misma Lucy vistiendo un vestido de princesa dorado con distintos toques rojizos. La mujer tenía una diadema de princesa sobre su cabeza, al mismo tiempo que sobre sus manos encendidas se veía una rosa rodeada por un aura dorada.

La dragon slayer del sol (temporada 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora