Capítulo 3: Profecías

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Dos figuras misteriosas se deslizaron por los corredores del castillo hasta salir por la puerta más alejada que daba al bosque. Caminaban rápidamente para no ser descubiertos y en pocos minutos se adentraron por un camino escondido y sinuoso... había mucho lodo pues durante la noche había caído una leve llovizna.

No debimos haber salido solos.- dijo Guangyao.

Cheng.- Y por qué no?

Guangyao.- Si tu padre se entera...

Cheng.- No se enterará... así que deberías calmarte...

Guangyao.- Si se entera que salimos puede que nos reprenda...

Cheng.- Ya basta A-Yao... no debes temer a mi padre... además tú te ofreciste a venir...

Guangyao puso los ojos en blanco.- Ash está bien... de todas formas tengo curiosidad...

Siguieron caminando por la espesura de los árboles y casi media hora después al haber cruzado un pequeño riachuelo, llegaron a una casucha hecha de paja y ramas... del techo salía un poco de humo y al interior se podía observar un suave destello de luz.

Guangyao.- Estás seguro?

Cheng respondió firmemente.- Si... quiero entrar...

Guangyao.- No deberíamos entrar...

Cheng.- Claro que sí... ya estamos aquí... deja de actuar como un cobarde...

Al decir eso, lo jaló del brazo y ambos se dirigieron a la entrada de la casucha. Estaba cubierta con ramas, Cheng las separó con mucho cuidado, al dar unos pasos adentro, observó a una mujer vestida con harapos dormida sobre un montón de pieles. Guangyao se quedó parado unos pasos detrás de él... se sentía bastante nervioso pero no estaba dispuesto a mostrarlo.

Cheng se acercó sigilosamente a donde se encontraba la mujer y se plantó con toda seguridad enfrente de ella. Guangyao recorrió con curiosidad el interior de la casucha, encontrando diversos objetos mágicos, huesos, runas y algunos animales muertos. Sin querer chocó con una jaula que contenía un ave de color negro... de inmediato el ave soltó un graznido y Guangyao soltó un grito de sorpresa.

Cuando eso sucedió la mujer despertó, al verlos gritó.- Fuera!!! Largo de aquí...

Guangyao intentó jalar a Cheng del brazo pero éste respondió.- NO- y miró a la mujer de nuevo.

Bruja.- Deberías hacerle caso a tu amigo...

Cheng.- Dicen que eres aterradora... con colmillos, garras y varios ojos en el rostro... pero ahora que te miro... solo me aburres...

Bruja.- Tú no sabes quién soy...

Cheng.- Dicen que eres una bruja y adivina... dicen que ves el futuro... quiero que me digas el mío.

La Bruja empezó a reírse sarcásticamente... después de unos segundos dijo.- Todos quieren saber su futuro... pero nadie está contento con mis respuestas...

Cheng.- Estas tierras son de mi padre... por lo tanto son mis tierras... dime mi futuro o haré que te echen de aquí antes del amanecer!-gritó.

La Bruja lo miraba con sarcasmo... volteó hacia un costado y tomo de un tronco un cuchillo muy afilado.- Sangre... necesito una gota de tu sangre.- dijo mientras le entregaba el cuchillo.

Cheng lo tomó y sin dudar se cortó el dedo pulgar, después la miró. En un movimiento rápido, la Bruja le tomó la muñeca e introdujo el dedo que se había cortado en la boca para sorber la sangre. Cheng se sorprendió y la miró con mucho asco... de reojo vio a Guangyao haciendo arcadas en la parte de atrás.

El Príncipe y El GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora