Después de la visita de Guangyao, Cheng permaneció durante mucho tiempo observando el dosel de la cama mientras que el sol del atardecer entraba por el ventanal recortando la silueta de los árboles del jardín... después de la fallida fiesta para capturar al toro sagrado, el castillo y la ciudad habían caído en completa paz y solo se escuchaban a lo lejos algunas risas y cánticos de los elfos del pueblo.
Sin embargo, Cheng no podía disfrutar nada de eso... su estado de ánimo era de completo enojo y a decir verdad, hacía mucho tiempo que no conocía otro sentimiento... todo el tiempo se la pasaba envidiando a su pequeño hermano y recordando constantemente las palabras de la bruja. A pesar de que los sanadores le habían dado varios tragos de leche de amapola para calmar el dolor, le costaba respirar... recordaba lo humillante que había sido encontrarse bajo las pezuñas del toro y en consecuencia, cualquiera que entraba a verlo o a cambiar sus vendajes sufría por su carácter más irritable de lo normal.
Lo que más le dolía era que aquella jornada que había considerado como su momento de gloria se había convertido en la gloria de alguien más y sólo había hecho el ridículo frente a los miembros del consejo privado, mientras pasaban las horas más recordaba ese instante con lujo de detalle... en realidad muy en el fondo sabía que había sentido miedo frente a la gran bestia y ese pequeño momento de vacilación pudo haberle costado caro si no hubiera sido por la intervención de Lan Zhan y ahora él era quien gozaba de lo que hubiera sido suyo.
Desde su punto de vista, ese pobre imbécil había actuado de forma generosa sin ponerse a pensar que de haberlo dejado a merced del toro, podría haberle regalado no solo una victoria sino también el trono de Idris a Wei Ying. Acababa de darse cuenta que esa nobleza que lo caracterizaba solo había hecho crecer el amor del pueblo por la pareja y eso era lo que él no estaba dispuesto a perdonar... por eso, pensaba detenidamente en las acusaciones que Guangyao le había sugerido, el problema era que no contaba con las pruebas suficientes para acusar a su hermano y a su cuñado y cualquier paso en falso terminaría por hundirlo frente al consejo privado.
Sabía que la decisión de su padre para proponer una co-regencia estaba más que justificada pues se había dado cuenta demasiado tarde de su error al señalarlo como el heredero independientemente de que solo le llevara unos meses de edad a Wei Ying... también sabía de sobra que por lo que había hecho era indigno de llevar la corona y ni que decir de las personas que se acercaban a él... todos eran astutos y calculadores solo pensando en aprovecharse de sus debilidades, por tal motivo había tomado la decisión de no volver a retroceder ante nada ni nadie como cuando estuvo frente al toro sagrado... jamás volvería a quedar en ridículo.
Un par de semanas después, justo cuando el periodo de luto había terminado, Wei Ying y Lan Zhan ya habían preparado su viaje de regreso a Gusu, el barco estaba listo y ya tenía todo lo necesario para partir. Se encontraban felices y querían pasar el resto del embarazo lejos de la intrigas de la corte... en realidad no tenían motivos sólidos para quedarse... solo el pergamino que había dejado su padre y la posibilidad de llevar la co-regencia con Cheng, cosa que en realidad jamás habían ambicionado.
Estaban disfrutando tranquilamente de un refrigerio sentados bajo un árbol... Lan Zhan estaba sentado con Wei Ying en su regazo y recargaba la barbilla en su hombro, disfrutaba de su compañía mientras que con la mano que tenía libre le daba de comer algunas semillas picantes y se entretenía acariciando su pancita... de vez en cuando el pequeño se movía e incomodaba a su papá dándole golpes en las costillas.
Este bebé está creciendo muy rápido- dijo Wei Ying sobándose el costado.
Lan Zhan.- A veces pienso que será igual de travieso que tu cuando nazca...
Wei Ying.- Amor... yo nunca fui travieso...
Lan Zhan soltó una carcajada.- Esa es la mentira más grande que he escuchado... ya no te acuerdas que te encantaba subirte a los árboles para que no te encontrara y poder lanzarme burbujas llenas de insectos?
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El Príncipe y El Guerrero
FanfictionEn un mundo de increíble magia y belleza, donde la vida transcurre a través de incontables eras el hijo favorito del Rey de los Elfos y su más leal guerrero, con quien comparte un vínculo muy poderoso más allá de la magia y el amor reciben, la más t...