Capítulo 1 - Todo es casi lo mejor

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Habían pasado varias horas desde que Anne finalmente se despidió de Matthew y Marilla Cuthbert. Ella sinceramente quería que los dos hermanos estuvieran bien sin ella, que fueran felices a pesar de la distancia.

La joven pelirroja no pudo evitar pensar también en Ka'kwet, ¿qué había sido de ella? ... ¿Seguía encerrada en este internado, o más bien, en esta prisión?

Y luego, un poco para aliviar su corazón y su espíritu, pensó en Gilbert, el joven que en este momento estaría a miles de kilometros de distancia lejos de Anne, pero los besos que habían podido intercambiar hace unas horas le habían dejado la sensación de calor ardiente en sus labios. Acababa de terminar de escribir su carta, que sin duda se iría a Toronto temprano por la mañana. Anne se encontraba sentada frente a su espejo, cerró el sobre y luego lo dejó a un lado. Cansada, se vio un momento en el espejo cuando vio a Diana revolverse en su cama, y ​​de repente la niña medio dormida habló.

– Anne ... Entonces, ¿finalmente escribiste tu carta? – Ella murmuró en un tono ligeramente desilusionado.

Su amiga, que la estaba mirando fijamente, no se atrevió a responderle, -bueno ... es que ... ¡lo siento mucho, mi querida Diana!.- Dijo ella preocupada - ¡Oh mi dios, evité que pudieras descansar con mis tonterías!-

La joven morena se rió, -¡No, te entiendo! No te preocupes, sospecho que tenías mucho que decirle a Gilbert, ¡esperemos que esta carta no se pierda también!-

Anne se congeló, sus ojos casi salieron de sus cuencas, -¡Dios mío Diana! ¡no había pensado ni por un segundo en esa posibilidad! ¡Considerando los eventos recientes, casi podría creer que nuestro amor está maldito! Amor trágico... ¡definitivamente no es para mí! ¡He tenido suficiente de este lado! - ella concluye en pánico.

Diana se levantó de su cama y rápidamente corrió en dirección a su amiga, cuando llego Diana a su lado le pasó la mano derecha por la melena roja de Anne.-Realmente no quería asustarte, era solo una broma de mal gusto, perdóname, probablemente sea demasiado pronto para reírme de eso ... Y honestamente, no veo que haya otro malentendido entre ustedes dos.-

Anne miró a su amiga con una mirada aún más preocupada que hace dos minutos. - Oh Diana, todavía pareces ignorar el desastre que soy ...-

Diana tomó la mano de su amiga y se inclinó hacia ella. - Mira, te acompañaré mañana temprano a enviar tu carta y me aseguraré de que se hayan tomado todas las precauciones.- La joven pelirroja miró a su amiga a los ojos, y se tranquilizó, -¡No podría tener una mejor amiga mejor! ¡Gracias Diana!-

Las dos chicas se fueron a la cama, una se calmó y la otra pensó que finalmente podría dormir.

Las expectativas de Anne Shirley Cuthbert || S4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora