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Habías sido enviada por tu cuervo a una misión cerca de donde te encontrabas. Eras una cazadora solitaria, no por el hecho de que así lo querías, no, sino por el hecho de que nadie te quería a su lado.
Muchas veces fueron las que trataste de hacer amigos pero estos sólo jugaban contigo, te sacaban lo que deseaban y te dejaban hecha pedazos. Eras un alma rota en pocas palabras.
-Oh, ¿aquí es Ryo?-preguntaste a tu cuervo.
Bueno, sólo tenías a tu cuervo como compañía y eso te llenaba por completo.
-¡Sí, iré a buscar comida!.-se fue volando.
Sonreíste y te dirijiste al pueblo. Viste múltiples puestos de joyas,comida y vestimentas muy coloridas., todas estas a punto de retirarse de las calles. Preguntaste a las personas de alrededor donde habían asesinado y encontrado los cadáveres de personas comidas por los demonios; muchas apuntaron al final del pueblo, al lado "oscuro" le llamaban.
Viste a todos entrar a sus casas pasada las ocho de la noche. Tal vez esperaban a que hicieras tu trabajo bien y sin complicaciones. Entonces decidiste empezar a caminar al punto recalcado por los pueblerinos.
-Espero salir viva de esto, Ryo...
. . .
Caminabas, siguiendo un llanto de hombre. Al final, esto te llevó a un lago donde el aura del lugar era abrumadora. Estaba cerca.
Empuñaste tu nichirin y buscaste donde la energía era la peor de todas, y eso era a las orillas del lago. Viste tu reflejo y en el un demonio con marcas en su cara atrás tuyo. Esquivaste el ataque y se lo devolviste.
-Respiración del agua, primera postura; Primera postura:Corte de la superficie del agua.-balanceaste tu espada y atacaste.
El único daño que le hiciste fue un corte en su abdomen y este se regeneró rápidamente.
-Mierda.-maldijiste.
-Vaya~ vaya~, está vez una linda y joven dama vino. Lástima que seas una cazadora, pequeña, si fueras una chica normal y sumisa me habría divertido contigo primero.-dijo cínicamente.
-Que horror, ni que fueras la gran cosa.
Eso desató la ira del demonio y sin dudar te atacó demasiado rápido, estabas nerviosa sólo sabias tres posturas del agua, aunque fuera la respiración más fácil, no habías aprendido del todo aún.
La técnica de sangre del demonio era fuerte, tenías que reconocerlo. Y cuando siquiera viste, estaba detrás de ti y te dañó toda la espalda con un corte algo profundo. Terminaste casi en el lago de no ser por unas manos en tu cuerpo qué lo impidieron.
