··- Cisnes de Origami -·· [ Izuku Midoriya x Lectora ]

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– ¡¿Qué?! ¡¿Cómo que nos amenazan esos hijos de perra?! ¡Morirán! ¡Ninguno de esos idiotas saldrá con vida! - Katsuki gritó, como es costumbre, al oír a la noticia que
Aisawa les acababa de dar.

– Será mejor que te calmes, Bakugou, no podemos creerles del todo, pero debemos mantenernos alerta, no podemos dejar que rapten a un alumno de nuevo... - Aisawa.

Bakugou se quedó en silencio, desviando la mirada con molestía notoria, pero con cierto aire a estar avergonzado, claramente entendió el mensaje a través del “ De nuevo” en la frase de Aisawa.

– Estábamos pensando en no decirles, para protegerlos además no queríamos asustarlos pero era necesario, necesitamos que estén alertas a cualquier cosa, es por eso que venimos a decírselos, de igual forma, nos alumnos de la clase B están siendo enterados para que puedan apoyarnos a nosotros y a ustedes. – Toshinori explicó a la clase, quienes se encontraban en un profundo e inquietante silencio.

– Sabemos que la relación de la clase A y B no es tan amistosa que digamos, gracias a ciertos alumnos de ambas clases, pero necesitamos que se unan en esto.

Los estudiantes terminaron por asentir, aún si no estuviesen de acuerdo, no podían negarse, se trataba de la vida e integridad de demasiados alumnos y maestros en la UA.

Izuku bajó la mirada, claro que sentía temor, cualquier persona e incluso un héroe sentiría temor, sabía que podía ocurrir en cualquier momento, era eso lo que más le aterraba, ¿Qué tal si no logra alcanzar de nuevo a algún estudiante? No quería volver a pasar por eso, no.  Si se tratara de el, no le importaría, podría idear algo para escapar, pero, ¿Cómo saber si la otra persona se encontrara bien?.

...

El fin del día de clases llegó, todos salieron dirigiéndose al dormitorio, sintiéndose un poco relajados ya que no ocurrió nada en todo el día.

Midoriya realmente pensaba en demasiadas cosas, y bueno, ese día no había logrado contestar a otra carta más, así que de camino a casa se encontraba ansioso por el día siguiente porque de nuevo obtendría una carta, se suponía, aunque eso era lo único que lo emocionaba, y es realmente obvio el porque no había otra razón.

...

Día siguiente, llegó y como era de esperarse, había otra carta, ahora Izuku trataba de llegar lo más temprano posible, así tendría un poco más de privacidad al leer la nueva nota, bueno, a excepción de Iida, claro está, pero el no interrumpía nunca la lectura de Midoriya.

Un cisne blanco, junto a un pequeño ramo de rosas hechas de igual forma con papel, 4 verdes y 1 roja.

“Si era ella” pensó.

Querido Izuku Midoriya:

Hola Midoriya-kun, ¿Cómo te fue el día de ayer? Supe que te fuiste temprano y suponía que no regresarías por una carta, así que te lo pregunto de está manera.

Supongo que Aisawa-sensei ya les aviso sobre de la liga de villanos, yo me enteré.
Honestamente, tengo miedo sobre lo que pueda pasar, no quiero que le pase nada a mis amigos, a los alumnos y maestros... Y a ti, ¡por favor cuídate mucho, Midoriya-kun!
Bueno, pasando a otro tema menos importante y definitivamente más alegre, te regalo este pequeño ramo de rosas, si, de papel, espero te guste, las verdes son por ti jeje, y la roja un “Te quiero”

Con cariño, Anónima.

Midoriya sonrió, sentándose en su asiento, viendo las lindas rosas de papel sintiendo una hermosa calidez en su pecho, aun ni siquiera la había visto bien y ya le importaba, eso es un hecho, ya le gustaba. Tal vez desde la primer carta le gustó, no podía decirlo con precisión, pero así es.

Es así donde decide redactar otra carta.

Querida Chica Anónima:

¡Hola de nuevo! El día de ayer me fue bien, en realidad, ¿Cómo fue el tuyo?

Sobre lo de la Liga de villanos.. nos informaron, yo también estoy asustado, pero todo estará bien, los profesores pidieron ayuda a los estudiantes, pero seguro ellos nos protejerán, no será la primera vez.
Y gracias, no tienes que preocuparte por mi, me cuidaré y así cuidaré a los demás :D .
También... Te protegeré a ti.
Aún no sé quién eres... Pero aún así quiero protegerte y... A decir verdad, quisiera ser tu héroe.

Algo avergonzado, Izuku Midoriya.

Izuku se sonrojó, era algo tonto ¿Cómo la protegerá si no sabe quién es? Pero aún así lo haría.

Los demás de la clase iban llegando, así que dobló el papel y lo guardó en su saco.

Procedió a continuar con sus actividades diarias.

–Jeon_Young_Mi