CAPÍTULO 4

20 2 3
                                    


(Narra Adri)

Estaba en camino al pueblo, el frío cada vez se sentía más y como Ro había dicho, estaba nevando justo ahora, sería más sencillo si hubiera sido en cualquier estación menos en ésta.
Ya no lograba sentir mis dedos, como los humanos pueden aguantar esto?

Mientras me cuestionaba todo el camino, perdido en mis pensamientos logre sin darme cuenta llegar al pueblo.
El camino estaba cubierto por aquella nieve que al parecer no se derretía con el contacto de la tierra. Ella había dicho que eran su visión esta cosa Blanca, se supone que ahora mismo lo veía todo o eso esperaba.

Miraba al rededor, desde que punto hasta que punto era el límite de esta Nevada, necesitaba recolectarla, aunque lo había dicho, era un poco complicado esta tarea, pero si alguien más lo hacía, puede que lo echen a perder.

Al ser los copos de nieve tan pequeños decidí ir recolectandolos poco a poco de los lugares que obviamente no estaría el collar, más que nada para ir ahorrando tiempo, aún me quedaba mucho tiempo como para comenzar a limpiar esta nieve justo ahora.

La noche había caído rápidamente, las personas comenzaban a entrar a sus respectivas casas y como no, con este frío insoportable hasta yo mismo quisiera irme, la temperatura comenzaba a bajar... no sé si era porque era de noche o Naty hacia un pésimo trabajo con su parte.

A: Apresurate que las personas están entrando..., no lograrás verlas.— susurro —Espero la hayas encontrado

X: Hola señor, quiere un poco de chocolatada caliente? —volteo rápidamente y una niña me miraba mientras tomaba de su bebida.

A: Que... es chocolate caliente?— la niña solo corrió y me dejó con la duda. —Los humanos son muy extraños...

X2: Acaso eres de otro mundo que no conoces el chocolate caliente?— volteo nuevamente al escuchar una voz gruesa a mis espaldas, topandome con un humano alto de tes pálida y su cabello al parecer largo en una coleta.
Genial, me persigue la desgracia — no le hagas caso a mi sobrina, si quieres chocolate, en aquel segundo puesto mi madre esta regalando.

A: Estoy bien... — *bien muerto de frío* pensé —

X2: Sabes donde se fue la niña?—

A: se fue al norte —

X2: Al norte?

A: No sabes que es el norte? — apunte con mi dedo en la dirección donde de había ido la niña— por allá... ese es el norte.

X2: jajaja si se cual es el norte.

A: Entonces a que se debe tu pregunta?— *por qué no se va? Es muy charlatán*

X2: Solo bromeaba — *entonces no es nada gracioso*— nunca te había visto por aquí, eres nuevo? — *me vi muy sospechoso?* me alarme, necesitaba alejarme de él rápidamente, odio que me pregunten cosas.

A: Si... oye ya me tengo que ir... es tarde, así que...

X2: Entiendo, nos veremos otro día— sonrió y seguido se fue en dirección donde se había ido la niña.

Solo pude soltar un suspiro aliviado, esa fue la charla más incómoda, corta y rara que he tenido en todos mis años de vida, esto confirmaba que los humanos eran muy raros.

●●●●●●●●●●●

Ya habían pasado las horas correspondientes así que era mi turno.
Me fui hasta el límite de donde caía la nieve, por suerte las personas se habían adentrado a sus casas así que no tendría que preocuparme por lo que llegaran a ver.

Me agache lo suficiente tocando la tierra cubierta por aquellos copos, respire profundo y cerre mis ojos concentrándome lo suficiente, hasta despedir una cálida brisa que empezaba a esparcirse por toda la nieve, elevando cada uno de los copos uniendolos.
Necesitaba concentrarme mucho para que ninguno se me pasara por alto.

~~~~

Unos minutos después, el trabajo estaba concluido, por toda aquella nieve pensé que cargaría mucho, pero era todo lo contrario.
Poco a poco esa nieve se fue transformando en agua y rápidamente la coloqué en un frasco que siempre traía conmigo.

●●●●●●●●●●●●●●●●●●●

Corrí a mucha prisa al lugar donde se encontraba primavera e invierno.
Todo había salido bien por suerte, el bosque estaba más helado que de costumbre, pero como sea, me apresure mucho más hasta llegar a la cabaña.

A: LLEGUÉ! Aquí está!— dije jadeando tratando de recuperar el aliento mientras mostraba el frasco.

M: Solo es eso? Creo que Ro quedará ciega

A: Es todo! Nada se me pasó por alto, solo que a medida que lo juntaba, la enorme cantidad se redujo a eso.

M: Yo digo que Ro quedará ciega.

A: Que no! Y ya dale esto— le entrego el frasco— estoy exhausto.

Mika le dio lo que contenía el frasco a Ro hasta vaciarlo por completo, solo nos quedamos observando, pero no lograba ver reaccion alguna de su parte, no se movía, era preocupante.

A: Mika... fíjate si aún respira, creo que murió.

M: No murió, supongo que... habra que esperar solo un poco para que se reponga—

A: Mika... trae más leña, hace mucho frío aquí.

M: Mika esto, Mika aquello, solo aguantate, cuando Ro despierte nos iremos de aquí

A: Y mientras nos moriremos de frío?—

M: Yo estoy bien, mi traje es especial, no lo olvides

A: MALDITA,SOLO PON LEÑA, HACE FRÍO!— exclame, ella rodó sus ojos y con solo un chasquido, logró aparecer unos troncos.— Eso era tan difícil de hacer?— corrí y rápidamente tomé todos los troncos en brazos arrojandolos al fuego.

M: Wooo mira, Ro está moviendo sus dedos.—

A: Y para que quiero ver eso, cuando abra sus ojos me llamas, yo permanecere aquí sentado junto al fuego .

●●●●●●●●

El sueño comenzaba a hacerse presente, aproximadamente habían pasado 2 horas y Ro no despertaba aún.

A: Entonces que haremos, Ro no despierta, nos quedaremos aquí?

M: Tenemos elección? No pienso cargarla y vos... con tu estatura lo dudo mucho.

A: Li didi michi, bueno, entonces has unas camas para nosotros, tengo sueño.

M: Deja de hacerte inútil, vos mismo podes hacerlas.

A: estoy cansado... no quiero.— la mayor soltó un suspiro y con unos movimientos de sus manos logró hacer una cama al instante— Gracias!!!

M: Eh... que te piensas, esa es mía.

A: Y mi cama?

M: Te dije que ocuparas tu poder, yo no cambio de opinión.— decidida caminó hasta la cama, hizo aparecer una hoja y la transformo en unas sábanas y rápidamente se recostó — listo... buenas noches Adri.

A: Eres una... ya verás luego.

Como pude y sin pocas ganas, agarre un tronco que por suerte no había arrojado al fuego y logre transformarlo en una cama.
Por suerte pude hacer aparecer unas hojas verdes, transformándolas en un suave colchón y varias sábanas para cubrirme.

Era increíble como yo, el dueño del verano esté de esta forma pasando frío y con las peores compañías.
Espero mañana la dueña del invierno despierte y nos diga dónde está el collar para volver a la normalidad con nuestras vidas.












L͜͡a͜͡s͜͡ E͜͡s͜͡t͜͡a͜͡c͜͡i͜͡o͜͡n͜͡e͜͡s͜͡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora