Las expectativas de Anne Shirley Cuthbert || S4

Capítulo 25 - Recuerdos de una Navidad pasada (Capítulo especial)

Mary corrió hacia la cocina para sumergir las verduras en una olla de agua que hervía a fuego lento sobre la estufa. La joven morena estaba ya al final de su embarazo, pero eso no le impedía pasar tiempo en la cocina, ella tenía muchísimas ganas de preparar la cena de Nochebuena.

Tarareaba muy tranquila una canción, probablemente pensando que estaba sola, cuando alguien entró por la puerta principal y se hizo oír.

- ¡Uff, nunca me acostumbraré a ese maravilloso olor!-

Esto sobresaltó a la embarazada que dejó de tararear. - ¡Gilbert! ¡Me asustaste¡ .... Haz más ruido cuando entres la próxima vez- Exclamó riendo. Él sonrió.

- Pensé que había hecho suficiente ruido, creo que estabas cantando un poco alto. - Mary puso los ojos en blanco.

- Claro, burlarte de mí ... Por cierto, ¿viste a Bash en el camino? - Preguntó, repentinamente ansiosa.

- No. En realidad no sé hasta adónde fue a cortar el árbol, solo espero que no se haya perdido- rió suavemente el pelinegro. - Eso no hizo reír a la joven esta vez.

- Sabes que me encanta burlarme de Bash tanto como a ti, pero se hace tarde.... Los Cuthbert deberían llegar aquí en dos horas -

- Pude haber salido a buscarlo, pero ...- comenzó a decir el joven vacilante.

La futura madre suspiró y dijo: - Estoy bien, no te preocupes, el bebé y yo estaremos bien.- Gilbert, fiel a sí mismo, no se rindió, no pudo evitar preocuparse por la futura madre.

- Bash se molestará conmigo por ir a buscarlo y dejarte sola. - Mary estaba empezando a conocer bien a Gilbert, y los ojos preocupados del joven no la engañaban, por lo que afirmó con firmeza para tranquilizarlo.

- Anne debe estar a nada de llegar, me dijo antes que venía a ayudarme con la cena. No debe tardar mucho.... ¿Eso te deja mas tranquilo?- le preguntó con una pequeña sonrisa. Las cejas del joven se arquearon

- Creo que sí ... Esperaré a que Anne venga entonces.-

- Bueno, bueno ... A veces puedes ser muy terco jovencito - bromeó ella.

En Green Gables Anne se estaba preparando en su habitación, estaba en el colmo de la desesperación

- Mi hermoso vestido... ¡Ashh! ¡¿Por qué tenemos que crecer ?!- Marilla, que había escuchado a esta última lamentarse, llegó apresuradamente.

- Anne por el amor de Dios, ¿Qué te sucede?..... Podemos oírte quejarte por toda la casa. -

Cuando Marilla entró a su habitación, vio a la joven pelirroja en estado de shock con su vestido favorito a la mitad de su cuerpo - ¡Oh Marilla! ¡Estoy en el colmo de la desesperación! ....Mi vestido ... Mi sublime vestido.... ¡Ya no cierra! Es como si hubieran aparecido de la noche a la mañana - dijo, mirando y señalando con desprecio su busto. Esto hizo sonreír a la mujer del moño .

-Vamos Anne ... ya debías haberlo adivinado, ¿por qué crees que te hice todos esos vestidos nuevos?-

- No te ofendas Marilla, pero esos vestidos que hiciste no son aptos para Nochebuena. Ya extraño usar este vestido, he vivido tantas cosas tan lindas con el...- dijo melancólica. Marilla se acercó a la niña.

-Vamos, vamos ... Tendrás otros vestidos igual de bonitos, y probablemente pasarás momentos aún más maravillosos con ellos. - Anne se paró frente al espejo de su tocador, luego tocó el encaje del cuello de su vestido.

-Pero este será para siempre mi primer vestido sublime, magnífico y con mangas abullonadas. -La anciana se paró detrás de la pelirroja, la vio declarar sus palabras llenas de tristeza, y luego añadió