··- Cisnes de Origami -·· [ Izuku Midoriya x Lectora ]

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Midoriya al leer la carta, en su mente iba contestando a cada frase escrita en el papel. Y realmente quería responderle, realmente quería hacerle saber que no le molesta, y que, a decir verdad, comenzaba a aceptar que le gusta. Así que decidió enviarle notas a la chica, tal cual ella lo había hecho días atrás.

“¿Pero cómo podría hacerlo? Ni siquiera sé su nombre, ni sé cuándo es el momento en el que viene, nada” pensaba.

Así que decidió pedir ayuda, en la hora del almuerzo.

– Iida-kun, Todoroki-kun, Uraraka-san, umm.. ¿Podrían ayudarme en algo?

– Claro, Midoriya-kun, ¿Qué sucede? - Iida.

Todoroki asintió y Uraraka solo volteó a su dirección.

– En lo que necesites - Uraraka le sonrió mientras se llevaba a otro bocado de su comida a la boca.

– Bueno, ummm...¿Cómo podría contestarle? - Izuku.

– ¿Te refieres a la chica anónima? - Iida.

– Umm.. si, recibí ayer otro cisne de origami de ella, y quería contestarle, pero honestamente no sé cómo hacerlo, bueno, realmente es como que he tenido ideas pero las descarto porque algunas suenan muy mal y no creo que funcionen y......... - Y así Izuku comenzó a murmurar cosas inentendibles.

– Eh... Midoriya - Uraraka.

– Tal vez podrías dejar la nota en tu lugar cuando salgas, seguramente ella lo leerá y se dará cuenta que le respondiste, tan simple como eso. - Shinso apareció.

– Oh, Shinso-kun - Midoriya.

– Creo que estoy de acuerdo con Shinso. - Todoroki.

–Umm ya veo, ¿Creen que si lo lea? - Midoriya.

Y sus tres amigos asintieron.

– De acuerdo, ¡Gracias chicos! - Midoriya se levantó y se fue corriendo, tenía que aprovechar ese tiempo para escribir su respuesta.

Shinso sonrió, pensando en lo suertuda que debe ser su amiga, a pesar de que parezca lo contrario, ella seguramente estará muy feliz.

Uraraka suspiró.

– ¿Uh?, ¿Qué ocurre, Uraraka-san? - Iida preguntó preocupado.

– Nada, nada, todo en orden, solo... Debo irme chicos~ ¡Hasta más tarde! - y sonriéndole un poco forzado, dejó el lugar.

– A Uraraka-san le gusta Midoriya, pero a él le gusta la chica de los cisnes de origami, por eso suspiro. - Todoroki dió otro bocado a su comida.

– ¿De verdad? Vaya... - Iida.

– ¿No lo sabías? - Todoroki

– No - Iida.

Y los dos se dispusieron a comer, al igual que Shinso fue a pasar el resto de su descanso con (T/N), y claro, con Kendo, Monoma y Tetsutetsu si es que se encontraban con ella, aún que lo dudaba.

–Jeon_Young_Mi