Astrid toma asiento. Respira profundo y mira su entorno. En ese instante puede sentir tanta tranquilidad después de mucho tiempo. Sonríe. Por alguna razón baja la mirada y mira la pieza de oro de su mano derecha, siente calidez al instante.
El sonido de un timbre se escucha por todo el lugar.
Aquel sonido resonó por toda la mansión. Elsa se apresuró a abrir la puerta, pues ese día llegaría una nueva candidata para el puesto de cuidadora del señor presidente. Recientemente Hiccup Haddock había sufrido un terrible accidente y los residentes de la mansión no tenían ningún conocimiento acerca de cuidados o medicina, y Elsa, como buena prima, había solicitado asistencia para que su primo se recuperara con rapidez.
Elsa abrió la puerta y al instante pudo ver aquella figura femenina. Se trataba de una mujer joven. Su cabello era dorado, sus ojos azules como zafiros, una chica muy linda. Elsa sonrió y la muchacha contraria también.
- Buenas tardes —dijo con una agradable voz. - Vine por el anuncio.
- Buenas tardes —contestó Elsa de vuelta. — Por favor, pasa —pidió haciéndose a un lado.
Tímidamente, la joven entró a la gran mansión. Observó las paredes e internamente se sorprendió, pues no quería parecer ignorante y tampoco quería que vieran que se impresionaba por cualquier cosa.
El sonido de los tacones de Elsa golpeando el suelo llamó su atención. "Sígueme" le dijo y ella obedeció. Mientras caminaba, observaba con detalle. Como si estuviera examinando el lugar. Realmente estaba impresionada. Después de mirar el pasillo, la vio a ella, a Elsa Jorgerson. Una mujer elegante que había tenido la suerte de casarse con un hombre rico y vivir en abundantes riquezas. Ella era realmente hermosa: su piel blanca, su cabello rubio platinado y ojos azules como el mar eran el sueño de cualquiera. Era elegante, refinada, resaltaba en cualquier lugar al que iba. Era caracterizada por su amabilidad y humildad. Era justa, buena, amable y sobretodo bella. Era la mujer perfecta con una vida perfecta y lujosa, pero lo más importante para Elsa no eran sus abundantes riquezas, era su familia. Amaba mucho a su esposo, Patt Jorgerson y a su querida hija, Lily Jorgerson. Ellos eran la típica familia feliz, todo el mundo los envidiaba. No había familia más feliz y perfecta que la de ellos. Sin dudas, Elsa agradecía a los dioses por darle la bendición de tener una familia como la suya.
- Entonces cuentas con mucha experiencia —dijo Elsa, sacando a la joven de sus pensamientos.
- ¿Eh? ¡Sí! Ah... trabajé durante un tiempo en el hospital —dijo la menor con un toque de vergüenza ya que había tardado en contestar.
- Me parece fabuloso —la señora de la casa dejó el currículum sobre la mesa. — Me pregunto porqué no te quedaste en el hospital, parecía irte muy bien —con una sonrisa, la miró.
- Oh, eso... En realidad fue un poco díficil. Quiero reanudar mis estudios y el hospital no me lo permite. Creo que si trabajo aquí, podré organizarme mejor.
- Ya veo, Astrid Hofferson, ¿no? —la menor asintió. — Lamentó decirte esto, pero necesitamos a una trabajadora de tiempo completo.
- ¿Tiempo completo?
- Sí, el señor presidente necesita de muchos cuidados y él es un poco especial al respecto. De verdad nos gustaría encontrar a alguien que realmente pueda dedicarle tiempo.
Astrid miró a Elsa como si estuviera pensándolo demasiado, pero finalmente sonrió amable.
- Puedo hacerlo.
Elsa se sorprendió ante la respuesta.
- ¿Estás segura de eso?
- Sí, señora.
- Bien, ¿desde cuándo podrías comenzar?
- Desde mañana, si es posible. Incluso podría quedarme aquí, si usted lo desea.
Elsa sonrió. - ¿De verdad? Mañana mandaré choferes a tu dirección para que vayan por tus cosas.
- Oh, no es necesario. Tengo pocas cosas y puedo traerlas conmigo.
- Perfecto, de todos modos mandaré a un chofer para que vaya por ti.
La señora de la casa insistió, sin embargo Astrid Hofferson no aceptó su amabilidad ya que debía hacer otras cosas antes de mudarse a la residencia Haddock.
Y así, Hofferson firmó los papeles siendo oficialmente miembro de los empleados de la residencia.
Datos de los personajes:
Astrid
Edad: 23
Familia: desconocidaElsa
Edad: 32
Familia: esposo, hija, padres, hermana, prima.
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noir; hiccstrid modern
FanfictionEstado: sin terminar. La nueva cuidadora llega a la gran mansión para crear una serie de conflictos en la residencia Haddock. Historia totalmente de mi propiedad, queda prohibido copiar o adaptado esta novela sin mi autorización. Inspirada en 품위있는...