En una cafetería del centro de la ciudad, Astrid y Hans se encontraban platicando sobre la situación, mas bien, informándose acerca ello.
- Esa maldita perra... —maldijo Astrid después de darle un sorbo a su café. — Te juro que quiero destruirla.
- Hey, tranquila —trató de calmar Hans. — Recuerdas el objetivo, ¿no? Sólo ignora a la pintora y dedícate a acercarte a Elsa.
Astrid sonrió.
- ¿Qué opinas de Hiccup Haddock?
- ¿Eh? —el pelirrojo alzó una ceja con confusión. — ¿Acaso te interesa y estás seduciéndolo?
- Claro que no —rió ante lo dicho. — Pero también podría acercarme a él, ¿no? El mismo Haddock dijo que deberíamos hacernos cercanos porque estaremos mucho tiempo juntos.
Hans soltó una carcajada que duró algunos segundos y después limpió una lágrima falsa de su ojo derecho. Aquello le parecía un chiste.
- ¿Y luego, Astrid? —preguntó una vez que calmó su risa.
- Pues-
- Eres linda —interrumpió—, pero dudo que seas el tipo de ese hombre. ¡Sólo míralo! Seguro salió con un montón de chicas bonitas, y —recalcó—, seguramente millonarias. ¿Crees que puedas gustarle?
- Imbécil —soltó poniéndole mala cara, pero luego sonrió cuando una idea se le cruzó por la cabeza.
- ¿Y esa sonrisa? ¿tienes alguna idea, pequeña loca?
- Usaré a Rapunzel a mi favor.
- ¿Uhm? —Hans separó sus labios de la cálida cerámica y su expresión denotó confusión. — ¿Qué quieres decir?
- Esa estúpida me las pagará.
El tono de llamada de su celular hizo que dejara la taza sobre la mesa y con rapidez sacó su móvil de su abrigo. Sonrió cuando leyó aquel nombre en la pantalla “Presidente Haddock”.
- ¿Quién es? —preguntó el ojiverde interesado al notar la sonrisa de su amiga.
Un “Hiccup” fue lo que leyó de sus labios y con un ademán le indicó al chico que permaneciera callado.
- Hola, señor.
- ¿Vendrás rápido?
- Eh... ¿sucede algo? ¿necesita que lo asista ahora, señor?
- Sé que te di la tarde libre, pero estoy en el centro comercial y necesito que estés aquí.
- Está bien, estaré ahí enseguida.
Y colgó.
- ¿Qué quería?
- Que vaya al centro comercial —rodó los ojos recargando su espalda en la silla. — Sólo dijo que necesita que esté ahí.
- ¡Entonces ve! ¿Por qué sigues aquí? ¡Aprovecha esta oportunidad!
- Bien —se levantó de la silla. — De todos modos debía ir para comprar algunas cosas —se encogió de hombros. — Hiccup me invitó al evento de su cumpleaños que será en la tarde.
- ¡Genial! No te despegues de él en ningún momento —Astrid asintió ante la indicación y se dió media vuelta para irse, pero Hans la llamó. — Usa algo de maquillaje y saca tu lado seductor —mencionó y después le guiñó el ojo.
...
Astrid llegó unos diez minutos después de la llamada, pues no estaba muy lejos de aquel lujoso centro comercial y se maldijo cuando se dio cuenta del lugar en el estaba parada.
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noir; hiccstrid modern
FanfictionEstado: sin terminar. La nueva cuidadora llega a la gran mansión para crear una serie de conflictos en la residencia Haddock. Historia totalmente de mi propiedad, queda prohibido copiar o adaptado esta novela sin mi autorización. Inspirada en 품위있는...