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Astrid salió de la gran mansión con una cálida y amable sonrisa. Caminó unas cuantas calles hasta llegar a la principal, acomodó su ropa y su sonrisa desapareció adoptando un aspecto serio e incluso un poco intimidante.

De su bolsa sacó unos lentes y se los colocó. La gente que pasaba a su lado la miraba de pies a cabeza, era claro que no era una joven rica y les llamaba la atención que una persona de clase baja estuviera por ese barrio.

- Estúpidos ricos —dijo con envidia.

La gran calle principal estaba repleta de coches de lujo y dentro de ellos los choferes y los dueños. La joven sonrió ladinamenfe. Realmente soñaba con lo mismo. Tener riquezas, vivir en una gran casa y disponer de muchos autos.

- ¿Quieres que te lleve, preciosa?

Un auto negro de lujo estaba estacionado frente a ella. Astrid rodó los ojos y posteriormente se introdujo en el auto.

- ¿De quién es el auto? ¿te lo robaste?

- No me lo robé, genia.

Hans puso el coche en movimiento. En unos minutos salieron del barrio rico de la ciudad y llegaron al centro, donde la clase media y baja solía estar.

- ¿Entonces?

- Sólo lo tomé prestado.

- Lo robaste —afirmó la rubia.

- Ya te dije que no —se estacionó frente a un edificio de tres pisos. — Mi jefe salió de viaje fuera del país y supuse que podía usarlo un rato, además no soy el único. Los empleados de la casa se creen los dueños en este momento.

- Hay que aprovechar las oportunidades.

Hans y Astrid salieron del auto para posteriormente entrar al edificio. Subieron por las escaleras y llegaron a la habitación quince. Una vez que enteraron, la descuidada bolsa de Astrid cayó al suelo. Ella se sentó en el viejo sillón, mientras que el chico fue directamente a refrigerador que estaba casi vacío.

- ¿Conseguiste el trabajo? —destapó una lata de cerveza y otra la lanzó a la chica.

- Claro. ¿Pensaste que no lo conseguiría, idiota? —al instante destapó la bebida y tomó un ligero sorbo.

La joven no era una alcohólica, pocas veces bebía.

- No lo sé —se encogió de hombros. — ¿Cuando empiezas?

- Mañana mismo.

- ¿Qué? Es demasiado pronto.

- Mientras antes, mejor.

- ¿Viste al muchacho?

- No, parece que no puede salir de su habitación sin ayuda.

- ¿Tan mal está?

- No sé, tú dime. Fuiste el que buscó la información acerca de Haddock.

- Sólo sé que tuvo un accidente que lo dejó totalmente noqueado durante una semana. ¿Qué hay de Elsa Jogerson? ¿es más bonita en persona como dicen?

- Es linda, ni siquiera parece tener treinta y dos años.

- ¿Y su personalidad?

- Parece exigente, pero algo ingenua.

- ¿Y qué planeas hacer?

- Manipularla para sacarle provecho, obviamente —dio un sorbo a la cerveza. — Sólo hay que ser pacientes.

Hans asintió, de un sorbo se acabó la bebida y lanzó la lata vacía al bote de basura. Sin embargo cayó al piso y no al objetivo.

Datos de los personajes:

Hans
Edad: 25
Familia: desconocido

noir; hiccstrid modernDonde viven las historias. Descúbrelo ahora