Capítulo 1: El Inicio

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En un principio, todos los clanes convivían en relativa paz en las tierras de Idris, la mayoría de sus habitantes eran elfos cuya belleza, longevidad y poder mental mantenían para el resto de las razas un mundo aparentemente pacífico. Sin embargo, al interior de los clanes, nadie se ponía de acuerdo en quien sería su gobernante y al paso de los años, de todos los líderes existentes, Wen Rouhan no pudo ocultar su ambición y tomo a la fuerza la ciudad masacrando a elfos, humanos y enanos sin importar nada... se sentó en el trono ayudado por Jin Guangshan.

En poco tiempo, el resto de los líderes se dieron cuenta que no podían permitir a un tirano en el poder, pues en su corto reinado Wen Rouhan fue perdiendo la razón y poco a poco empezó a asesinar a muchos de sus súbditos si le cuestionaban o iban en contra de alguna de sus decisiones. Dicha situación desencadenó una guerra civil que duró 100 años y destrozó lo poco que se había logrado acabando prácticamente con las demás razas. Muchos de los elfos que murieron en la guerra fue a consecuencia de las terribles batallas mágicas que se extendieron por todo el territorio, pues no solo podían controlar los elementos y hechizos poderosos, sino que también eran excelentes espadachines mágicos cuyas armas solo podían ser creadas por una sacerdotisa del clan Wen con un mineral extremadamente raro que se adaptaba a la persona para la que estaba destinada el arma.

Al caer en desesperación, los clanes restantes se aliaron y decidieron iniciar la guerra para liberar a Idris... en la en la última batalla, cuando por fin lograron entrar a la ciudad, uno de los guerreros del clan Wen se enfrentó al líder Jin usando artes obscuras... al llegar al gran salón del castillo, mató a sangre fría a Wen Rouhan.

Cuando Lan Qiren y Jiang Fengmian entraron al gran salón encontraron sentado en el trono a Xue Yuang con los cadáveres de Wen Rouhan y Jin Guangshan a sus pies... ambos habían muerto a causa de una fuerte pelea con espadas mágicas... lo más sorprendente fue que uno de los cuerpos presentaba quemaduras por un hechizo venenoso. Al verlos entrar de inmediato se levantó y le cedió el lugar a Jiang Fengmian pues sus tropas habían sido quienes habían ideado el plan para derrocar al Clan Wen.

La ciudad es suya, mi lord.- dijo sonriendo con malicia.

Fengmian.- Me sorprendes... acabas de ceder el reino...

Xue Yuang.- Hice lo que creí correcto mi lord... usted y sus tropas fueron quienes realmente lograron rescatar la ciudad...

Qiren.- Qué es lo que pretendes? Acaso no acabas de traicionar a tu rey y además mataste a su consejero?

Xue Yuang.- Como yo lo veo... acabo de salvar la ciudad y se la entregué a quien corresponde...

Fengmian y Qiren se miraron desconcertados al tiempo que el resto de las tropas entraban al castillo y en minutos los alcanzaron en el gran salón. Cuando vieron la escena no dudaron en proclamar como nuevo Rey a Fengmian... a partir de ese día el Clan de Yunmeng se convirtió en la familia gobernante de Idris.

La paz se restableció y bajo el reinado de Fengmian, la raza de los elfos se volvió muy poderosa, lograron reconstruir poco a poco a Idris donde de nueva cuenta, los pocos humanos y enanos aprendieron a convivir con los elfos en armonía. El nuevo Rey, siguiendo la idea de sus consejeros, tomó por esposa a Lady Yu de Meishan con quien tuvo a una pequeña princesa, de inmediato fue prometida en matrimonio al heredero del clan Jin quien ya era su pupilo y era un niño de 6 años igual que ella muy amable y cordial. Lo anterior se hizo pensando en mantener el control sobre ese territorio por medio de una alianza.

Pasaron tres años y la reina no podía embarazarse de nuevo, como era de esperarse los rumores en la corte empezaron a salir a la luz... muchos de ellos daban a entender que Lady Yu estaba bajo alguna maldición pues varias de las damas de la corte habían logrado un segundo o tercer bebé y en los casos más sonados algunos guerreros con un vínculo mágico lo suficientemente fuerte con sus respectivas parejas, también habían logrado tener familia.

El Príncipe y El GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora